– ?Que es raro?
– Que Martha se enfade tanto cuando alguien quiere mirar a los cachorros. Mi madre era todo lo contrario. Me dejo sin importarle quien iba a cuidar de mi.
– Eso no es asi, Sammy. Si le importaba. Sabia que te quedabas conmigo y que yo te queria como un padre desde el primer dia.
– Yo estaba hablando de las mujeres. Como Martha y mama. Martha protege a sus cachorros, pero mi madre no quiere protegerme a mi. Sera que las madres humanas no son como las madres animales, ?no?
– Yo creo que todo el mundo intenta hacerlo lo mejor posible y, a veces, se equivocan. Pero no es que no lo intenten.
Sus esfuerzos por filosofar eran demasiado complicados para Sammy.
– Pues yo creo que Lexie mataria a alguien que se acercara a sus ninos.
– Matar es una palabra muy fuerte, renacuajo.
– Si, bueno. Y, ademas, ella es muy pequena. Y patosa. Pero cuando estamos dando un paseo y
– Esta noche tienes unas ideas muy interesantes -sonrio Cash. En ese momento sono el telefono.
– ?Yo contesto! -grito el nino, saltando por encima del sofa-. Refugio McKay, digame.
Cash volvio a sonreir, mientras se levantaba para quitar vasos y papeles de la mesa.
– Si, esta aqui. No se preocupe, voy a llamarla. No cuelgue, ?eh? No cuelgue, vuelvo enseguida -estaba diciendo Sammy. El tono del nino era tan raro que Cash levanto la mirada-. Tengo que encontrar a Lexie ahora mismo. Es una chica y esta llorando. Dice que es hermana de Lexie.
– Ve a buscarla, hijo. Corre.
Unos minutos antes, Lexie estaba en su habitacion quitandose las zapatillas. No habia nada raro en eso. Pero no podia precisar el momento exacto en el que se habia tumbado sobre la cama y se habia puesto a cantar a voz en grito una vieja cancion.
La emocion que la recorria era muy antigua. Felicidad. Estaba viviendo un sueno. Tenia que admitirlo. No habia pensado que durase, pero cada vez que cerraba los ojos, recordaba a Cash corriendo tras ella en la biblioteca y seduciendola entre las estanterias. O ella, acorralandolo en el salon de masajes y seduciendolo sobre la camilla. El dia anterior, jugando al escondite en el bosque y volviendo al refugio cubiertos de hojas.
Y no era solo sexo. Hacer el amor con Cash era algo magico. Jugar con Sammy y Cash en el bosque, tumbarse sobre la hierba con los cachorros de Martha…
Lexie abrio los ojos de golpe. Nunca se habia sentido tan amada y nunca habia amado a nadie como lo amaba a el.
Aquello no podia durar.
Sabia que no podia quedarse alli y sabia que se le romperia el corazon en pedazos. Pero no le importaba.
Cada minuto que pasaba con ellos valia la pena. No cambiaria un segundo de los que habia pasado con Cash por todo el oro…
En ese momento, alguien llamo a la puerta.
– ?Voy! -grito, saltando de la cama.
– ?Lexie, soy yo! ?Te necesito! -escucho la voz de Sammy.
Lexie abrio la puerta, asustada.
– ?Que pasa, Sammy?
– Tu hermana esta al telefono. Esta llorando y le he prometido venir a buscarte y…
– ?Ha dicho su nombre? Tengo dos hermanas -dijo Lexie, tomando al nino de la mano antes de salir corriendo por el pasillo. Estaba preocupada por lo que pudiera pasarle a su familia, pero Sammy parecia tan afectado y tan orgulloso de haber sido el quien fuera a buscarla…-. No se como darte las gracias por venir a buscarme.
– Cash y yo hubieramos puesto patas arriba el refugio para encontrarte -dijo el nino-. ?Cash! ?La he encontrado!
– Sea lo que sea, no te preocupes. Yo estoy aqui -dijo Cash entonces, dandole el telefono.
– ?Freda? Si, soy yo. Calmate. Si, claro que recuerdo… pero, ?como has hecho eso…? No entiendo como te has arriesgado de esa forma sin consultarme. Deja de llorar, Freda. Yo lo arreglare, te lo prometo. No pasa nada -Lexie tenia un nudo en el estomago. Su peor pesadilla era que alguien de su familia tuviera problemas y ella no pudiera ayudarlo-. No seas tonta. Yo arreglare lo de esas acciones… Pero no vuelvas a comprar nada sin consultarme. No, en serio. No sigas preocupandote. Ni siquiera sigas pensando en ello. Muy bien, deja de llorar. Te quiero mucho, Freda. Te llamare manana.
La tranquilizaba saber que podia ayudar a su hermana. Pero Lexie sentia que se le encogia el corazon. Cuando miro a Cash, sus ojos se llenaron de lagrimas y tuvo que sentarse.
– ?Que te pasa, Lexie? -escucho la voz del nino-. ?Que te pasa?
– Respira profundamente, mi amor. No pienses, no hables -dijo Cash, tomando su mano-. Sammy, esta bien, no te preocupes.
– Estoy bien -intento decir ella.
– Keegan va a preparar galletas y pasteles esta noche. ?Quieres ayudarlo, hijo?
No iba a enganar a Sammy con eso y Cash lo sabia.
– No quiero dejar a Lexie.
– Yo la cuidare.
– Estoy bien. ?Lo ves? Solo tengo que sentarme un ratito.
– ?Que ha pasado? -pregunto el nino, sentandose a su lado en el sofa-. Se que es algo de tu hermana.
– Es un poco dificil de explicar y te aburriria -dijo Lexie, intentando calmarse.
– No me voy a aburrir. Cuentamelo.
Le seguian sudando las manos y le dolia la cabeza, pero hablar de aquello la tranquilizaria.
– Mi hermana ha comprado unas acciones sin consultarme y ha perdido mucho dinero. Es un juego del mercado. Son acciones a la baja, que se compran un ano y se venden por un poco mas al ano siguiente, pero esta vez no ha funcionado. ?Me entiendes?
– Creo que si -contesto el nino.
– Mi hermana Freda no entiende nada sobre el mercado de valores y ha creido que podia invertir sin consultarme -siguio diciendo Lexie-. No habia razon para estar tan asustada, pero pensaba que lo habia perdido todo…
– Ya entiendo.
– Yo comprare esas acciones y problema solucionado.
– Pero si es tan facil, ?por que te has puesto a llorar? -pregunto el nino.
Porque el sueno habia terminado.
El hechizo se habia roto.
La llamada de su hermana habia hecho que Lexie volviera a la realidad. Y dolia.
No habia nada que ella pudiera hacer alli. No podia ayudar a Cash o Sammy y no habia sitio para ella en sus vidas. Escalar montanas no se le daba bien.
Solo podia culpar a una persona por haberse dejado involucrar de tal forma. A ella misma. Habia querido importarle a alguien.
Habia esperado cambiar la vida de alguien. Pero era una estupidez por su parte pensar que tenia un sitio en la vida de Sammy y menos en la vida de Cash.
Era el momento de volver a casa. De alejarse. Antes de que el se diera cuenta de como lo amaba.
Capitulo 11
Cash se inclino para arropar a Sammy.
– Ya se que eres muy mayor y no necesitas que te de un abrazo, pero hoy es una de esas noches en las que