– ?La construiste tu? -pregunto Tess, admirada.

– Tenia la cadera rota cuando vino aqui. Era lo minimo que podia hacer.

– ?Sabes, doctor Llewellyn? Me estas empezando a gustar mucho, pero mucho, mucho.

– Bien… quiero decir, estupendo -Mike se sentia amenazado por la sensacion de domesticidad, de que eso era lo correcto, que aquella mujer le comenzaba a gustar…

– Vete a lavar mientras hago los filetes. Apuesto a que estas cubierto de antiseptico o algo asqueroso, y no quiero que se arruine la carne. ?Te gusta hecho o poco hecho? Yo me niego a hacerlo muy hecho. Es un crimen quemar una carne tan buena como esta -senalo las dos enormes chuletas-. Hacia anos que no veia carne como esta.

– Bienvenida a Australia, entonces, doctora Westcott -sonrio Mike debilmente y fue al cuarto de bano sin rechistar.

Hizo algo mas que solo lavarse. Se quito los pantalones y se puso unos comodos vaqueros y una camisa abierta al cuello, tomandose su tiempo para calmar sus pensamientos. Cuando volvio a la cocina, Tess servia la comida y parecia que ella era la duena de la casa y Mike el invitado.

Y los agradables y tranquilos pensamientos de Mike, que tanto trabajo le habia constado conseguir, se revolvieron otra vez.

– Sientate -su matriarca personal le ordeno-. Espero que no te importe que haya abierto el vino. Hannah me dio la llave de tu apartamento y me echo una miradita cuando le dije que comiamos juntos, como queriendo decir, «tu tambien». No fue demasiado agradable. ?Habeis estado enrollados alguna vez?

– ?No! Quiero decir, a quien le importa si… -las cejas parecieron tocarle el nacimiento del cabello.

– ?Asi que nunca ha habido nada entre vosotros? No dejes que se te enfrie la carne -anadio Tessa amablemente cuando Mike se sento-, esta fabulosa.

– No -dijo Mike y corto un trozo considerable de la carne, llevandoselo a la boca. Las cejas se le levantaron aun mas. La salsa de vino que Tess habia hecho para el filete estaba magnifica-. Tessa, esto esta buenisimo, ?que lleva? -la sensacion de estar en un hogar le quitaba el aliento.

– Vino tinto, ajo, zumo de limon y unas cuantas hierbas. Nada especial -Tessa tenia la cara seria y era evidente que no tenia la cabeza en la comida-. Mike, Hannah dice que tendria que hacer las gestiones para meter al abuelo en la residencia. Dice que es imposible que se quede en la granja y que me hartare de este sitio en cuestion de meses. Se cree que no me quedare.

– ?Si? -mientras masticaba otro bocado enorme, se le borro la sonrisa a el tambien. Hannah Hester era una metomentodo que tenia una habilidad especial para preocupar pacientes. Si no fuese tan dificil encontrar buenas enfermeras la echaria en ese preciso momento. Y habia preocupado a Tessa…

El silencio continuo, pero no era incomodo. Miro la cara de Tessa mientras comian.

– ?Te ha preocupado en serio Hannah? -pregunto finalmente.

– Peor que eso -dijo Tess. Termino lo que le quedaba del filete y empujo el plato-. Preocupo al abuelo al hablar frente a el. Lo trato como si no hubiese estado alli y toda enfermera que se precie sabe que quienes han sufrido una apoplejia oyen perfectamente, aunque esten totalmente paralizados.

– Hannah es una buena enfermera -fruncio el entrecejo Mike.

– Puede que sea buena tecnicamente, pero es mala tratando a la gente. En realidad, es terrible.

Mike suspiro. Estaba de acuerdo.

– Tess, este sitio, pues, es una comunidad cerrada. Ya se que Hannah no es fantastica. Pareceria que estuviese resentida por algo y, por mas que lo he intentado, nunca he podido sacarle el lado bueno. Hablare con ella, pero no me puedo permitir echarla y ella lo sabe. Enfermeras con buena formacion son como ranas con pelo por aqui. Son tan escasas que casi no existen.

– Ya lo se -dijo ella, tensa-. Por ese motivo, por ese unico motivo, no le di un cachete -enseguida se alegro y sonrio. ?Cielos! Era un verdadero camaleon, cambiando frente a sus ojos-. Eso y el hecho de que es mas grande que yo.

