Ella lo tomo por los hombros y luego deslizo los dedos por su pelo. Siguio explorandole el rostro, antes de bajar al pecho.
Era fuerte y masculino. Al agarrar su trasero, ella se arqueo y sintio la dureza de su ereccion. Una oleada de ansiedad la invadio y se estremecio.
– ?Tienes frio?
– No.
La miro a los ojos y Meri mantuvo su mirada, preguntandose por lo que estaria pensando. Habia estado rechazandola, ?por que habia decidido sucumbir? Aunque no iba a preguntarle, puesto que habia cosas que era mejor no saber.
No se comportaba como un hombre con remordimientos. Se inclino, pero en lugar de basarla en los labios, hundio el rostro en su cuello y comenzo a besarla por el escote.
La tenia sujeta por la cintura y, mientras la besaba por el cuello, subio las manos hasta sus pechos.
Antes de la operacion, le habian advertido de que podria perder sensibilidad en los pechos, pero habia tenido suerte. Podia sentir todo, cada roce, cada beso.
Jack le acaricio con los dedos los pezones y ella sintio que se derretia.
Continuo besandola hasta llegar al pecho izquierdo y se metio el pezon en la boca. Ella dejo caer la cabeza hacia atras mientras Jack dibujaba circulos con su lengua. Oleadas de placer recorrieron su cuerpo, haciendo crecer su excitacion.
Luego, el desvio su atencion al otro pezon y lo lamio hasta que la respiracion de Meri se hizo jadeante y sus piernas comenzaron a temblar.
Sin dejar de lamerle los pechos, Jack deslizo una mano hacia abajo. Ella separo las piernas y se preparo para el impacto de sentir sus caricias. Pero el no la toco donde esperaba. Continuo bajando por los muslos y jugueteo con sus rizos.
Ella se agito impaciente, deseosa de que la acariciara en aquella zona.
Pero el ignoro el sitio donde estaba humeda. Le acaricio el trasero, jugueteo con su ombligo, pero no toco ninguna otra parte. Justo cuando estaba a punto de explotar, el se aparto un poco, se inclino y la tomo en brazos. Antes de que pudiera recuperar el aliento, la llevo al dormitorio y la dejo sobre la cama. Luego, se arrodillo entre sus piernas.
La combinacion de lengua, labios y aliento la hicieron gemir de placer. Jack comenzo a lamerla con la seguridad de un hombre que sabia lo que estaba haciendo y le gustaba. La tension la invadio.
Un verano, cuando aun estaba en el colegio, considero la idea de convertirse en medico, asi que leyo varios libros de Medicina. Conocia los pasos biologicos que llevaban al orgasmo: la excitacion, como la sangre calentaba la zona, el mecanismo que producia la hinchazon, la respuesta del sistema nervioso simpatico.
Pero ninguna de aquellas palabras podia describir lo que sentia cada vez que Jack acariciaba aquella zona de su cuerpo.
Cada vez estaba mas cerca. Jack se movia lentamente, con sabiduria, llevandola al limite y luego deteniendose.
Una y otra vez estuvo a punto de alcanzar el orgasmo. Entonces, sin avisar, el comenzo a moverse mas rapido. Los rapidos movimientos de su lengua la pillaron por sorpresa. No tuvo tiempo de prepararse para la subita sacudida de placer.
Jack ralentizo sus caricias, pero no se aparto basta que tuvo el ultimo espasmo y fue capaz de recuperar el aliento.
Abrio los ojos y se lo encontro mirandola. En cualquier otra circunstancia, su sonrisa la habria incomodado, pero teniendo en cuenta lo que acababa de hacer, no le importo.
Lo tomo por la camisa y lo atrajo hacia ella. Cuando el fue a hablar, acaricio sus labios con un dedo, indicandole que permaneciera callado. Aquel momento era de silencio.
Una vez estuvo tumbado sobre su espalda, Meri le desabrocho la camisa y fue besandolo por el pecho hasta llegar al ombligo. Era calido y sabia dulce. Luego, se acomodo a su lado para ocuparse de los vaqueros.
Su ereccion era tan poderosa que le costo trabajo bajarle la cremallera. Jack la ayudo a quitarse los pantalones y los calzoncillos.
Meri se arrodillo entre sus piernas, admirando la belleza de su cuerpo desnudo. Su ereccion la estaba llamando. Alargo la mano y acaricio su longitud.
– No tengo proteccion -dijo el tomando su mano.
Ella sonrio.
– Venga, Jack. Soy yo. ?Cuando no he estado preparada para algo?
Meri abrio el cajon de la mesilla y saco los preservativos que habia puesto alli antes de darse el bano.
Unos segundos mas tarde, con el preservativo en su sitio, se coloco sobre el, sintiendolo en su interior.
– ?De veras crees que voy a dejarte arriba? -pregunto el.
– Si.
El estiro los brazos, tomando sus pechos entre las manos.
– Tienes razon.
Ella rio y se balanceo, ajustandose a el. Al mismo tiempo, Jack comenzo a acariciarle los pezones. Con cada embestida. Meri estaba mas cerca de alcanzar otro orgasmo.
Pronto sintio que Jack se tensaba bajo ella. Se agito mas rapido, buscando el objetivo comun.
El solto sus pechos y la tomo por las caderas, sujetandola para marcar el ritmo. Estaba muy cerca, penso mientras se concentraba en sentirlo dentro una y otra vez.
Unas sacudidas de placer comenzaron a estallar en ella, mientras el se movia cada vez mas rapido hasta que comenzo a estremecerse.
Con sus cuerpos unidos, permanecieron asi un rato. Luego, Jack se giro y se aparto.
Se quedaron mirandose fijamente.
– No iba a dejar que lo hicieras -murmuro.
– Lo se. ?Enfadado?
– No contigo.
?Consigo mismo por haber faltado a la promesa de Hunter? Meri se quedo mirandolo para decirle que no importaba, cuando de repente se le ocurrio que quiza si importaba.
– Jack…
– No digas nada.
Meri abrio la boca para decir algo, pero la cerro. No queria disculparse, pero sentia como si tuviera que decir algo.
– Tengo que irme -murmuro.
Se quedo mirando sus ojos oscuros y supo que, en realidad, queria quedarse. Aunque fuera solo una noche, queria estar con el.
– Una vez fui a una bruja. Me dijo que un dia estaria en la cama con un demonio. Siempre supe que se referia a ti. No es culpa tuya que hayas sucumbido. Es el destino.
Jack sonrio.
– ?Crees en brujas?
– Creo en muchas cosas. Soy muy interesante.
– Si, lo eres.
Ella suspiro.
– ?Vamos a hacer el amor otra vez esta noche?
– Si.
– Puedes ponerte arriba esta vez.
– No estas al mando.
– Claro que si. Tambien soy irresistible. Ahora mismo te estas preguntando como has podido resistirte durante tanto tiempo.
– Es como si pudieras leerme el pensamiento.
Meri cerro los ojos y aspiro su aroma. Todo le parecia perfecto en aquel momento, como si fuera lo que habia estado esperando. Como si…
Un momento. No se suponia que tenia que gustarle el sexo con Jack. Tenia que llevar a cabo su venganza y