maletin de Mike.

– Dime donde hay que ir.

No le respondio, sino que dio la vuelta al camion donde Raquel habia dicho que encontraria a Les, dejando que Tess lo siguiese.

Les estaba realmente mal. Estaba echado en la tierra con la cara gris de dolor y susto mientras uno de los bomberos le remojaba las piernas con agua. La tela de sus pantalones casi se habia quemado por completo y Les parecia a punto del desmayo.

– Continua, Robby -le dijo al joven bombero-. Cuanto mas agua le eches, mas posibilidad habra de que no tenga quemaduras de tercer grado.

Poca gente sabia que aunque la causa de las quemaduras se hubiese retirado, la carne seguia quemandose. Veinte minutos seguidos refrescando era la regla de la medicina de urgencias.

Se arrodillo junto a Les y Tessa se arrodillo a su lado. Mientras Mike levantaba la muneca del herido para tomarle el pulso, ya que parecia que estaba al borde del colapso y un ataque cardiaco era una posibilidad, Tess abrio el maletin.

– Tiene problemas de corazon -dijo Mike con brusquedad-. Tuvo un paro cardiaco hace dos anos y le hicieron un bypass -las quemaduras eran graves, pero lo que mas temia era un ataque al corazon.

– ?Quieres morfina? -pregunto Tess, asintiendo con los ojos clavados en la cara de Les. Si sufria del corazon ademas de las quemaduras y el colapso… La expresion de Tessa le indico que sabia con lo que tendrian que verselas.

– Primero suero, luego morfina.

– De acuerdo.

Trabajaron con prisa y en silencio, y Mike se sintio nuevamente agradecido por la presencia de Tess. Los dos enfermeros de la ambulancia habian desaparecido, dejandole el enfermo grave a el y haciendo su propio reconocimiento para ver que mas habia que hacer.

Esa era la forma en que generalmente trabajaban en las emergencias. Con solo un medico en Bellanor, era imposible que Mike pudiese hacer una distribucion de las prioridades en una emergencia. Los enfermeros se la hacian.

Sin duda, en cuanto acabase con Les, le tendrian preparado mas trabajo. Mike estaba acostumbrado a trabajar solo, pero tener a Tess a su lado era un regalo de Dios.

El calor era indescriptible. Aunque sabian que ningun bombero saldria ileso, lo seguian intentando. Con el hotel tan cerca de los otros edificios, tenian que intentar contener el incendio, y contenerlo rapido.

Ademas, habia posibilidad de mas gente dentro.

Mike no queria ni pensarlo. Tess le alcanzo una jeringa. El la agarro y mientras buscaba la vena, ella improviso una sujecion para colgar el suero. Para cuando el suero comenzaba a gotear, la bolsa ya estaba colgada.

No necesito pedirle a Tess lo que necesitaba a continuacion. Ella ya tenia la morfina preparada.

Les mascullo algo y movio los ojos. Mike estaba inyectandole la morfina, asi que fue Tess quien levanto la muneca de Les y le tomo el pulso. Se inclino sobre el para poder oirlo sobre el ruido de las llamas y los gritos alrededor de ellos.

– Calma, Les -le dijo con urgencia y suavidad a la vez-. Calma. Esta fuera de peligro. El fuego esta controlado. Tranquilicese. No luche mas. Ahora nosotros estamos a cargo, no usted. El analgesico le hara efecto en un minuto, pero no quiero que luche mas, relajese.

Mike la miro sorprendido. Parecia tener todo bajo control…

Pero, ?que esperaba? No lo sabia, pero ya sabia lo que tenia. Tessa parecia competente y segura de si. Daba la impresion de que no habia nada de lo que preocuparse.

– Sam… -gimio Les- Fue Sam.

– ?Esta Sam Fisher dentro?

Les logro dar una cabezadita.

– Imbecil. Le dije que no usara estufa, pero insiste en meterlas. Y luego bebe en la cama, se emborracha, le da calor y se quita las mantas.

– Ya ha sucedido antes.

