mas que ensenarle una leccion.
Ella sonrio.
– ?Sientes algo por mi, verdad?
El la solto.
– Ni en suenos.
De vuelta a casa, Meri subio a su habitacion para cambiarse de ropa. Despues de lo ocurrido en el gimnasio, necesitaba tiempo para recuperarse.
Habia habido un momento, al tocarla Jack, que habia centrado su atencion en el y lo habia visto como a un hombre fuerte y ligeramente peligroso.
– No me impresiona -se repitio en voz alta mientras se cepillaba el pelo y se ponia un vestido veraniego que dejaba al descubierto sus brazos-. Yo tambien soy fuerte.
Jack tenia razon. Habia pasado por cosas que ella ni siquiera imaginaba. Aunque ambos habian cambiado en los ultimos once anos, Meri se pregunto quien habria cambiado mas. ?Era aquel hombre como el muchacho al que habia amado tanto como odiado?
Antes de poder decidirse, oyo el rugido del motor de un camion. Una rapida mirada a su reloj le confirmo que el servicio de entrega llegaba puntual.
– ?Esta aqui! ?Esta aqui! -grito saliendo a la carrera de su habitacion y bajando las escaleras a toda velocidad-. Jack, tienes que venir a verlo.
Salio de la casa y corrio hacia el camion.
– ?Has tenido cuidado, verdad? Es muy caro y delicado. Estoy deseando que lo montes. ?Vas a calibrarlo, verdad? ?Sabes hacerlo? ?Te han ensenado?
El repartidor la miro y sacudio la cabeza.
– ?Usted es cientifica, verdad?
– Si, ?como lo sabe?
– Nadie se emociona tanto por un telescopio -dijo y senalo al coche que estaba detras del camion-. El lo calibrara. Yo solo hago la entrega.
Jack salio fuera y se unio a ella.
– ?Un telescopio?
– Lo se, es demasiado excitante para expresarlo con palabras. Es muy caro, pero es el mejor. No creeras lo que podremos ver con el. ?Cuanto queda para que se ponga el sol?
Miro al cielo. Quedaba un buen rato, pero mereceria la pena la espera.
– ?Has comprado un telescopio para la casa?
– Asi es.
– Ya hay uno.
– Es un juguete -dijo ella arrugando la nariz-. Esto es un instrumento.
– Pero estaras aqui solo un mes.
Menos si su plan funcionaba bien.
– Lo se, pero quiero ver las estrellas. Todo sabe mejor cuando hay estrellas a las que mirar.
– Le vas a buscar un sitio, ?verdad?
– Si, voy a dejarlo aqui, en la casa, para los que la habiten despues -dijo Meri, mientras miraba ansiosa al camion-. Les dejare algunas instrucciones escritas, aunque esta computarizado. Lo unico que tendran que hacer sera escribir aquello que quieran ver y luego disfrutar. A nosotros no nos hara falta el programa, ya que no me hace falta para encontrar lo que quiero ver.
– No tengo ninguna duda.
– ?Que? -dijo mirandolo.
– Nada, tu sola te vales.
?Que significaba aquello? Aunque, si se lo preguntaba, seguro que no le respondia.
– A Hunter le habria encantado -afirmo Meri ausente, consciente de que su hermano se habria reido de ella, pero habria acabado pasando la noche disfrutando del cielo.
Le agradaba pensar en su hermano, a la vez que la entristecia. A pesar de los buenos recuerdos que tenia de el, sentia dolor en el corazon por su perdida.
– Me acuerdo de el cada dia -dijo ella-. Me gustaria que estuviera aqui. ?Piensas en el?
Jack cambio de expresion y se dio la vuelta.
– No, no pienso en el en absoluto.
Sabia que no podia estar diciendo la verdad, Hunter y el habian sido amigos intimos durante mucho tiempo. Habian sido como hermanos y era imposible que Jack lo hubiera olvidado.
– La mayoria de la gente mejora con la edad -dijo Meri-. Es una pena que tu no. No solo no cumples tu palabra, sino que ademas eres un mentiroso.
Capitulo Tres
Jack paso un par de horas en el despacho trabajando.
– Estan construyendo mas carreteras en Afganistan -dijo Bobbi Sue, su secretaria de Dallas-. Estan pensando en un contrato por dieciocho meses, pero todos sabemos que esas cosas llevan mas tiempo. Ah, y la hermana Helena llamo. Quieren llevar otro cargamento de medicinas.
Su compania daba proteccion en los lugares mas peligrosos del mundo. Sus equipos permitian que las empresas constructoras llevaran a cabo sus trabajos. La mision era peligrosa, una pesadilla logistica extremadamente cara. Sus clientes pagaban bien por los servicios que obtenian.
Los beneficios de la compania eran destinados a los que prestaban su ayuda en sitios muchas veces olvidados. Se habia criado a la sombra de la Fundacion Howington, un fondo filantropico que ayudaba a los pobres. Jack odiaba ser heredero de una gran estirpe y se habia prometido labrarse su propio destino.
Y lo habia conseguido. Habia levantado su empresa de la nada, aunque no podia evitar aquella sensacion de deber que le obligaba a usar sus beneficios para algo mas que llevar una vida ostentosa.
Sus criticos decian que podia permitirse ser generoso; tenia un fondo de casi un billon de dolares. Lo que no sabian era que nunca lo habia tocado. Otra promesa que se habia hecho a si mismo. La pregunta era si podria reunir lo suficiente para que aquella sensacion de tener que demostrar algo desapareciera.
– Pasale a Ron el contrato -le dijo Jack a su secretaria-. Que recoja las clausulas habituales. Dile a la hermana Helena que nos diga por correo electronico cuales son las mejores fechas para llevar el cargamento e intentaremos cumplirlas.
– Va a querer irse antes de que vuelvas de tus vacaciones en Tahoe.
– No estoy de vacaciones.
– Ya, ?un mes en una casa estupenda sin tener que hacer nada? Para mi, eso son vacaciones.
– Estoy trabajando.
– Bla, bla, bla.
Bobbi Sue tenia caracter, pero Jack lo soportaba porque era la mejor en su trabajo. Podia ser su madre, un hecho que solia mencionar, especialmente cuando insistia en que tenia que sentar la cabeza.
– Alguien tendra que llevar a la hermana Helena y a su equipo -dijo el-. Mira a ver si Wade esta disponible.
Wade era uno de sus mejores hombres.
– Lo hare. ?Algo mas?
– Nada por mi parte.
– ?Sabes? He estado buscando en Internet Hunter's Landing y parece que estas cerca de los casinos.
– Ya lo se.
– Pues deberias ir. Apuesta, habla con la gente. Pasas mucho tiempo a solas.
Penso en Meri, que dormia en la habitacion de enfrente.
– Ya no.