– Lord Darley no esta en casa -le dijo el mayordomo, laconico-. Retire la mano de la puerta.

Charlie saco rapidamente del bolsillo una de las guineas de Grafton y sostuvo la moneda de oro en lo alto-. El paradero de la hermana del marques tambien me sirve -Charlie se habia enterado por Sophie del encuentro que habia tenido lugar entre Elspeth y Betsy.

– Lord Darley no esta con ella. -El mayordomo, no obstante, cogio la moneda de la mano de Charlie con un refinamiento adquirido a base de practica y su expresion de rigidez se suavizo ligeramente-. Lady Worth se encuentra en la Westerlands House, en Portman Square. -Abrio la boca, la cerro, y despues de decidir que una guinea, por lo visto, valia un poco mas de informacion, la volvio a abrir y anadio-. Se aloja con sus padres mientras Lord Worth se encuentra en Paris por negocios gubernamentales.

Charlie sospecho que por otra guinea el mayordomo le habria revelado el paradero exacto del marques. Sin embargo a Lady Grafton no le gustaria exponerse mas de lo necesario, asi que tendria que conformarse con la hermana de Darley.

– Muy agradecido -le dijo, y bajo el brazo.

La puerta se cerro bruscamente, cortando cualquier posible especulacion mas a proposito de las tendencias mercenarias del mayordomo, y Charlie se quedo en el portico, frente a su propio reflejo que se proyectaba en la aldaba de laton.

* * *

Capitulo 18

Mientras Charlie emprendia el camino hacia Portman Square, los ocupantes de Westerlands House tomaban el te en la sala de estar. El duque y la duquesa se ponian al corriente de los ultimos chismes.

Su hija habia asistido a la recepcion de la duquesa de Devonshire la noche anterior. Puesto que todas las personas que eran alguien estaban alli, Betsy estaba poniendo al dia a sus padres de todos los escandalos.

– Prinny se desvivia por la senorita Fitzherbert, que hacia tiempo que no se dejaba ver en publico… por varias y surtidas razones, como ya sabeis.

– Debe de haberle perdonado por su libertinaje en compania de sus hermanos durante estos meses pasados -observo su madre-. Aunque que otra opcion le queda.

El principe de Gales habia estado entreteniendo a sus hermanos: el duque de Hanover, que habia regresado de Alemania despues de una estancia de seis anos, y el recientemente proclamado duque de Clarence, que acababa de volver de su segundo periodo de servicio en la mar. Los tres hombres se habian mezclado en toda clase de bacanales y juergas durante varios meses, y los criados lamentaban al unisono las depravaciones del joven principe.

Betsy se encogio ligeramente de hombros.

– Ninguna, por supuesto, aunque ella y Prinny parecian bastante encarinados la noche pasada. El principe de Gales se habia casado hacia dos anos en secreto con una plebeya, que habia enviudado dos veces, en contra de la ley vigente y el consejo de sus amigos.

– La senora Fitzherbert podria haberse ganado los afectos de Prinny, anoche, pero sospecho que no por demasiado tiempo -apunto la duquesa-. Los afectos del principe son antojadizos como sabe todo el mundo. -Curvo la boca en una pequena sonrisa-. A proposito de hombres antojadizos, ?asistio anoche Julius a la fiesta?

– No, ni se le ha visto por ninguna parte, salvo en Langford, desde que volvio de Newmarket.

La duquesa hizo una mueca.

– Debe de estar en compania de Amanda, sin duda.

– Por supuesto. Cuando se cansa del mundo recurre a ella. Con ella se siente a gusto.

– Sera mejor que no se le ocurra casarse con esa nina -mascullo el duque desde las profundidades de su butaca, mirando por encima del periodico a su esposa e hija.

– No hay que temer que Julius se case pronto -observo Betsy-. Ni que Amanda sea su elegida cuando se decida a dar el paso decisivo.

– Al menos el chico aun sabe lo que se hace. -El duque hizo un ruido seco al pasar una hoja del periodico y retomo la lectura.

La duquesa contemplo a su hija, con una ceja ligeramente enarcada.

– Espero que tengas razon. Si bien deseo con todo mi corazon que Julius encuentre a otra persona para divertirse. Amanda es demasiado intransigente para mi gusto.

– No te preocupes, mama. Julius se cansa de todo a su debido momento… Amanda incluida. Julius ahora le esta dando vueltas a un asunto del corazon y Amanda le sirve de distraccion.

– ?De verdad? ?Julius? -la duquesa abrio los ojos-. Dios mio, ?quien es ella?

– Una completa desconocida… una mujer joven casada que conocio en Newmarket. Completamente inelegible, por supuesto. Pero por algunos de sus comentarios, asi como su comportamiento desde Newmarket, soy de la opinion de que a Julius le ha dado fuerte con la dama.

– ?Estas segura? ?Julius se ha tomado en serio a una mujer?

– En serio tal vez suene muy fuerte, pero que esta interesado en ella, sin ninguna duda.

– Tenlo presente, cielo -murmuro su marido detras del periodico-. Yo no tuve intencion de casarme hasta que te conoci.

– ?Lo ves, mama? -comento Betsy dibujando una amplia sonrisa-. Quiza quede esperanza para Julius. -La historia del encuentro accidental de sus padres durante una caceria otonal era de sobras conocida.

– Es una lastima que nuestro querido hijo no haya encontrado a alguien elegible -suspiro la duquesa-. No creo que su marido sea viejo y debil.

Betsy se encogio de hombros.

– Viejo lo es. En cuanto a la debilidad… por asi decirlo, si y no. Es la esposa del viejo Grafton por la que Julius bebe los vientos.

El duque dejo caer el periodico sobre las rodillas.

– ?El viejo demonio?

– El mismo que viste y calza.

El duque fruncio el ceno con sus pobladas cejas.

– ?Cuantas esposas ha tenido ese condenado reprobo?

– Con esta joven senorita van tres.

– Tiene que ser alguna ramera astuta para casarse con ese viejo demonio despues de que dos de sus esposas hayan acabado en la tumba.

– Al contrario, papa. Es la hija de un vicario que se quedo sin recursos despues de la muerte de su padre, con un hermano pequeno que mantener. Sospecho que no fue una eleccion facil para ella.

– Me da mala espina… sin recursos o no -se quejo el duque-. Es imposible que el viejo diablo fuera el unico hombre disponible al cual recurrir. ?Que mas sabes de esa mujer? ?Puede que Julius este en las garras de una mujer ambiciosa?

Betsy empezo a dar gritos.

– Papa, recuerda el historial legendario de tu hijo en lo que se refiere a mujeres ambiciosas. ?Acaso alguna de ellas se ha salido remotamente con la suya? -Darley habia sido el objetivo de todas las madres que buscaban un buen partido y de astutas mininas desde que habia alcanzado la mayoria de edad.

– ?De acuerdo! -el duque volvio a su periodico.

– Debes explicarme como es esa mujer fuera de lo normal. -La duquesa se inclino hacia delante para dejar la taza de te en la mesa-. ?Donde la conociste? ?Como es fisicamente? Tiene que ser muy bonita para seducir a Julius.

Y de no ser porque el lacayo entro en la sala de estar, la duquesa habria obtenido una respuesta a su pregunta.

En cambio, el lacayo anuncio:

– El cochero de Lady Grafton esta esperando en la puerta trasera, pide ver a Lady Worth.

Todos se pusieron firmes, como si fuera al rey a quien habian anunciado.

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