de quien y que era ella. Y de quien y que era el.

Y como esas dos realidades nunca iban o podrian, en modo alguno, converger.

Se aclaro la garganta y dijo a Colin:

– Ya tengo todo en la maleta, pero me gustaria disponer de unos minutos a solas con Emma, por favor.

– La esperare en el coche -dijo el asintiendo.

El criado tomo la maleta y lo siguio fuera de la habitacion.

En el momento en que la puerta se cerro tras ellos, Emma dejo escapar un largo suspiro y empezo a abanicarse con la mano.

– Maldita sea, creo que me va a dar un sofoco. ?No es el hombre mas atractivo que has visto en tu vida?

Sin poder contenerse, Alex dejo escapar un suspiro como el de Emma y a duras penas consiguio evitar abanicarse con la mano.

– Si -corroboro deseando fervientemente no hacerlo-. Es el hombre mas guapo que he visto nunca.

– Solo con mirarlo me he quedado sin respiracion. Me ha dejado petrificada, sin habla.

– Si, se exactamente a que te refieres. Pero a mi me has parecido tan franca como siempre.

– Oh, por supuesto, hablando con el tipo elegante ese si, pero no con el. -Y pronuncio la ultima palabra con una veneracion que Alex no le habia oido nunca antes-. Y hablando de ese tipo elegante… -Emma se callo de pronto y abrio los ojos de par en par-. ?Que??Era el de quien estabas hablando ahora mismo?

Alex, confundida, parpadeo. Estaba claro que Emma y ella habian tenido un dialogo de besugos y, como no tenia sentido alguno negar la afirmacion de Emma, asintio.

– Pero su criado es realmente atractivo -anadio, aunque, Dios Santo, apenas se habia fijado en el.

Alex noto como la cortina que servia para dividir la habitacion se movia ligeramente y, al darse la vuelta, pudo ver por un instante una cara sucia que se escondia de nuevo detras de la cortina.

– Ven aqui, Robbie -dijo.

Unos segundos mas tarde, el nino salio arrastrando los pies. Se detuvo frente a Alex y dijo rapidamente:

– Ese era el tipo del que le hable, el que estuvo aqui antes.

– Si, lo se y he hablado con el de eso. No volvera a venir sin invitacion. Imagino que has oido todo, ?verdad?

Asintio y levanto la vista mirandola con unos ojos que reflejaban que estaba receloso y claramente ofendido.

– Deberia haberme dicho que estaba en peligro, senorita Alex. Yo la habria protegido.

A Alex se le encogio el corazon, se agacho y puso las manos sobre los delgados hombros del pequeno.

– Lo se. Y harias un estupendo trabajo. Pero no puedo arriesgarme a que alguien te haga dano a ti, a Emma o a los demas. Necesito que vigiles a los otros y a Emma tambien. ?Podras hacer eso por mi?

Fruncio el ceno, asintio sacudiendo la cabeza y luego dijo en tono acusador:

– Iba a marcharse sin decirme adios.

– Robbie, no me marcho. Simplemente voy a estar en otra parte de Londres por un tiempo.

– El sitio donde vive el tipo ese rico -dijo con la voz llena de amargura y la barbilla temblorosa-. Se acostumbrara a la buena vida y se olvidara de nosotros.

Dios mio, ese nino lanzaba los dardos directamente al corazon. Alex tomo su pequena y sucia cara entre las manos y le dijo:

– Nunca podria olvidarme de ti, ni de Emma, ni de los demas. Pienso en vosotros constantemente. Siempre estais aqui… -Se puso la mano en el corazon-. Dentro de mi. Sois parte de mi. Solo estare fuera unos dias. Cuando vuelva, nos tomaremos un plato entero de galletas, solos tu, yo y Emma, y te contare todo lo que ha pasado.

– ?Prometido?

– Prometido.

Robbie, respiro hondo y temblorosamente, y despues se lanzo a los brazos de Alex rodeandole el cuello con sus bracitos. Alex lo abrazo con fuerza, saboreando la sensacion pues no era un nino prodigo en muestras de carino. Enseguida se aparto y ella se lo permitio.