– Me las imagino a las dos -sonrio el-, peleandose en el pasillo del hospital. Muy profesional -la sonrisa desaparecio nuevamente-. En serio, Tess, hay que llevarse bien con el unico personal profesional que tiene el valle. Aprecias sus habilidades y con el tiempo aprendes a contrarrestar el dano que una persona poco cuidadosa puede hacer.

– Si. Comprendo -su sonrisa era nuevamente abierta-. Y creo que lo he hecho. Le dije al abuelo que se tenia que poner bueno, aunque solo fuera para demostrarle a Hannah que estaba equivocada. Le ha dado otro incentivo, como si no tuviese suficientes.

– ?Ves? Estas aprendiendo.

– Mientras no sea danina con el abuelo para atacarme a mi. Porque esta celosa.

– ?Eso es una ridiculez! -exclamo el, volviendo a atacar el filete.

– ?Por que? Quizas se ha enamorado de ti.

– Las mujeres no se enamoran de mi.

Tessa levanto las cejas, pero no dijo nada. Termino y llevo su plato y su copa al fregadero.

– ?Estas seguro de que no eres gay, doctor Llewellyn? -pregunto, echandole una mirada especulativa-. Ya se. Me has dicho que no eres gay, pero eres amable, sensible y guapo. Ganas mucho dinero y tienes un coche fabuloso. ?Como es que esa combinacion no ha logrado que alguien se asegurase… ?Estas seguro?

– No, doctora Westcott -sonrio-. No soy gay -dijo con firmeza. Se levanto y se acerco a ella con su plato.

– ?Eres casado, entonces? ?Divorciado? ?Viudo? ?Separado? -pregunto ella, dando instintivamente un paso atras, poniendo distancia hasta tener la informacion que queria.

– ?Quien quiere saberlo?

– Yo -le espeto.

– ?Y a ti en que te concierne?

– En nada en absoluto -respondio ella con calma-. Pero tu tienes intenciones de ser socio mio y al menos una enfermera ha insinuado que te quiero pescar. Quiero saber si decirle a ella tal cosa es ridiculo.

Mike bajo la mirada hasta la de Tessa y ella se la devolvio sin pestanear. Podia leerle la mirada como un libro abierto. Era casi como si le estuviese haciendo una proposicion. Si fuese un hombre, estaria comprandole rosas y bombones y sitiandolo. ?Atacando!

– Esto es ridiculo -dijo secamente. Le echo una mirada turbada y puso el plato en el fregadero. ?Como diablos iba a resolver eso?

Tessa estaba adorable. Su suave vestido blanco era escotado y se le ajustaba al cuerpo. Tenia unos ojos enormes que resaltaban en su cara de duendecillo y las pocas pecas que le adornaban la nariz eran increiblemente atractivas. Rogaban que las besase.

– No, doctora Westcott -logro decir debilmente-. No estoy casado, comprometido, viudo, enrollado y tampoco soy gay. Pero no tengo intenciones de cambiar de estado.

– ?Se puede saber por que?

– Estoy casado con mi trabajo -dijo escuetamente-. Y hay mas que suficiente para volvernos locos a los dos - le dijo, mirandola a los ojos y luchando por recobrar la compostura.

– Pero yo no tengo intencion de volverme loca -levanto la barbilla-. Mi medicina es importante para mi, pero no lo es todo. Aun pienso ocuparme de mi abuelo. Sigo queriendo tener vida propia.

– Mi vida es mi medicina.

– Ya me doy cuenta -se humedecio los labios. Se sentia rara. Como si alguien mas estuviese en su cuerpo y ese alguien fuese una mujer que ella no conocia. Ese alguien se sentia tan atraido por Mike que ella no tenia casi control sobre su persona.

– Que desperdicio -murmuro.

– ?Un desperdicio? -la miro, sardonico-. ?Desperdicio para quien?

– Un desperdicio para mi.

Silencio. Las palabras retumbaron en la habitacion, sorprendentes por su simplicidad.

– ?Que diablos quieres decir con eso? -dijo el por fin y la cara se le cerro, como si se arrepintiese de haber hecho la pregunta.

Tess tambien tendria que haberse arrepentido de haber hecho esa aseveracion. Su pregunta era una pregunta que Tessa tendria que haber encontrado imposible responder. Tendria que murmurar una disculpa, lanzar una risita boba e irse de alli antes de hacer el ridiculo totalmente.

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