Tess le miro las piernas chamuscadas e hizo un gesto de dolor. Dificil. Les tenia meses de transplantes por delante.
En cuanto llegaron al hospital, trataron de estabilizar a Les, pero poco podian hacer por sus quemaduras en Bellanor. Mike organizo su evacuacion en helicoptero.
Cuatro horas mas tarde Hugh se fue con el y el equipo medico.
– No puedo sacarme de la cabeza que lo ha hecho por mi -explico al irse-. Y no tiene mujer o hijos que se ocupen de el. Solo estoy yo. Yo lo cuidare.
– Probablemente sea verdad -dijo Mike mientras se dirigia a la cola de bomberos esperando que los atendieran, la mayoria de heridas leves en los ojos. Dios Santo, estaba cansado, pero tambien era tristeza lo que lo invadia-. Y Hugh lo sabe. Dudo que Les se hubiera lanzado a atravesar una cortina de llamas para salvar a Sam.
– No lo pienses mas -dijo Tess, apoyandole la mano en el brazo-. Lo hecho, hecho esta. Nuestro trabajo es tratar de hacerlo lo mejor que podamos.
Gracias a Dios que Tessa estaba alli. Hacia que su cansancio y su tristeza fueran un poco mas soportables.
Trabajaron codo con codo, lavando ojos y tratando a un bombero tras otro por quemaduras de menor grado. El incendio habia sido un infierno y los hombres habian corrido graves riesgos para sacar a Les. A las tres de la manana, Mike estaba tan exhausto que apenas se podia mantener en pie. Si Tess no hubiese estado alli…
– Ya te puedes ir a la cama -le dijo cuando el ultimo paciente desaparecio en la noche.
– No.
– ?No?
– Yo he dormido siesta. Estoy perfectamente. Tu estas exhausto -dijo ella suavemente-. Vete a la cama.
La cama. ?Ja! ?Como podia irse a la cama?
– Los chicos de la ambulancia todavia estan trabajando. Habra mas gente que ver antes de que amanezca.
– Los puedo ver yo.
– Tu no estas…
– ?No tengo permiso para ejercer la medicina aqui? -se irguio cuan alta era y le echo una mirada furiosa-. No, ya se que no. Pero permitame que le diga algo, doctor Llewellyn. Preferiria ser atendida por un doctor sin colegiar que por uno que lleva dias sin dormir. Habria que ponerte un sello que dijera: «Este medico no ha dormido el numero requerido de horas», como hacen con los camioneros en mi pais. Asi que considerate sellado, doctor Llewellyn. Vete a la cama.
– No puedo.
– ?Vete! -le puso las manos en los hombros y lo empujo, una turbina roja que lo llevaba por el corredor-. A menos que creas que soy incapaz, que no lo soy. Si quiero hacer algo realmente dificil, como un poquito de neurocirugia, te llamare. Te lo prometo.
– Tess…
Ella se ablando un poco entonces y le sonrio, y su sonrisa le hizo sentir algo raro dentro. Que extrano.
– De acuerdo. Te llamare por cosas menos complicadas que la neurocirugia. Por cualquier cosa que me puedan llevar a juicio si meto la pata. Te lo prometo. Pero ahora vete a la cama. Por favor, Mike.
Todavia le tenia las manos apoyadas en los hombros. Bajo la vista hasta ella y la sensacion se hizo mas y mas intensa. ?Que pasaba?
No tenia ni idea. Sin embargo, lo que importaba era que… Diablos, tenia razon.
Si no dormia un poco se iba a caer redondo. Seguro que era la falta de sueno la que lo hacia sentir tan raro. ?Que otra cosa podia ser?
– De acuerdo -dijo, y la voz le salio sin ninguna emocion, exactamente opuesta a lo que sentia. Pero no se podia mantener de pie ni un minuto mas-. De acuerdo, doctora Westcott. Me ire a la cama.
