– ?Que?

– Las ninas me han dicho que tenias un bebe.

– ?Un cachorrito! -exclamo su hermana-. Tengo un cachorrito para ti. No estoy embarazada.

– ?Un cachorro?

– Este -dijo Kirsty, senalando tras ellos-. Queremos que nos devuelvas a Boris, pero necesitas un perro.

Un nino aparecio entonces con una bola de pelo entre las manos.

Un cachorro marron y blanco con largas orejas y una cola larguisima. Era el cachorro mas raro que Hamish habia visto en toda su vida.

– ?Que es esto? -exclamo Susie.

– Es un regalo. Para que Rose no sea hija unica. Susie, te presento a Adam y al cachorro de Adam. Nos lo ha regalado, asi que ahora es tuyo.

– Oh, Kirsty…

– Susie, que no tengo panuelo -le advirtio Jake, su marido.

– Pues con Susie te hace falta una caja entera -rio su hermana.

– ?Susie! -la llamo entonces Harriet-. Que alguien me haga una foto con lord Douglas. Quiero ponerla en la oficina de correos.

– Pero…

– Ah, es verdad, no deberia ser conmigo -dijo la mujer entonces, con expresion conspirador-. Venga, voy a haceros una fotografia juntos. Tu con el nuevo lord de Loganaich. Dos Douglas encontrando su sitio en la vida por fin. ?Es un milagro!

Susie miro a Hamish un poco asustada de su reaccion. Y el trago saliva.

– Me temo que debo… aclarar la situacion para que no de lugar a enganos. No hay nada entre Susie y yo. Estoy prometido con una mujer, Marcia Vinel. Llegara aqui pasado manana.

Capitulo 6

Hamish se paso el resto del dia siendo inspeccionado. Desde todos los angulos. Susie estaba en lo cierto cuando le dijo que la gente de Dolphin Bay lo recibiria bien. Mas que bien. Todo el mundo se mostraba encantador, pero hablaban de el sin parar. Y de ella. Y de la buena pareja que hacian.

– Tengo que quitarme esta falda -le dijo a Jake-. ?Alguna vez he silbado a una mujer que tenia bonitas piernas? Pues deberian matarme. Me lo merezco. Todo el mundo me esta mirando las rodillas.

– Estan mirando todo en general. Eres nuevo aqui, hombre, es normal.

– Susie me ha contado que eras cirujano en la ciudad antes de casarte. ?Por que viniste a Dolphin Bay?

– La vida -suspiro el cunado de Susie.

– ?La vida? Esta no es mi idea de la vida.

– ?Y cual es?

– Un poquito mas de control, mas seriedad. Saber que voy a hacer cada manana, cuando me levanto.

– Yo se lo que voy a hacer cada manana. Intentar poner orden en el caos. Y no me gustaria que fuese de otra manera.

– O sea, que somos completamente diferentes -sonrio Hamish-. Por cierto, ?por que le habeis dado un cachorro a Susie? ?No crees que ya tiene suficientes cosas que atender?

– El corazon se ensancha para dar carino a quien lo necesita -contesto Jake-. Yo soy medico, asi que lo se muy bien.

– Pero ahora Susie tendra que querer al cachorro, lo desee o no.

– Lo ha decidido su hermana gemela. Y si Kirsty cree que Susie necesita un cachorro, es que lo necesita. Esta muy sola.

– Los perros no solucionan la soledad.

– A veces si. Ademas, lo del perro no ha sido decision mia.

– Pero Susie piensa volver a casa.

– Si, eso dicen -murmuro Jake, mirandolo de arriba abajo.

– Si sigues mirandome me pondre a andar y no dejare de hacerlo hasta que llegue a Nueva York.

– Ya me imagino que estaras harto -rio Jake.

– Todo el mundo esta inventando historias de amor entre Susie y yo.

– Es que seria genial.

– Ya, pero a mi me gustan las mujeres serias, frias, inteligentes y profesionales.

– Susie es inteligente.

– Pero ya estoy prometido. Marcia llegara pasado manana.

Jake levanto una ceja.

– En fin, tu sabras. Por el momento, yo tengo que irme a inflar globos o mi mujer me matara.

– ?Ves? Marcia nunca me obligaria a inflar globos.

– Que suerte tienes. O no. Depende de como lo mires. En fin, te dejo para que hagas esa llamada.

– ?Que llamada?

– A tu prometida. Si piensas armarte para la batalla siempre es buena idea decirle a la armadura que la necesitas.

?Que tenia aquel sitio?, se pregunto Hamish.

Estaba en medio de un grupo de gente que creia conocerlo perfectamente solo porque se llamaba Douglas de apellido. Gente que parecian creer que sabian mas sobre su vida que el mismo.

Lo cual era, evidentemente, ridiculo.

Pero Jake habia dicho que tenia que hacer una llamada telefonica… y tenia razon.

Marcia contesto enseguida, como siempre.

Seguia trabajando en el despacho.

– Hola. ?Que tal va la valoracion?

– Estoy un poco distraido -contesto Hamish-. Nuestra calabaza ha ganado el premio.

– Pues enhorabuena a la calabaza. Hamish, ?te encuentras bien?

– ?Estas muy ocupada en este momento?

– Siempre estoy ocupada, ya lo sabes.

– ?Y no podrias dejarlo todo y venir a Dolphin Bay?

– ?Por que iba a hacer eso?

– Por la viuda -suspiro Hamish.

– Ay, carino. Ahora lo entiendo todo. Tu eres el heredero y ella es la desconsolada viuda. Supongo que estaran intentando emparejaros.

– Nosotros no. Quiero decir… no es cosa suya. Pero la gente del pueblo parece encantada con la idea.

Al otro lado del hilo hubo un silencio. Hamish la oyo teclear en el ordenador, seguramente comprobando su agenda.

– Tengo tres dias libres -dijo Marcia por fin-. El proximo viernes hay una conferencia en Hong-Kong sobre prospecciones petroliferas… no pensaba ir, pero esta mas o menos cerca asi que puedo aprovechar.

– Entonces…

– Llegare alli el lunes y me ire el jueves. ?Eso resolveria tus problemas?

Hamish miro alrededor. Prospecciones petroliferas en Hong-Kong.

Una de las ninas de Jake, ?Alice?, se acercaba a el con un perrito caliente en la mano. Iba dejando una pista de tomate y mostaza por el camino, pero lo llevaba con las dos manos como si fuera un regalo asombroso.

?Marcia alli?

– Eso seria estupendo.

– Si no necesitas nada mas… estaba terminando un documento importante.

– No.

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