dibujo un rastro humedo sobre el abdomen de Allie, y luego se hundio en su ombligo. Al notarlo bajar, Allie abrio los ojos y se apoyo en los codos. Robert estaba arrodillado en el suelo jugueteando con los rizos de su entrepierna. Allie vio que tenia los hombros desnudos, indicacion clara de que se habia desvestido. Sus ojos se encontraron, y Allie sintio que el pulso se le aceleraba al ver su intensa expresion.

– Abre las piernas para mi, Allie.

Mirandole fijamente a los ojos, Allie le obedecio. Abrio las piernas mientras el corazon le latia locamente en espera de lo que se avecinaba. Robert coloco las manos bajo ella, sujetandole las nalgas, luego se inclino lentamente, alzandola.

El primer roce intimo de la lengua sobre su carne femenina le provoco un grito que no pudo contener. Los brazos no pudieron sujetarla mas y se dejo caer sobre la cama, atrapada en un torbellino de intensas sensaciones, mientras el la adoraba con la boca y la lengua, lamiendo, besando, jugueteando, aumentando la presion hasta que un prolongado e irreprimible gemido la sacudio. En busca de un punto de apoyo, se aferro al cubrecama mientras oleada tras oleada de placer la atravesaban.

Parecia que sus contracciones internas, desgarradas y prolongadas, acababan de amainar cuando, sumida en un sopor flacido, noto que la movia, la alzaba y la colocaba en el centro de la cama. Sin darle tiempo ni a respirar, el la penetro de una sola e impresionante embestida.

– Mirame -susurro Robert.

Allie consiguio abrir los ojos. La expresion de Robert era tensa de deseo, los ojos casi negros de excitacion.

– Allie -susurro. Y la beso profundamente, su lengua se unio a la de ella. El aroma y el sabor del almizcle femenino mezclados con la fragancia masculina propia de el inundaron los sentidos de Allie. Y la magia comenzo de nuevo. Le rodeo la cintura con las piernas, agarrandose a los hombros, y se entrego a los embates cada vez mas urgentes. Los labios de Robert resbalaron de los suyos y oculto el rostro en el cuello Allie.

– Ahora -murmuro el, acabando en un gemido-. Dejate ir conmigo. Ahora.

El orgasmo la recorrio, haciendola gritar de placer. Robert la embistio una vez mas, apretandola con fuerza contra su pecho humedo, y hallo su propia liberacion. Luego, antes de que el corazon de Allie tuviera tiempo de recobrar un ritmo normal, Robert hizo que se pusieran de lado. Aun intimamente unidos, Allie se acurruro contra el pecho de el, deleitandose con el sonido y la sensacion de los freneticos latidos contra su mejilla.

Cuando por fin su respiracion regreso a la normalidad, Allie dejo escapar un prolongado suspiro de satisfaccion y se aparto para mirarlo. Robert estaba tan quieto que Allie penso que se habia dormido. Pero se encontro mirando unos ojos azul oscuro. Unos ojos azul oscuro muy serios. Demasiado serios.

Allie sintio la necesidad de aligerar la situacion, porque veia en su mirada sentimientos y emociones a los que no estaba preparada para enfrentarse. Pero antes de que pudiera pronunciar ni una palabra, Robert le cubrio la mejilla con la mano y dijo las palabras que ella mas temia. Las palabras que acabarian con su relacion.

– Te amo, Allie.

19

Robert miro los ojos marron dorado de Allie y repitio las palabras que ya no podia seguir reteniendo en el corazon.

– Te amo -susurro.

Una sensacion combinada de calma y euforia lo invadio al decir finalmente las palabras con que iniciarian un futuro juntos. Aparto un enredado mechon castano que le caia sobre la mejilla y la miro, esperando una respuesta, esperando oirle repetir las mismas palabras.

Pero en vez de eso, el color desaparecio de las mejillas de Allie y todo rastro de calor se evaporo de sus ojos, dejando tan solo una mirada sombria, mientras su cuerpo se tensaba entre sus brazos y dejaba de responderle.