Y, sin saber como, logro separarse de sus manos y girar para el otro lado y dar unos cuantos pasos para echar a andar por el pasillo.
Cuando lo unico que queria hacer era estrecharla en sus brazos y besarla.
Capitulo 6
Mike durmio hasta las once de la manana siguiente. Abrio los ojos y se quedo mirando el reloj. ?Que cuernos…?
Salio de la cama de un salto y luego hizo una pausa al oir un golpe en la puerta de entrada del apartamento. Eso debio de ser lo que lo habia despertado. Se metio bajo la sabana nuevamente y dos segundos mas tarde la puerta del dormitorio se abrio y Tess aparecio. Al ver que el estaba despierto, sonrio.
– Buenos dias.
– ?Te gusta mi traje de novia? -dio una vuelta con la bandeja en la mano para que el la inspeccionara. Estaba vestida de blanco de pies a cabeza, como una eficiente medica. Hasta llevaba el pelo atado con un gran lazo blanco.
?Estaba genial!
Tambien olia genial, porque en la bandeja llevaba huevos fritos con panceta, tostadas y humeante cafe. Parecia que hacia un siglo que no comia.
– Aqui tienes el desayuno -dijo ella alegremente-. Si lo dejo un poco mas tarde, habria sido comida. Y este es el ultimo huevo que puede comer esta semana. Si a usted no le preocupa el colesterol, a mi si.
– Pero… -la miro y luego miro el reloj. Se habria parado, porque el lo habia puesto a las seis.
– Lo apague -dijo Tess, sonriendo como si le hubiese hecho un favor.
– Tu…
– Me asome a las cinco para ver si estabas dormido -le dijo-. No se quien dormia mas, si tu o
– No -dijo el secamente, cubriendose con la sabana. ?Por que no usaria pijama?-. No estoy contento. Tengo consulta. Los sabados por la manana son una locura.
– No estoy de acuerdo.
– ?Que quieres decir con eso?
– Que acabo de pasarte la consulta -respondio ella-. Por eso estoy vestida asi, no como tu, que vas muy informal, debo decir -el se comenzo a ruborizar, pero ella continuo como si nada-. Pense que tenia que dar una buena impresion antes de que me conocieran de veras. Y no ha sido una locura en absoluto. Ha sido de lo mas divertido. He conocido a un monton de gente de lo mas agradable.
– ?Que…? -sacudio la cabeza, tratando de despertarse. Parecia un sueno-. ?Que has visto? ?A quien…?
– Un monton de cosas -dijo Tessa, acercando una silla y sentandose junto a la cama-. Un monton de gente. Comete el desayuno, que se enfria -sirvio dos tazas de cafe y se arrellano en la silla, igual que una visita que no piensa irse del hospital hasta que la echen. Mike se sintio mas raro todavia.
– Vi la rodilla artritica de la senora Dingle -le conto, como si realmente le encantase la sensacion-. Le saque los puntos a Susie Hearn. Escuche los silbidos de pecho de Bert Sharey y le di una reganina sobre los problemas de fumar demasiado. Le dije a Caroline Robertson que esta embarazada y luego se lo tuve que decir a su marido tambien porque llevan tanto intentandolo que no me creian.
– ?Caroline Robertson esta embarazada?
– De tres meses, mas o menos. Le hice un examen completo y todo esta bien -respondio ella serenamente.
– Pero… -sacudio Mike la cabeza incredulo-, los Robertson han tratado todos los tratamientos que se conocen. En enero dejaron de intentarlo y se pusieron en la lista de adopcion.
– Pues, parece que no lo dejaron del todo -sonrio ella, y luego intento concentrarse nuevamente-. ?Quien mas? No me acuerdo. Hubo pilas de pacientes. Te he dejado sus fichas sobre el escritorio para que las mires. Tambien tienes que pasarte por la farmacia para firmar las recetas, por favor. Tambien vi a los pacientes del