– No.

– Dejando a un lado el hecho de que eres americano -continuo Daniel como si Logan no hubiera hablado, - creo que Emily y tu sois perfectos el uno para el otro.

Tras varios segundos en los que Logan solo se lo quedo mirando, una extrana sensacion, que no podia ser mas que incredulidad, lo atraveso.

– Creo que te has vuelto loco.

– Y yo creo que los arboles no te dejan ver el bosque.

– Querras decir que el bosque no me deja ver los arboles.

Daniel miro al techo.

– Desde luego, los coloniales hablais de una manera… bueno, no importa. Lo que importa es que estes de acuerdo conmigo.

– Yo no he dicho que este de acuerdo.

– Porque Emily es una joven excepcional. Hermosa, educada y descendiente de una distinguida familia. Y por si eso fuera poco, tambien es inteligente, divertida y amable.

Algo que se parecia demasiado a los celos atraveso a Logan ante las alabanzas de Daniel a las virtudes de lady Emily.

– ?Amable? -repitio con un incredulo tono burlon. -Cuando sea amable conmigo, entonces lo creere. No es precisamente un secreto el hecho de que me considera un ser repugnante.

– Sin duda alguna tienes la suficiente experiencia con las mujeres como para saber que lo que dicen y lo que sienten no suele ser lo mismo en la mayoria de los casos.

La mano con la que Logan sostenia la copa de champan se detuvo a medio camino de su boca, y fruncio el ceno. Si, sabia que eso era cierto. Pero nunca habia considerado que ese pudiera ser el caso de lady Emily. Ni por asomo.

– Si es tan condenadamente maravillosa, ?por que no la elegiste a ella? -pregunto Logan, despues de tomar un sorbo de la burbujeante bebida.

– Si el destino hubiera obrado de manera diferente, quiza lo hubiera hecho. Pero resulto que me enamore de Carolyn la primera vez que la vi.

– Te aseguro que a mi no me ha pasado nada de eso con lady Emily.

– Quiza no al principio, pero he visto las chispas que saltan entre vosotros. Las vi en la boda de Gideon y tambien hace unos minutos en esta misma habitacion.

Logan se rio.

– De haber saltado chispas entre nosotros, te aseguro que habria sido como consecuencia de una irritacion extrema.

– No importa. Cualquier tipo de chispa puede encender un fuego, amigo mio. ?Te gustaria oir que mas pienso?

– No. ?Te gustaria acabar con un ojo morado? -pregunto Logan con fingida amabilidad mientras apretaba los dientes. -Porque me encantaria poder complacerte.

Daniel echo la cabeza hacia atras y rio.

– Oh, como sois los coloniales. Tan poco civilizados que resolveis las cosas a punetazos.

– Si, a diferencia de los civilizados aristocratas con vuestros duelos de pistola.

– Por supuesto. Ademas de batirnos en duelo, nosotros los britanicos disfrutamos haciendo apuestas. Supongo que recordaras la apuesta que hicimos hace ya unos meses, ?no?

Una sonrisa curvo los labios de Logan.

– Oh, si. Disfrute mucho cobrandome las cincuenta libras que perdiste cuando te enamoraste de una joven aristocrata.

Daniel asintio con la cabeza.

– Es cierto. No obstante, me referia a otra apuesta. La que vamos a hacer ahora mismo. Sobre si tu tambien acabaras enamorado de una joven aristocrata. -Daniel sonrio con arrogancia, y se froto las manos. -Por la manera en que mirabas a Emily antes, creo que no tardare en recuperar mis cincuenta libras.

Logan nego con la cabeza.

– Estas, como decis los britanicos, chiflado. No, mas bien estas como una verdadera cabra. ?Enamorarme yo? ?De esa florecilla altiva? Por Dios, me va a dar un ataque de risa.

– Eso es lo que te gustaria creer. ?Significa eso que estarias dispuesto a subir nuestra apuesta a cien libras?

