como una cortina fria y silenciosa que aplasto su cabello y su ropa contra su piel helada. Cuando amanecio y en aquel cielo opaco y sombrio aparecio una franja apenas perceptible de color gris, la lluvia se habia convertido en una ligera llovizna.

De repente, un leve resplandor ilumino el ventanal del dormitorio de Carolyn. Daniel enseguida se la imagino encendiendo una lampara. Levantandose de la cama. Cepillandose el pelo. Vistiendose. Y deseo, con todo su ser, estar en la habitacion con ella.

Paso una hora antes de que la luz se apagara, senal de que Carolyn habia salido del dormitorio. Seguramente, para ir a tomar el desayuno. Entonces Daniel se dio cuenta de que la lluvia por fin habia cesado. En perfecta conjuncion con su estado de animo, el cielo seguia lobrego y nublado. Daniel se levanto con dificultad. Sus musculos, frios y acalambrados, protestaron. Retiro hacia atras su humedo cabello y realizo una mueca al sentir la ropa mojada y pegada a su piel. Iria a su casa para cambiarse de ropa y seguiria montando guardia.

Cuando, unos minutos mas tarde, entro en su casa, Samuel y Barkley le informaron de que todo iba bien.

– No hemos oido el menor ruido, milor -declaro Samuel.

– Excelente. Vigila el jardin trasero de lady Wingate mientras me cambio de ropa.

– Si, milor. Aqui mismo tengo mi punal -declaro Samuel dando unas palmaditas en su bota-. Nadie entrara por alli.

Salio por la puerta trasera y Daniel empezo a subir las escaleras.

– ?Quiere que le preparemos un bano caliente, milord? -pregunto Barkley.

– No, gracias. Solo el desayuno y cafe.

Habia subido la mitad de las escaleras cuando sono la aldaba de bronce de la puerta.

Barkley dio una ojeada por la ventana lateral.

– Se trata del senor Mayne, milord -informo en voz baja.

– Conducelo al comedor y ofrecele desayunar. Me reunire con el enseguida.

Subio el resto de los escalones de dos en dos ansioso por cambiarse de ropa, hablar con Mayne y volver a vigilar el jardin de Carolyn.

Diez minutos mas tarde, entro en el comedor. Se dio cuenta de que Mayne solo tomaba cafe. Despues de intercambiar los saludos pertinentes, Daniel le pregunto:

– ?Donde esta Rayburn?

Mayne fruncio el ceno.

– Me dijo que tenia otros asuntos que atender. Le informare mas tarde de lo que hablemos.

Mientras se servia unos huevos, jamon y beicon del aparador, Daniel corroboro lo que Samuel le habia contado al detective la noche anterior. Se sento a la cabecera de la mesa y concluyo diciendo:

– He advertido a lady Walsh de que podia estar en peligro… Y tambien a lady Wingate.

El rostro impasible de Mayne no reflejo la menor emocion.

– Lady Wingate… ?Ella es la razon de que mintiera sobre donde estuvo anteayer por la noche?

Daniel apreto la mandibula. No queria que aquel hombre supiera que habia tenido una aventura con Carolyn, pero como estaba claro que ella pensaba contarselo, no tenia sentido andarse con evasivas.

– En realidad, no le menti. Si que volvi a casa, pero despues me marche a casa de lady Wingate. No se lo dije porque mi vida privada no es de su incumbencia. Y tampoco queria que lady Wingate fuera objeto de habladurias.

– ?Estuvo alli toda la noche?

– Si, hasta el amanecer.

– ?Y lady Wingate corroborara su declaracion?

– Si.

Mayne observo durante varios segundos el pelo, todavia mojado, de Daniel.

– ?Y donde estuvo usted la noche pasada, lord Surbrooke?

El tono ironico del detective enojo a Daniel, quien le hizo esperar su respuesta mientras masticaba y despues tragaba un trozo de huevo.

– En el jardin de lady Wingate. Montando guardia.