Allie se escabullo de su abrazo, y aunque el mayor deseo de Robert era tenerla entre sus brazos, la dejo alejarse. Con pasos inseguros, Allie hasta el armario y saco una sencilla bata de algodon. No se volvio hacia el hasta que hubo atado firmemente el cinturon. Robert tardo unos segundos en ponerse el batin y luego se sento en el borde de la cama. Cuando finalmente Allie lo miro, Robert se quedo estupefacto ante su expresion.

Estaba sonriendo. Pero no la sonrisa alegre que el habia esperado. Era una especie de sonrisa indulgente… de las que el ponia cuando Emily o James le tiraban de la mano para que se uniera a sus juegos.

– Te lo agradezco. Sin embargo, todo el mundo sabe que no se debe tomar en serio nada de lo que se dice en momentos de pasion.

Anonadado, Robert no pudo mas que mirarla durante varios segundos. Luego, cuando pudo confiar en su voz, se puso en pie y cubrio la distancia que los separaba con tres largas zancadas. La agarro por el hombro y abrio la boca para hablar, pero ella le coloco los dedos sobre los labios.

– No lo vuelvas a decir, por favor.

Robert movio la cabeza para apartar los dedos mientras luchaba por contener la intranquilidad y la impaciencia que sentia.

– ?Y por que demonios no?

– Porque esas palabras son… incomodas entre dos personas que solo son amantes. -Robert sintio que las palabras se le clavaban como un punal. Antes de poder recuperarse, Allie prosiguio-: Y seria muy desaconsejable que creyeras que me amas. Dada nuestra situacion, debes sacarte esa idea de la cabeza.

Robert le aferro el hombro con mas fuerza.

– No es que crea que te amo. Lo se. Con absoluta certeza. -Allie alzo la barbilla y arqueo las cejas.

– ?Y como es posible? Casi no me conoces.

Robert no podia decidir si se sentia anonadado o furioso. La miro fijamente a los ojos. ?Era un destello de temor lo que veia? ?Tenia miedo de lo que el sentia? ?O era a sus propios sentimientos a los que temia?

– Teniendo en cuenta como hemos pasado el rato en este dormitorio -dijo Robert, obligandose a hablar con voz calmada-, creo que te conozco perfectamente.

Las mejillas de Allie se sonrojaron.

– Creo que estas confundiendo el amor con la lujuria.

Ahi estaba de nuevo, ese destello de temor en los ojos. Robert sintio que parte de la tension le abandonaba los hombros. Simplemente estaba asustada, sin duda porque su relacion habia avanzado de forma muy rapida. Solo necesitaba que la tranquilizaran. Era totalmente comprensible.

– Allie-dijo con la mirada clavada en la de ella, para que pudiera leer la sinceridad de sus palabras-. No puedo negar que despiertas mi lujuria. La pasion. Pero no estoy confundiendo eso con el amor. Quiza me he precipitado al decirte lo que siento, pero no podia ocultarlo por mas tiempo. -Le acaricio el rostro con la yema de los dedos-. Te aseguro que «te amo» no son palabras que digo a la ligera o con frivolidad. Es mas, excepto a mi madre y a mi hermana, nunca se las he dicho a ninguna otra mujer.

– Se tarda mas de una semana en enamorarse, Robert.

– No estoy de acuerdo. Existen mujeres a las que conozco hace meses, anos incluso, y que nunca me han inspirado ni una fraccion de lo que senti por ti desde el momento en que te vi.

El rostro de Allie adquirio una expresion casi desesperada.

– Robert, creeme. No… no sabes nada del amor.

– Permiteme disentir. Lo se todo del amor. He vivido con el, lo he sentido, todos los dias de mi vida. Mira a mi familia, no puedes haber pasado una hora en su compania y pensar que no se lo que es el amor. Me parece que la pregunta es: ?sabes tu lo que es el amor?

Los ojos de Allie perdieron toda expresion.

– Si. Lo supe una vez. Y fue suficiente.

Robert nego con un firme movimiento de cabeza.

– Eso no era amor. Eso era una adoracion unilateral hacia un supuesto heroe de la que alguien se aprovecho de la manera mas despreciable. Eso eran mentiras y enganos. El amor es compartir. Es felicidad y risas.

– No, el amor es una agonia. Y no quiero volver a tener nada que ver con el. -Le temblaba el labio inferior y su actitud se volvio suplicante- Robert… por favor. No quiero herirte.

Вы читаете Un Romance Imprevisto
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×