– No. -Thomas miro por encima de su cabeza, observando la zona-. ?Tienes novio? -pregunto como si no le importara lo mas minimo-. ?Estas viendote con alguien?

– No, ?tu?

– No en este momento.

Brina tropezo con una piedra escondida bajo la nieve y se sujeto a su brazo para no caerse.

El la observo por encima del hombro.

– Tan llena de gracia como siempre, veo.

Brina le miro a la cara. Era verdad. De nina nunca tuvo mucha coordinacion a diferencia de como era ahora, Thomas tampoco habia sido perfecto. Ella aparto sus manos de el, quiza el tambien necesitaba recordar.

– ?Que le paso a tu uniceja?

– Lo mismo que le paso a la tuya. -Thomas se paro y senalo hacia la derecha-. Creo que es por alli.

Totalmente sin sentido de la orientacion, Brina le siguio por el pequeno prado. El se detuvo y miro a su alrededor, entonces la llevo por un pequeno camino bloqueado por los densos pinos.

La nieve crujia bajo sus botas mientras andaban unos quince metros y de pronto los arboles se esparcieron, llegaron a un pequeno claro en donde la nieve les volvio a cubrir los tobillos.

– Ahi esta -dijo Thomas senalando a un pino que estaba justo frente a ellos.

Brina se acerco un poco y contemplo los viejos y deteriorados tablones de su fuerte. Las escaleras ya no estaban y varios tablones se habia roto y caido al suelo.

– Parte de el todavia esta en pie, asi que supongo que la apuesta ha quedado en tablas.

Thomas se puso detras de ella.

– O los dos hemos ganado la mitad del premio. -Deslizo sus manos sobre sus hombros y luego por las mangas de su chaqueta de esqui-. Pagare por media botella de champan y yo obtengo la mitad de lo que quiero.

Brina se volvio y le observo la cara, la sombra de los arboles creando una sombra sobre su frente.

– ?Y es?

Thomas la acerco a el y dijo en un susurro.

– Quiero la mitad de ti.

Debia de estar bromeando, por supuesto.

– ?Que mitad? -pregunto

– La de arriba -el puso la mano en la parte de atras de su cabeza y acerco su cara hacia la suya-. O quiza tome la parte de abajo. -Su aliento rozandola los labios-. Siempre he querido echar un buen vistazo a la parte de abajo.

A Brina se le corto la respiracion en la garganta, junto a su nerviosa risa. Quizas no estaba bromeando.

– Aparta las manos de mi trasero.

El se rio suavemente junto a su boca.

– ?Quieres apostar a que te hago cambiar de opinion?

No espero a que le respondiera para besarla. Entreabiertos, sus labios se posaron en su boca, mandado ardientes escalofrios por la espalda.

Brina deslizo las manos por sus hombros hasta la parte de atras de su cuello. Se puso de puntillas y se apoyo contra su pecho.

– Estoy tan contenta de estar aqui contigo -susurro y le toco con la punta de la lengua sus ardientes labios.

A pesar de los guantes, el enterro las manos en su pelo, le echo la cabeza un poco para atras dejando la boca abierta un poco mas, pero en lugar de darle un beso explosivo, le succiono suavemente el labio inferior. Con cada lametazo de su boca, ella sentia un apreton en los pechos, entre las piernas… y en su corazon. Sus ojos se cerraron y ella dejo que las sensaciones se apoderaran de ella como miel caliente, espesa y dulce.

Este no era el chico que ella conocia. El hombre que la derretia en medio del invierno sabia lo que queria, sabia lo que estaba haciendo, sin dar rodeos, con las ordenes de su boca. Lo habia hecho antes y era muy, pero que muy bueno creando seductores pensamientos en su cabeza. Este Thomas era alguien a quien nunca habia conocido. Alguien que hacia que se desesperara por tocarlo a traves de la ropa. Se quito los guantes y los dejo caer al suelo. Desnudos ahora, sus dedos le peinaron el cabello. Frio y sedoso, se rizaba sobre sus nudillos y le hacia cosquillas en las palmas.

