– Mira -dijo-, se que no eres como Shanna, pero todo esto es demasiado. No se como enfrentarme a ello.

– No tienes que enfrentarte a nada. He venido para decirtelo.

– ?Y es eso lo que quieres tu?

Claire se cruzo de brazos.

– ?Y que importa eso?

– Porque los dos estamos metidos en esto. Porque quiero saber adonde piensas que va a llegar esta situacion.

– Lo que quiero… -vacilo Claire-. Lo quiero todo. Quiero que me ames con toda tu alma, quiero que seamos una familia. Tu, yo, Amy, el bebe, mas hijos. Quiero la eternidad.

El trago saliva.

– Te quiero -dijo Claire, mirandolo a los ojos-. Te quiero incluso cuando eres idiota. Pero tu no me quieres a mi. Lo has dejado bien claro, y yo no me conformaria con menos. Asi que me marcho. De todos modos, ya ha llegado la hora de que vuelva a Nueva York.

Wyatt tenia la mente en blanco. No podia articular un solo pensamiento. Luego todos se le apelotonaron en la cabeza y le resulto imposible concentrarse en ninguno.

?Claire lo queria? ?De veras? ?Y se iba?

– No puedes -murmuro; no estaba seguro de si le estaba diciendo que no podia irse o que no podia quererlo.

– Voy a mantener el contacto con Amy -dijo ella, como si no lo hubiera oido-. Espero que no haya ningun problema. Es una nina maravillosa, y no veo por que ella y yo no podemos ser amigas.

Claire hizo una pausa y trago saliva.

– Espero que encuentres lo que estas buscando. Espero que…

Se mordio el labio, irguio los hombros y alzo la barbilla.

– Adios, Wyatt.

Despues, se fue. Le habia dicho que lo queria, y se habia marchado de todos modos. Todas se marchaban, y el estaba acostumbrado a eso. Sin embargo, aquella era la primera vez que iba a lamentarlo.

– Tienes que prometermelo -dijo Amy.

– Te lo prometo -respondio Claire, y le dio un abrazo-. Volvere para tu operacion.

– Quiero oir tu musica.

– Y la oiras -dijo Claire. Se incorporo y abrazo a Nicole-. ?Estas segura de que estaras bien? Me preocupas.

– Estoy bien -aseguro su hermana-. Ya soy capaz de correr con las muletas. Y voy a volver al trabajo, donde podre aterrorizar a mis empleados. Sera divertido. Casi no me voy a dar cuenta de que te has marchado.

Sin embargo, tenia los ojos llenos de lagrimas. Las mismas que Claire notaba en los suyos.

– Odio esto -susurro.

– Es lo mejor. Pero no tardes demasiado en volver.

– No. Te quiero.

– Yo mas.

– No.

– No discutas -musito Nicole-. Soy dos minutos mayor que tu.

Claire asintio, y despues volvio a abrazar a Amy.

– Te quiero.

Amy empezo a llorar, y despues le dijo a Claire, por signos, que la queria.

– Esto es una locura -afirmo Claire mientras se incorporaba-. Se nos va a hinchar la cara a las tres, tenemos que parar.

– Y tu tienes que irte. Llamame cuando aterrices.

– Seran las cuatro de la manana.

– No me importa. Llamame.

– De acuerdo, te llamare.

Claire entro en el coche y puso el motor en marcha. Todavia con lagrimas en los ojos, se dirigio hacia la autopista, y despues al aeropuerto. Iba a tomar el ultimo vuelo de la tarde a Nueva York. Volvia a casa. Salvo que se estaba dejando el corazon en Seattle, asi que ?como iba a encontrar su hogar en otro sitio?

Wyatt dejo en la mesa su botella de cerveza vacia.

– No se que hacer.

– A mi no me lo preguntes -respondio Drew, desde el otro lado de la mesa del bar-. Yo no se nada de mujeres. He perdido a Nicole.

– Eso fue culpa tuya.

– ?Y esto no es culpa tuya?

– Necesitaba mas tiempo -murmuro Wyatt.

– ?Para hacer que? -inquirio Drew-. Las cosas no van a cambiar.

– Ella me dijo que podia ser como si no hubiera ocurrido nada -replico Wyatt.

– ?Con respecto al bebe? Pues eso esta bien.

– Yo no puedo desentenderme de mi hijo.

– Entonces tienes un problema.

Peor todavia: no creia que pudiera desentenderse de Claire.

– Casi puedo verme con ella -murmuro.

Drew le hizo una senal al camarero para que les llevara otra cerveza.

– Esa proposicion le aceleraria el corazon.

– Ya sabes lo que quiero decir. Nunca he sido capaz de verme con nadie. ?A quien quiero enganar? Nunca saldria bien.

– Eso es una tonteria, y tu lo sabes -lo acuso Drew-. Es una excusa para no intentarlo. Nadie en esta familia ha sido capaz de tener un buen trabajo mas de un ano. Tu tienes una empresa, estas criando a una nina estupenda. ?Es que crees de verdad que no puedes tener un matrimonio feliz?

Wyatt estuvo a punto de caerse de la silla.

– ?Y tu estas siendo perspicaz otra vez?

– Si, pero no se lo digas a nadie. No ocurre a menudo. Mira, Wyatt, tu has estado a mi lado cuando nadie lo hubiera hecho. Incluso me has dado un trabajo, y no me has matado por enganar a Nicole. Yo no tengo lo que tienes tu. La he perdido, lo se. Tu, en cambio, todavia tienes una oportunidad. No seas idiota.

– Sabio consejo -dijo Wyatt. Despues se puso en pie-. Tengo que hacer una llamada.

Salio a la calle, al frescor de la noche, y se saco el telefono del bolsillo.

– Soy yo -dijo al oir la voz de Nicole-. Necesito hablar con Claire, y no me digas que no puedo. Esto no es asunto tuyo.

– Estoy de acuerdo contigo, pero de todos modos no puedes hablar con ella. No esta aqui. Se marcho hace un par de horas.

El se quedo inmovil.

– ?Adonde?

– A Nueva York.

Wyatt no podia creerlo.

– ?Se ha marchado sin despedirse?

– Tu le dejaste bien claro que no querias tener nada que ver con ella, y te creyo. No deberia sorprenderte que se haya ido, Wyatt. Es lo que tu querias.

Veintiuno

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