– Oye, que no estoy dispuesta a seducirte, doctor Llewellyn -dijo suavemente-. Con un empleo me conformo -fruncio el ceno-. ?Por que tan quisquilloso? ?No seras gay, no?

– ?No!

– Aja.

– Aja, ?que? -lo miraba como si fuese una rana disecada, y el encontro la sensacion enervante.

– Aqui hay un problema, pero no se exactamente cual. Apuesto a que tienes un pasado -acabo, entusiasmada.

– Un pasado…

– Una vida amorosa profunda y misteriosa que desconocemos -sonrio otra vez-. Algo oscuro y secreto. ?Tengo razon?

– Doctora Westcott…

– Aja, tengo razon -la sonrisa se amplio-. ?Que tal si me ocupo de buscarte una novia? Si el Volvo y el cribbage no funcionan, ?que tal Louise?

– ?Tessa! -exploto, pero no pudo evitar una carcajada. Aquella chica era incorregible, y le sonreia directamente.

– Eso esta mejor -aprobo-. Estas tan bien cuando sonries.

Quito los pies locos de la mesa y se levanto.

– ?Que le parece, doctor? ?Puedo comenzar mi periodo de prueba manana, senor, por favor? Y si crees que sere un buen doctor, ?me puedo quedar?

– Tessa…

– Solo di que si -rogo-, asi te puedes ir a la cama, que es donde deberias estar.

– Tess…

– Di que si. ?Sere buena y te atendere los pacientes mas dificiles, venga!

No tenia eleccion. Se la quedo mirando durante un largo rato, pero estaba demasiado cansado, demasiado confundido para pensar en otra cosa que no fuera lo fantastica que era ella. Como hubiese querido tocar ese maravilloso pelo. Como deseaba…

– Si -dijo rapidamente, antes de que su traidora mente lo siguiera llevando-. De acuerdo. A partir de manana, doctora Westcott, estas a prueba.

Capitulo 5

El periodo de prueba de Tessa se inicio quince minutos mas tarde.

– Doctor, hay un incendio en el hotel. Ha llamado Rachel, de los bomberos, que lo necesitan -desperto Louise a Mike con el telefono cuando este casi acababa de apoyar la cabeza en la almohada.

– ?Muy grave? -de repente, estaba totalmente despierto y el cansancio habia desaparecido.

– Rachel dice que hay gente atrapada -dijo Louise. La voz, normalmente calma, le temblaba-. Llamare a todo el personal. Si usted va con la ambulancia, organizare las cosas aqui.

?Infiernos!

Le llevo diez segundos ponerse los pantalones, el jersey y los zapatos y dejando a Strop dormido en su cesta, salio de su apartamento en la parte de atras del hospital justo a tiempo para ver el segundo coche de bomberos pasar como una exhalacion sonando la sirena.

La ambulancia ya estaba retrocediendo en la entrada de emergencia.

– ?Que llevamos, Doc? -grito uno de los muchachos al ver su silueta dirigiendose a ellos- ?Algo extra?

– Meted tanto suero como haya en la sala de emergencia y empapad unas mantas antes de salir. Dejadlas en el suelo de la furgoneta, bien empapadas.

Esta era justamente su pesadilla. Un accidente con multiples victimas y no contar con un equipo medico.

– ?Sabemos lo que pasa?

– Raquel parecia descompuesta. Y ya conoce a Raquel. Si ella esta preocupada, quiere decir que es grave -le respondio Owen, el jefe de la ambulancia.

– De acuerdo. Vayamos a ver.

– Yo tambien voy.

Era Tessa. Habia reemplazado la bata por pantalones negros y un jersey rojo. Se habia recogido el cabello y se estaba poniendo las deportivas mientras corria.

– Estaba charlando con Louise cuando entro la llamada. Pense que me podias necesitar.

Antes de que Mike pudiera articular palabra, se habia subido a la parte de atras de la ambulancia. Le quito las bolsas de suero a Owen y las guardo, como si hubiese estado trabajando con el toda la vida. Luego miro la cara sorprendida de Mike.

– Y, ?que esperamos?

No habia forma en que Mike pudiese discutir con ella. No habia tiempo y si habia muchas victimas… lo cierto era que estaria agradecido de tener a Tessa. Estaria agradecido de tener un medico a su lado. Las palabras de Bill sobre Doris, la cerda, le volvieron a la mente.

Pero, de repente, dio gracias por tener a Tess. ?Por que el pensamiento de ella a su lado hacia que el pensamiento de lo que se aproximaba era menos amenazador?

Tess se movio hacia un costado para hacerle sitio y el se subio sin mediar palabra. Parecia que su colaboracion medica estaba por comenzar.

Mike se mantuvo silencioso los tres minutos que tardaron en llegar a la ciudad. Con la sirena, no podria haber hablado tampoco, pero mentalmente se estaba preparando para lo que se acercaba.

Era medianoche. A esa hora de la noche el bar del hotel estaria cerrado, asi que no habria gente de fuera, solo los clientes del hotel.

Por suerte, el hotel estaba bastante venido a menos y no tenia demasiados clientes, solo uno o dos hombres que pagaban unos pocos dolares por un alojamiento minimo y no pretendian demasiado.

Mike sintio como Tess lo miraba, como si le leyese la mente. Estaba sentada tranquilamente en la camilla frente a la suya, con las manos en el regazo, esperando que la ambulancia llegase a su destino.

Para ser una bola de fuego, era una mujer calmada, penso Mike de repente. Sintio que ella lo apoyaria hasta el final. Se comportaba como una verdadera profesional y Mike sintio una abrumadora gratitud porque ella hubiese ido.

El hotel estaba completamente encendido. El viejo edificio de dos pisos hacia anos que no se pintaba. El verano habia sido largo y caluroso. El tiempo mas fresco que anunciaba la proximidad de invierno ya habia llegado, pero habia habido poca lluvia. El edificio estaba seco como la yesca. Una mirada le indico a Mike que no habia nada que los bomberos pudiesen salvar.

?Y quien estaba dentro? ?Podrian ayudarlos?

Que no hubiera nadie, por favor, Dios…

La ambulancia se detuvo junto a los coches de bomberos, con cuidado de dejar sitio para las mangueras y que los hombres circularan y Mike salio al ruido y el calor para ver en que podia contribuir.

Se habia alejado un metro de la ambulancia cuando lo atajo Rachel Brini, la jefa de bomberos. Rachel era diminuta y dura, y mas capaz que diez hombres.

– Tengo a Les Crannond aqui para ti, Doc. Necesita que lo veas primero.

Mike asintio. Les era el responsable del bar y si Rachel decia que habia que verlo primero, asi seria.

– ?Quemaduras?

– Si. Esta en el suelo detras del coche de bomberos. Tengo a los chicos rociandolo con agua. No creo que se muera, pero sus piernas… Los pantalones se le prendieron fuego cuando lo estabamos sacando.

– ?Que mas, Rachel?

– Todavia, nada mas. La mala suerte es que no podemos subir a la primera planta, que se esta derrumbando. Les dice que quedan dos alli arriba, pero Dios los proteja si tiene razon.

Y luego se dio la vuelta y comenzo a lanzar ordenes mientras corria hacia el incendio.

Mike se dio vuelta tambien para encontrarse a Tess a su lado con los brazos llenos de mantas mojadas y el

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