Thomas le inclino la cabeza hacia un lado y presiono mas sus labios contra los de ella. Su boca se abria y cerraba, y se volvia a abrir imitando la de un hombre hambriento. Su lengua se deslizo en su boca para un combate sexual, devorandola y creando una fuerte succion. Le dio un beso largo y duro, sus lenguas tocandose, explorando sabores y texturas hasta que un gemido le salio de las profundidades del pecho. Se aparto un poco y la contemplo, su respiracion era entrecortada mientras intentaba meter aire en sus pulmones.

No, este no era el Thomas que no habia hecho nada mas que cogerla de la mano y besarle los labios. Este Thomas la miraba con pasion, dejandola ver exactamente que era lo que el queria. Que queria algo mas que cogerla de la mano, y desde algun lugar, en donde se almacenaban antiguos recuerdos y sentimientos, en algun lugar cercano a su corazon, el pasado y el presente se entrelazaban en un lio de confusas emociones, y el chico al que habia querido, pronto se estaba convirtiendo en el hombre del que se podia enamorar.

– ?Recuerdas todas las veces que fui a tu casa? -le pregunto con una voz aspera-. Tu madre abria la puerta y yo le preguntaba si podias jugar.

Mmm… hmm.

El se mordio con la boca el dedo corazon de cada mano enguantada y se quito los guantes que cayeron al suelo

– ?Que dices Brina? -el fue a por la cremallera de su traje de esqui y la miro a los ojos. No pidio permiso, pero ella sabia que le podia parar si queria-. ?Quieres jugar?

– ?Que tienes en mente? -pregunto a pesar de que se figuraba que ya lo sabia.

– Algo de esto…

Lentamente le bajo la cremallera hasta la mitad del pecho. El aire frio choco contra su ardiente piel, la cual se tenso y los pezones se endurecieron, casi hasta un punto doloroso. El la seguia mirando a los ojos mientras cogia los bordes de su traje y los bajaba un poco.

– … un poco de eso.

Brina contuvo la respiracion y espero. Varios prolongados momentos pasaron mientras el deslizaba la vista por su barbilla, hacia su cuello y bajaba hasta su sujetador. De repente todo en el se quedo quieto, parpadeo dos veces y sacudio su cabeza como si se hubiera sorprendido.

– ?Jesus! No llevas camiseta.

– ?Debia de hacerlo?

– Supongo que no -dijo mientras deslizaba sus manos dentro de su traje. Las calientes palmas la tocaron el estomago y luego subieron hasta rodear sus pechos-. Quiza no creciste hasta despues del instituto, pero la espera merecio la pena. Eres perfecta.

A Brina la respiracion se le agolpaba a la vez que ponia los pechos en sus manos y se acercaba para besarle la barbilla. Le puso a un lado el cuello de su chaqueta y bajo un poco la camiseta. Contra la caliente piel de su garganta, ella presiono sus labios mientras le saboreaba.

Thomas se inclino un poco sobre sus rodillas, la agarro por la parte de atras de los muslos y enlazo sus piernas alrededor de su cintura. Con dos largos pasos le aprisiono la espalda contra el arbol y atrajo su cara a la suya. Instantaneamente su boca estaba sobre la de ella, caliente y carnal, no habia dulces besos esta vez, no estaba jugando. Aparto las cremalleras y sus manos ocuparon el espacio. Sus pezones rozaban el centro de sus palmas, lo dedos presionando los pechos. Thomas introdujo la lengua en su boca y presiono su pelvis contra su centro. A traves del GoreTex y el nylon, ella le podia sentir, largo y duro, y apreto sus piernas mas alrededor de sus caderas. El abrio las piernas y movio la boca hacia su barbilla y cuello. Le beso la garganta y la cima de los pechos.

Brina arqueo la espalda, presiono sus hombros contra el arbol y entrelazo sus dedos en su pelo.

La punta de su lengua trazo el borde de su sujetador hasta el centro y deslizo los labios hacia la zona mas llena de sus pechos.

Una parte de ella sabia que no debia permitir esto, que estaba mal, pero no estaba arrepentida. Se sentia bien.

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