– Ahora tomate la naranja y marchate -le dijo estirandole suavemente de la barbilla.

El nino corrio hasta la mesa donde habia un monton extra de naranjas y cogio la de encima de todas. Despues se fue caminando hasta la puerta, la abrio y se marcho tras echar un ultimo vistazo por encima del hombro y hacer un saludo de despedida.

Cuando la puerta se cerro, Alex y Emma intercambiaron una mirada.

– Cuidare de el, Alex.

– Lo se.

– Y hablando del tal lord Sutton… ?ha estado aqui hoy?

– Si.

– Asi que sabe que no estas casada. -La mirada de Emma estaba cargada de preocupacion-. He visto como te miraba, Alex. Como si tu fueras un sabroso trocito de pan y el un hombre muerto de hambre.

Deberia haberse sentido consternada y, sin embargo, su corazon dio un brinco de emocion.

– Sabes que un hombre como el se limitaria a tomarte y abandonarte, lo mas probable con su hijo en tu vientre.

– ?Un hombre como el?

– Un tipo elegante -dijo Emma tras un resoplido de exasperacion-. Su placer es lo primero. Presta atencion a mis palabras, esta acostumbrado a obtener lo que quiere, sin importarle lo que pueda suponer para los demas, y te quiere a ti.

– Estoy de acuerdo contigo en que mucha gente de la alta sociedad es asi, pero el tiene algo mas. Mucho mas -dijo Alex suspirando muy hondo y pregunto-: ?Que pasa si te digo que yo tambien lo quiero a el?

Emma fruncio el ceno considerando la posibilidad con Caridad.

– Sabes que te rompera el corazon -dijo finalmente.

– Si.

– Bueno, entonces supongo que debes decidir si merece la pena el dolor que padeceras cuando te lance a la basura como si fueses las sobras del dia anterior. Porque sabes que eso es lo que hara.

– Si, lo se -dijo Emma asintiendo y haciendo una mueca de dolor ante la idea.

– En mi caso, yo estaria aterrorizada ante un tipo elegante como ese. Esos ricachones son tipos raros. Pero solo con que su criado me hiciese una senal con el dedo, seria incapaz de resistirme, o no querria. Y puesto que trabaja en una casa elegante, no te quepa la menor duda de que tambien me lanzaria a la basura como si fuese las sobras de ayer, y, solo estoy suponiendolo, creo que mereceria la pena que me rompiese el corazon. -Emma apreto la mano a Alex-. Haz lo que creas que es mejor para ti. Sabes que yo te querre pase lo que pase y que cuando se haya ido, te ayudare a recuperarte.

Alex sintio que un estremecimiento de fiero y poderoso amor le recorria el cuerpo y abrazo a Emma.

– Gracias. Ahora lo que queria decirte…

Rapidamente dio a Emma la direccion de la casa de Wexhall y le explico el deseo del doctor Oliver de comprar naranjas para su esposa.

– Ven manana, si traes la mochila para Jack, yo se la entregare.

– Alli estare, con montones de naranjas y no te preocupes por Jack. Puedo ocuparme de su entrega hasta que vuelvas a casa.

Alex empezo a caminar de un lado a otro; no podia estarse quieta.

– Pero te dejo con toda la cocina, los ninos, y ?que pasara con tus lecciones de escritura y de lectura?

– Todo estara aqui cuando vuelvas. De lo unico que tienes que preocuparte es de tu seguridad. -Y con los ojos brillantes anadio-: Y quiza del modo de conseguir que me encuentre con el criado de tu tipo elegante.

A pesar de sus preocupaciones, Alex sonrio.

– Vere que puedo hacer.

Dos horas mas tarde, Alex se encontraba en la mansion Wexhall, en un dormitorio en el que nunca habria imaginado que dormiria. La bella esposa del doctor Oliver, tan elegante como impresionante, lady Victoria, la habia acompanado hasta la habitacion hacia un cuarto de hora y antes de marcharse habia dicho a Alex que la cena se servia a las ocho.

Вы читаете Un Romance Imposible
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×