– ?Es eso malo?
– No lo se y tu tampoco. Meri, todo lo que hacemos tiene consecuencias. ?Y si lo nuestro no funciona? ?Y si no es como creo que es? Entonces, perdere su amistad y me quedare sin nada.
Meri no lo comprendia.
– Pense que estabas enamorada de el.
– Lo estoy. Eso es lo que lo hace mas dificil. Prefiero ser solo su amiga que perderlo.
– Pero podrias ser mas que eso. No te entiendo. Siempre has estado dispuesta a correr riesgos.
– No cuando hay algo tan importante de por medio. En eso, soy una cobarde.
– No lo entiendo -dijo Meri confusa-. Estas enamorada de el. Hay muchas posibilidades de que el este enamorado de ti. ?Y no vas a hacer nada? ?Prefieres quedarte con un trozo del pastel en vez de con todo?
– Es mejor que nada.
– Pero si no lo intentas, siempre te preguntaras como habria podido ser. Te arrepentiras y, creeme, eso es lo peor.
– ?Como lo sabes?
Meri sonrio con amargura.
– Fui la reina de los arrepentimientos. Siempre quise hacer muchas cosas, pero tenia miedo. No encajaba y no queria correr el riesgo de ser rechazada, asi que nunca lo intentaba. Fui desdichada en la universidad, estaba convencida de que nadie querria ser mi amigo. Mirando atras. Recuerdo algunas ocasiones en que alguna gente se me acerco, pero los aparte de mi lado. Pague un alto precio. Como dices, todo tiene sus consecuencias.
– ?Cuales son las consecuencias de acostarte con Jack? -pregunto Betina.
– Asi que ahora vamos a hablar de mi.
– Me siento mas segura hablando de ti -afirmo Betina.
– Conseguire continuar con mi vida. El fue mi primer amor y me hizo dano. He crecido y madurado, pero nunca he sido capaz de olvidarlo. Siempre esta ahi, al fondo de mi cabeza. Si consigo olvidarlo, podre seguir adelante. El es el motivo por el que nunca he sido capaz de enamorarme.
– Pense que estabas enamorada de Andrew.
?Lo estaba? Meri no sabia como era el amor maduro. Disfrutaba de la compania de Andrew. Le gustaba estar con el. Seis meses atras, habria contestado que si, que estaba segura de estar casi enamorada de el. Pero ahora no estaba tan segura.
– Apenas lo he echado de menos. Tan solo lo he visto una par de veces en los ultimos seis meses. ?No deberia estar destrozada sin el?
– Nada de lo tuyo es normal. Andrew parece un buen hombre. Todo se arreglara cuando regreses a Washington D.C. y te daras cuenta de que no estas enamorada de Jack.
– No estoy enamorada de el. Quiero hacerle dano. Quiero hacerle arrastrarse y suplicar y luego me ire.
– Esa es la historia que llevas anos contandote -dijo Betina-. ?Pero es la verdad? Tengo mis dudas. Creo que nunca has olvidado a Jack. Creo que nada de esto es por venganza. No puedes aceptar que todavia lo amas y te cuentas esa historia. Pero ten cuidado. No estas acostumbrada a las relaciones esporadicas. ?Y si te acuestas con el y luego no te vas? ?Quieres que te rompa el corazon por segunda vez?
?Enamorada de Jack?
– Nunca. No puede hacerme dano. No se lo permitire. El es el culpable de los problemas que tuve en mi infancia. Una vez demuestre que lo he superado, podre olvidar mi pasado.
– Una buena teoria. Tendras que explicarte como va a funcionarte eso.
A Meri no le gustaron las dudas de su amiga. Betina era su oraculo, su fuente de conocimientos sociales y amorosos. Nunca antes habian estado en desacuerdo por algo importante.
– Tengo que hacer esto -dijo Meri-. He recorrido mucho camino para abandonarlo ahora. Tu deberias hacer lo mismo.
Betina rio.
– Eres una mujer valiente. Mas valiente que yo.
– Eso no es cierto.
– Lo es en cuanto a asuntos de corazon se refiere. Estas dispuesta a arriesgarlo todo por lo que quieres y yo no.
Jack entro en su habitacion esa noche sintiendose aturdido por las horas que habia pasado frente al ordenador. Se saco la camisa de los vaqueros y comenzo a desabrocharsela cuando de repente oyo algo en el bano.
Se giro y vio la puerta cerrada y luz por debajo.
Solo habia una persona que podia estar en su cuarto de bano: Meri.
Se quedo pensativo mientras trataba de averiguar la mejor manera de manejar la situacion. Con su suerte, probablemente estaria desnuda, quiza en la banera esperandolo. Habia estado haciendo todo lo posible para seducirlo y odiaba admitir que no se le habia dado mal. No le haria falta mucho mas para llevarlo al limite. La pregunta era: ?queria?
Le debia lealtad a Hunter. Le habia dado su palabra y no habia hecho demasiado por mantenerla. Entraria en el bano y le diria a Meredith que saliera de alli, que nada iba a ocurrir entre ellos y trataria de contenerse por el tiempo que le quedaba.
Al menos, tenia un plan.
Respiro hondo y entro en el bano.
Estaba como lo habia imaginado: velas, petalos de rosa y Meri desnuda en la banera.
Llevaba el pelo recogido, mostrando la sensual curva de su cuello. El agua estaba llena de espuma y sus pechos flotaban, como si lo estuvieran llamando.
Al instante, sintio una ereccion. Estaba listo para tomarla de cualquier manera.
No fue su piel palida ni la musica que sonaba lo que capto su atencion. Podia resistir todo aquello, incluidos sus labios tentadores.
Lo que realmente llamo su atencion fue que estaba leyendo. Se habia preparado para seducirlo y estaba tan concentrada leyendo un libro de fusion nuclear que no lo habia oido entrar en el bano. Asi era Meri. Un genio atrapado en un cuerpo de infarto.
Meri suspiro al pasar pagina. ?Por que Jerry tenia que enrollarse tanto haciendo que un tema tan interesante resultara aburrido? Se habia puesto algo nerviosa cuando le habia pedido que leyera su ultimo libro y, ahora que estaba haciendolo, se daba cuenta de que estaba recelosa por algo. La fusion nuclear era uno de los grandes descubrimientos del siglo XX. ?No deberia ser motivo de celebracion? ?No deberia al menos resultar interesante?
El libro desaparecio de sus manos. Meri parpadeo sorprendida al ver a Jack de pie junto a la banera. ?Como habia acabado ella dentro de la banera?
Parpadeo y de repente, recordo. Si, habia decidido seducirlo aquella noche. Miro a su alrededor y vio las velas y los petalos de rosas. Al menos, le habia quedado bonito.
– Hola -dijo sonriendo a Jack-. ?Sorpresa!
– Desde luego.
Meri esperaba oirle decir por milesima vez que aquello no iba a funcionar. Sin embargo, no esperaba que la agarrara para ponerla de pie y que, una vez fuera de la banera, la atrajera hacia el.
Estaba sorprendida. Le gusto como la miro a los ojos, como si ella fuera un manjar y el un hombre hambriento. Jack le acaricio la espalda y el trasero.
Estaba completamente desnuda, un hecho que Jack parecia apreciar.
– Estoy mojada -susurro.
– Espero que sea verdad -dijo antes de inclinar la cabeza y besarla.
Su boca era firme y segura. Su beso parecia reivindicar una respuesta. Ella inclino la cabeza y abrio los labios para el, deseando que la fiesta diera comienzo.
Jack le acaricio la lengua con la suya, moviendose libidinosamente, como si lo unico que tuviera en la cabeza fuera excitarla.
Mientras la besaba una y otra vez, le acaricio todo el cuerpo: los hombros, la espalda, las caderas, despertando terminaciones nerviosas alli por donde sus manos pasaban.