– Por supuesto. -Logan meneo la cabeza. -No entiendo como puedes estar aqui disfrutando de la fiesta en vez de estar encerrado en la celda en un manicomio.

– Me dejan salir por las noches -dijo Daniel con ligereza.

Logan noto que la sonrisa no le llegaba a los ojos.

– Que sean doscientas libras.

– Hecho. Sera un placer para mi desplumarte.

– El placer sera mio.

Daniel nego con la cabeza.

– Ni hablar. He visto como la mirabas. Y como te miraba ella. -Se rio entre dientes. -Oh, esto va a ser muy divertido. Buena suerte, amigo mio. Ahora te dejo tranquilo. Por mi parte, hare una lista de las cosas que pienso comprar con esas doscientas libras.

Despues de darle a Logan una fuerte palmada en la espalda, Daniel se marcho.

Malditos e irritantes britanicos. ?De veras habia pensado que ese hombre le caia bien? ?Y que habia querido decir Daniel con eso de que habia visto como lady Emily lo miraba? Incluso mientras se decia a si mismo que no lo hiciera, Logan se volvio hacia las ventanas de la terraza, buscando a la dama en cuestion con la vista, solo para observar que ella ya no estaba en ese grupo. Escudrino la estancia con rapidez y la vio cruzar el pasaje abovedado que daba al pasillo. La observo detenerse y mirar a su alrededor, como si quisiera asegurarse de que no la veia nadie. Luego, Emily continuo su camino, con un aire tan inocente que Logan casi pudo ver un halo de santidad rodeandole la cabeza.

Pero lo que sin duda habia visto era ese picaro brillo en sus ojos.

Logan entrecerro los ojos mientras ella se escabullia por el pasillo. Y la misma pregunta que se hacia con frecuencia aparecio en su mente.

«?Que demonios estaba tramando Emily?»

No lo sabia, pero tenia intencion de averiguarlo.

Vestida con la capa, la mascara y los colmillos, y los falsos tirabuzones rubios colgandole sobre los hombros, Emily permanecia en las sombras tras la ventana de la terraza, inspirando profundamente para intentar tranquilizarse. Una rafaga de viento helado agito los voluminosos pliegues de la capa negra y removio algunos copos de nieve. Emily no estuvo segura de si el escalofrio que la atraveso era de frio, de anticipacion o de aprension. A pesar de ser una mujer de espiritu intrepido, en ese momento estaba muerta de preocupacion. No podia fallar. Habia demasiadas cosas en juego: la reputacion de su familia y su futuro financiero, asi como su propia felicidad. Aunque sabia que corria demasiados riesgos, eso era lo que debia hacer. Lo unico que podia hacer.

Una vez mas repaso mentalmente su plan y luego asintio con determinacion. Funcionaria. No podia ser de otra manera. No podia fallar. Y como mucho a la semana siguiente, todos sus problemas se habrian solucionado.

Emily metio la mano en el bolsillo de la capa y saco un frasquito lleno de sangre de pollo que habia sustraido de la cocina de su casa esa misma tarde. Sin embargo, cuando intento quitar el tapon de corcho, se le rompio. ?Maldita sea! No podia perder el tiempo.

Intento quitar el corcho roto, y cuando fracaso, lo presiono para meterlo dentro del frasquito, pero eso tampoco funciono. Alzo la vista y vio que Carolyn lanzaba miradas ansiosas hacia la ventana. Dandose cuenta de que no podia perder mas tiempo, volvio a guardar el frasquito en el bolsillo.

Habia llegado el momento de que comenzara la funcion. «Todo saldra bien.»

Con ese mantra resonando en su mente, se acerco a las ventanas de la terraza. Carolyn seguia junto al grupo de mujeres que Emily acababa de abandonar. Observo a lady Redmond, a lady Calven y a la senora Norris, tres de las mas celebres cotillas de la sociedad, y se felicito para sus adentros. Como extra, tambien lord Kaster estaba en

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