– La semana pasada. Quemo un agujero enorme en el suelo antes de despertarse. Estuve a punto de echarlo entonces, pero me juro que no lo volveria a hacer.

– Sam Fisher es alcoholico -le explico Mike con cara seria a Tess-. Muchas veces se queda en el hotel. Se podria considerar su casa.

Termino de administrar la morfina y le tomo la mano. El joven bombero seguia mojandole las piernas suavemente y Mike le dio una orden silenciosa con los ojos de que continuara.

– Ya estas bien, Les -le dijo al dueno del hotel-. Puede que Sam se haya causado la muerte, pero sabes que cuando caia en la cama su borrachera era tal que casi estaba paralitico. El humo habra acabado con el antes de que se diese cuenta de nada.

– Pero Hugh… -gimio Les- ?lo recuerda, doctor? Mi sobrino, el que se casa la semana que viene con Doreen Hirrup. Vive en una granja a diez millas. Vino para el ensayo de boda y le di una habitacion para que se quedase.

– Oh, no…

El segundo piso del hotel se desplomo con estrepito. Las llamaradas se elevaron rugientes y las chispas saltaron hacia el cielo.

– Dios mio… -gimio Les, y la cara se le puso aun mas gris.

– Mike… -advirtio Tess. Si Les tenia una parada cardiaca alli… Mike le miro la cara e imagino lo que ella pensaba. Queria los servicios de urgencias a los que estaba acostumbrada en los Estados Unidos. Queria un desfibrilador electronico, un cardiologo o seis disponibles…

Ellos estaban solos con un bombero palido que no era mas que un nino que intentaba que la mano no le temblara mientras le echaba agua a las piernas de Les. Y eso era todo.

Y luego se oyo otro grito detras de ellos, distinto a las ordenes y gritos de los bomberos. Era una voz masculina, fuerte y llena de temor y estaba sin aliento, como si hubiese estado corriendo.

– ?Les! ?Les! Dios mio, Les… ?Ha visto alguien a mi tio?

– ?Hugh! ?Hugh! -llamo Mike.

Un joven alto y desgarbado se acerco tropezando hasta ellos, con la cara palida de susto.

– Doc, se trata de mi tio. ?Lo ha visto? Les… Oh, Dios, ?esta alli?

– Aqui esta, Hugh -dijo Mike rudamente, empujando al chico hacia abajo para que Les pudiera verlo tambien-. Se ha quemado las piernas, pero esta bien.

– Oh, diablos, Les… -dijo el joven, rompiendo a llorar.

Pasaron veinte minutos antes de que finalmente cargaran a Les en la ambulancia. Durante ese tiempo trataron a seis bomberos por inhalacion de humo y danos en los ojos. Pero no hubo mas tragedias que lamentar, asi que Mike y Tess quedaron libres para llevarse a Les al hospital.

Uno de los enfermeros de la ambulancia se quedo con un maletin de primeros auxilios, pero cualquier otro herido seguramente seria de poca importancia y podria ser llevado a Urgencias en un coche normal. Sam Fisher no habia aparecido, pero nadie esperaba un milagro.

Hugh fue al hospital con su tio.

El chico miro las piernas de su tio. Ya sabian que se las habia quemado tratando de subir las escaleras intentando llegar hasta su sobrino.

– No le dije que saldria -murmuro Hugh-. Nuestras familias son tan correctas… la habitacion de Doreen da al jardin, asi que cuando sus padres se fueron a dormir yo volvi a entrar… -se puso a la defensiva-. Nos casamos la semana que viene. Pero luego oimos las sirenas y Doreen se asomo y vio que el hotel estaba en llamas, asi que viene lo mas rapido que pude.

– Mira que tratar de sacarme… -dijo, apoyandole la mano en el hombro a su tio.

– Hubiera tratado igual de sacar a Sam, que estaba al lado de tu habitacion -gruno Les, agarrandole la mano-. Me habria quemado de todas formas. No ha sido culpa tuya, Hugh. Y podre ir a tu boda, ya lo veras.

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