– ?Y lady Wingate corroborara tambien su coartada?

– Ella no sabe que estuve alli.

– ?Lo vio alguien?

– No, pero mi mayordomo y mi criado saben que estuve alli.

– ?Porque lo vieron o solo porque usted les conto que estaria alli?

– ?Esta insinuando que estuve en otro lugar?

– Si me esta preguntando si he descubierto el cadaver de otra de sus anteriores amantes, la respuesta es que todavia no. -Levanto la taza de porcelana y miro a Daniel por encima del borde-. Sin embargo, el dia es joven.

– Emplearia mejor el tiempo si se dedicara a elaborar un plan para capturar al autentico asesino.

– ?Tiene usted alguna sugerencia?

– De hecho, si. Como usted sabe, los dos asesinatos tuvieron lugar durante o despues de una fiesta a la que yo asisti. Esta noche tengo pensado asistir a una velada en casa de lady Pelfield.

El interes brillo en los ojos oscuros de Mayne.

– Entonces, usted cree que es posible que nuestro hombre actue de nuevo esta noche. ?Lady Walsh y lady Wingate asistiran tambien a la velada?

– En cuanto a lady Walsh, no estoy seguro, aunque se trata de un gran evento, asi que es probable que lo haga. Y en cuanto a lady Wingate, se que tiene planeado asistir.

– Entonces podriamos utilizar a una de las dos como cebo.

– No. -La negacion sono brusca y contundente-. Decididamente no. -La idea de que un loco asesino siquiera tocara a Carolyn le producia un doloroso nudo en el estomago-. Estaba pensando que podriamos utilizar ayuda extra y estar todos mucho mas alerta. Y mantener muy vigiladas a las dos damas. En cuanto alguien intente estar a solas con una de ellas, habremos encontrado al asesino.

Mayne permanecio en silencio durante varios segundos, simplemente mirando a Daniel a traves de sus ojos oscuros e inescrutables. Al final, murmuro:

– ?Y si nos encontramos ante el caso del lobo que guarda las ovejas?

– ?Se refiere a si fuera yo quien intentara estar a solas con una de ellas? -Daniel se inclino hacia Mayne y entrecerro los ojos-. ?Y si el lobo fuera usted, senor Mayne?

Algo brillo en los ojos oscuros de Mayne, quien bajo la cabeza.

– Creo que va a ser una noche muy interesante.

Daniel bebio un sorbo de cafe, se limpio los labios con una servilleta y se levanto.

– Si no hay nada mas, desearia volver al jardin de lady Wingate.

Mayne tambien se levanto.

– Ire con usted. Me gustaria hablar con lady Wingate.

Acababan de salir al pasillo cuando Daniel oyo que la puerta principal se abria… Unos segundos mas tarde, Samuel le grito a Barkley:

– ?Tengo que hablar con el senor de inmediato!

El tono ansioso de su voz envio un escalofrio por la espina dorsal de Daniel, quien echo a correr hacia el vestibulo con Mayne pisandole los talones. Cuando Daniel vio los ojos desorbitados y la palidez de Samuel, su preocupacion aumento. Su criado respiraba con pesadez y estaba, claramente, alterado.

– ?Que ocurre? -pregunto Daniel con interes-. ?Y lady Wingate?

– Se ha ido, milor.

Daniel sintio que la sangre abandonaba su cabeza.

– ?Que quieres decir con que se ha ido?

Las palabras de Samuel salieron como en una cascada.

– Estaba vigilando el jardin de lady Wingate como uste m' ha bia ordenado. Al cabo d' un rato, Katie salio. M' habia visto por una ventana y queria saludarme. Nos pusimos a hablar y entonces ella me pregunto que estaba haciendo alli. Cuando le conte que estaba vigilando la casa por si el asesino merodeaba por alli, ella me dijo que no tenia que preocuparme, porque habian cogido al asesino.

Вы читаете Confesiones De Una Dama
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату