Em lo observaba dar zancadas. Robby se acababa de despertar y lo estaba meciendo. El bebe estaba feliz de estar con ella y ella tambien con el, aunque la corroia la incertidumbre y sentia lastima de Jonas.

Tambien sentia lastima de Anna.

– Tus padres la han lastimado mucho -dijo con dulzura-. Igual que a ti. Ha aprendido a ser independiente de la forma mas dura.

– Si yo estuviera en su situacion…

– ?Dependerias de otra gente? -lo miro pensativa-. No lo creo.

– Claro que dependeria.

– ?Emocionalmente? -se puso en pie y abrazo a Robby mas fuerte. El bebe se acurruco contra su pecho y Em se lleno de ternura-. No estoy segura de que sepas lo que significan las palabras «dependencia emocional» -ella si que lo sabia.

– No se que intentas decir -repuso Jonas, confundido.

– Claro que no -respiro hondo, buscando la mejor manera de decirlo-. Jonas, ?tu necesitas a Anna?

El la miro sin comprender.

– Es mi hermana pequena.

– Ya lo se, pero ?la necesitas? ?Se lo has demostrado alguna vez?

– No la necesito -afirmo, aun sin comprender-. Claro que no. Yo siempre he sido el fuerte de los dos.

– Porque tenias que serlo. Pero la dependencia emocional es reciproca -volvio a respirar profundamente-. Por ejemplo, Robby y yo.

– Bueno… eso es otra cosa.

– Robby me necesita. O al menos, necesita a alguien que lo quiera de verdad. Eso puedo hacerlo yo. Pero soy suficientemente sincera para reconocer que tambien yo lo necesito a el.

– No necesitas a Robby. Es solo un bebe.

– Pero es capaz de dar – Em miro al nino y su expresion cambio-. Cada vez que me sonrie, cada vez que le hago dano cuando le cambio los vendajes o le hago un masaje, Robby no llora porque sabe que luego lo arrullo, y cada vez que el se arrima a mi, la necesidad crece. Esa es la clase de necesidad de la que te estoy hablando. Te estoy hablando del carino, del amor, Jonas. Anna ha aprendido a sobrevivir sin eso. Y me parece que tu tambien.

– Eso es ridiculo.

– No. Es la verdad -llamaron a la puerta-. Debe de ser Jim que trae a los ninos a casa. Ese es otro como yo. Que ama y necesita, y que no tiene la mas minima oportunidad de que lo quieran y lo necesiten a el.

Jonas la miraba sin comprender nada. No tenia ni idea de lo que ella decia. ?Estaba tan ciego…!

– Estas dramatizando.

Sabiendo que eso no era cierto, Em se dirigio a abrir la puerta.

Ella amaba y necesitaba. Y estaba ansiosa por ser amada y necesitada tambien. No era solo el pequeno que sostenia en brazos quien le despertaba esos peligrosos sentimientos.

?Era Jonas Lunn!

CAPITULO 8

PASARON dos semanas desde la operacion de Anna. El trabajo y la vida domestica cayeron en una rutina que Em consideraba aceptable, siempre y cuando no se inmiscuyeran sus estupidos sentimientos.

Cuando le quitaron la sonda, Anna pudo volver a casa, y los ninos fueron tambien. No consintio que su hermano se quedara-con ellos, asi que Jonas tuvo que quedarse en casa de Em, aunque a ella no le pareciera demasiado prudente. Lo que Anna si permitio fue que Jonas organizara para ella algo de ayuda externa.

Jonas estaba frustrado por la poca ayuda que podia darle a su hermana. ?Lo dejaba hacer tan poco…!

Con la excusa de conocerlos mejor, insistio en pasar algun rato cada dia con Ruby, Sam y Matt. Puesto que Anna necesitaba ayuda en el cuidado de sus hijos, esa era una forma velada de darsela. Jonas tambien se volco en trabajar para la ciudad y hacia lo que podia.

Al menos, Em era un medico experto, penso mientras trabajaba con ella. Podia confiar en que cuidara bien a Anna. Y como el era temporalmente su socio, le dejaba suficiente tiempo para que lo hiciera bien.

Em lo habria hecho de todos modos, pero sin su ayuda, no habria tenido tiempo para Robby ni para ella misma. Con tanto trabajo, le habria dado un ataque nervioso.

Em no estaba obsesionada por el trabajo, pero le resultaba imposible rehusar su ayuda. Nunca decia que no, sin importarle lo cansada que estuviera, o que hubiera mucha gente esperando en la consulta.

Asi que el la habia salvado temporalmente. Pero cuanto mas la veia, cuanto mas veia su actuacion como medico y el carino con que cuidaba a sus pacientes, mas se preguntaba como iba a poder marcharse cuando Anna terminara la radioterapia:

Una idea comenzaba a nacer en el fondo de su mente.

La recuperacion fisica de Anna era excelente, pero Jonas y Em no estaban seguros de si tambien se estaba recuperando emocionalmente.

Anna leyo, toda la informacion sobre su caso y, deliberadamente, la dejo en el hospital. Los libros decian que habia mas de un noventa por ciento de supervivencia, lo mismo que le habian dicho los medicos. No estaba mal. El oncologo le habia dicho que si se sometia a quimioterapia, las posibilidades eran aun mayores. Pero eso significaba meses de depender de la ayuda de otras personas, y por eso rechazo esa opcion.

Asi que viviria, pero en sus propios terminos. Concerto las sesiones de radioterapia, pero rechazo la oferta de Jonas de alquilar un apartamento y decidio que viajaria a Blairglen cada dia.

– Puedo seguir siendo independiente -dijo-. Lori cuidara de los ninos durante el dia y podre estar con ellos por la noche.

Lori, que estaba a punto de regresar, accedio.

– No es la solucion mas facil para ti -le dijo Em-.

Tanto viajar te cansara mucho.

Pero Anna no estaba dispuesta a ceder.

– No quiero depender de Jonas mas de lo que ya dependo -sentencio Anna.

Em penso que estaba alejando a su hermano lo mas posible. Y tambien estaba alejando a Jim.

El jefe de bomberos habia ido a la consulta de Em con el pretexto de haberse torcido un menique, pero en realidad queria decirle lo preocupado que estaba por Anna.

– No deja que la ayude en nada -le dijo con amargura-. No deja que me acerque.

Em no podia darle ningun consejo. Si hubiera podido hacer algo, ya lo habria hecho.

Las horas que habia pasado con Jonas y con los ninos le parecian un sueno. Desde que se habian ido los hijos de Anna, ya no tenia la sensacion de ser una familia. Con la ayuda de Amy, podia cuidar de Robby sin la ayuda de Jonas, y eso era lo que Jonas parecia querer. Asi que cada vez era menos necesario que estuvieran juntos.

Pero esa separacion le dolia. Em estaba triste. Incluso su perro estaba triste y habia vuelto a sus costumbres perezosas. Y Jim tambien se sentia lastimado.

– ?De verdad quieres que haga algo con este dedo? -le pregunto Em mientras lo examinaba-. Puedo enviarte a un traumatologo para que te lo arregle, pero me parece que te lo rompiste hace anos. ?Te esta molestando ahora?

– Si, bueno… Me lo rompi hace anos y, en realidad, no me molesta -reconocio-. Necesitaba una excusa para hablar contigo.

– Lo sospechaba…

– ?Te llevas mejor con su hermano que yo con Anna?

Em fruncio el ceno y disimulo.

– No se a que te refieres.

– Quiero decir que hay dos Lunn -dijo Jim con tristeza-. Hay dos personas que estan luchando por no comprometerse. Al menos el tuyo esta viviendo contigo. Trabajando a tu lado…

Em penso que de poco le servia. Era verdad que trabajaba menos pero, en los demas aspectos, le estaba haciendo la vida imposible.

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