por Thomas Mack.

El extendio los dedos sobre la parte delantera de su traje y le hablo al oido.

– Tu pelo huele a pina colada. En el instituto olia a champu de bebe.

El calor de sus palabras se deslizo por el cuello de Brina y las puntas de sus esquis se cruzaron. Los tacones de sus botas se elevaron y ella se fue hacia delante. Thomas intento agarrarla del cinturon, «Mierda» maldijo a la vez que los dos se caian al suelo en un lio de piernas, brazos, esquis y bastones. Cayo encima de ella y el aire abandono sus pulmones mientras los dos se deslizaban unos tres metros antes de pararse en la mitad de la pista.

– ?Brina?

Ella levanto su cara de la nieve.

– ?Si?

– ?Estas herida? -pregunto a la vez que quitaba su peso de encima de ella.

Brina habia perdido los bastones y los esquis en algun momento de la caida y se giro para tumbarse boca arriba mientras Thomas se elevaba por encima de ella, por lo que le dio con el codo en el pecho. A el todavia le quedaba un esqui, el cual estaba justo encima de su pie. Thomas se quito las gafas de los ojos y se las apoyo en la cabeza.

– Estoy bien -respondio Brina-, solo me he quedado un poco sin aire.

El sonrio, haciendo que aparecieran unas arrugas al lado de sus ojos azules.

– Fue una buena caida.

– Gracias. ?Estas herido?

– Si lo estuviera, ?me darias un beso para que estuviera mejor?

– ?Sobre que? ?Que tengo que besar?

El solto una risita y le toco la cara.

– La frente -dijo.

Brina le puso su enguantada mano en la mejilla y le beso justo entre las cejas.

– ?Mejor?

Le miro a los ojos y sus labios rozaron los suyos mientras asentia.

Mucho.

A Brina se le quedo el aire en el pecho, la boca abierta mientras esperaba su beso. En cambio, el se puso de rodillas y se giro hacia los arboles, donde unas adolescentes pasaron a su lado esquiando.

– Estas de suerte -dijo mientras se ponia de pie.

El aire frio y la decepcion enfriaron la ardiente anticipacion que habia hecho que su presion sanguinea se alterara. Casi la habia besado, ?no?

– Lo se -dijo esperando que el no se diera cuenta de la confusion de su voz-. Me podria haber roto la pierna otra vez -dijo mientras se sentaba y buscaba los esquis.

– No me referia a eso -dijo bajandose las gafas y cubriendose los ojos-. Te recogere el equipo.

Mientras Thomas recogia las cosas, Brina se sacudio la nieve de los guantes a la vez que se preguntaba que habria querido decir el. Cuanto mas tiempo pasaba con Thomas, mas confundida se sentia. La ayudo con los esquis y cuando estuvieron listos, el esquio a su lado esta vez. Le decia cuando necesitaba girar y cuando por fin llegaron abajo solo se habia caido dos veces mas.

Mientras esperaban en la cola del telesilla, Thomas le daba instrucciones sobre como usar mejor los esquis y la entretenia con historia de la vez que habia chocado con una «galleta muerta» y se habia caido con el «culo sobre los codos» por la montana. Entraron en una agradable conversacion, como la que comparten dos personas que se conocen bien pero que han cambiado con el tiempo. Habian crecido en direcciones diferentes pero todavia seguian unidos profundamente, donde la memoria guardaba maravillosos regalos que esperaban volver a ser reabiertos.

Brina escuchaba el sonido de su voz y su profunda risa y penso que seguramente podria oirle durante toda su vida. Por primera vez desde que habia entrado en su habitacion esa manana, se sentia relajada por completo. Hasta que Holly Buchanan fue hacia ellos como si fuera campeona olimpica y creando una nube de nieve al pararse, su traje de una pieza cinendose a sus curvas como si fuese una Barbie. Solo Holly podia parecerse a las que acompanaban siempre a Hugh Hefnier [3] mientras que Brina parecia como si estuviera repartiendo huevos pintados.

– Pense que nos ibamos a encontrar en la parte de atras -le dijo Holly a Thomas sin molestarse en mirar a Brina.

Habian pasado diez anos pero algunas cosas no cambiaban. Brina tenia una vida que le encantaba y un trabajo que disfrutaba. Era feliz y triunfadora, pero estar junto a Holly todavia la hacia sentir insignificante.

– Estoy ensenando a Brina a esquiar.

Finalmente, detras de las lentes azules de sus gafas, Holly desvio su atencion a Brina y esta se sintio como si volviera a estar en septimo curso.

La perfecta Holly Buchanan la miraba como si fuera algo que no mereciera hacerla perder el tiempo, y como en septimo curso, Brina casi esperaba que Holly la observara por encima de la nariz y le preguntara si habia comprado toda su ropa en Sears.

– Mark me dijo que habias cambiado -dijo Holly y volvio a centrar su atencion en Thomas-. Deberias venir, todo el mundo esta alli. Alguien abrio las verjas y todo el mundo esta haciendo carreras de slalom.

– Quiza mas tarde -le dijo Thomas mientras el y Brina avanzaban un poco mas en la cola del telesilla.

Holly avanzo con ellos.

– Oh, bien -miro a Brina otra vez como si finalmente se diera cuenta de ella y viera algo inesperado. Una amenaza-. Es muy divertido, tu tambien deberias venir.

Brina sacudio la cabeza.

– No lo creo.

Ella y Thomas se pusieron en posicion para montarse en la silla siguiente. Puso los bastones en la mano que quedaba dentro de la silla y miro por encima del hombro. Cogio la silla junto a Thomas y esta los elevo del suelo dejando a Holly detras.

– Wow, eso si que era una figura -dijo Brina mientras Thomas bajaba la barra de proteccion.

– Si, el yoga te ayuda.

Una furia incomprensible hizo que Brina frunciera el cejo y se ajustara los bastones a las manos.

– No tienes que esquiar mas conmigo. Puedes esquiar con ella si quieres.

– Ya lo se.

Brina volvio la cabeza y estudio los arboles. Queria decirle que Holly era una buscona.

– Asi que… ?realmente ella se puede transformar en una cabra?

Como el no respondio le miro. Estaba mirando al frente, como si ella no le hubiera hecho una pregunta.

– ?Cual es el problema? ?Te da verguenza?

?Por que tendria que estar avergonzado?

– Porque has tenido una relacion sexual un poco extravagante con Holly Buchanan. Yo estaria avergonzada si fuera tu.

– ?Por que? ?Eres una puritana? ?Has tenido alguna vez una relacion sexual extravagante?

No estaba segura. Una vez lo habia hecho en un bano publico con un antiguo novio.

– Por supuesto.

Finalmente la miro, pero sus gafas de sol le impedian ver sus ojos.

– ?Como de extravagante?

No se lo queria decir.

– Lo que yo pensaba, eres una puritana.

– No lo soy

Por encima de sus gafas, una oscura ceja elevo la frente en un gesto dudoso…

– ??No lo soy!! -insistio Brina-. Puedo volverme extravagante -y con enfasis anadio-: Extremadamente extravagante.

El elevo la otra ceja.

– Cuentamelo.

Вы читаете Ahora Y Siempre
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×