estuviera listo para abrirse. Alguien grito que habia un retraso de tres minutos. Claire lo oyo, y despues se abstrajo de todo lo demas.

Sentia la presencia de los otros. Lisa estaba en un segundo plano, esperando para tomar sus auriculares cuando Claire se los quitara, intentando no aparentar nervios. Aunque la actuacion era benefica, significaba mucho para las dos. Seria la primera vez que tocaba en publico desde que habia sucumbido al ataque de panico en primavera.

Claire abrio los ojos y vio el piano frente a ella. Se imagino alli, ante el publico. Se quito los auriculares y se los dio a su representante.

– ?Estas bien? -le pregunto Lisa.

– Si, estoy bien. Nerviosa, pero bien. Es de impaciencia, no de miedo.

Claire espero a que se alzara el telon y camino hacia el centro del escenario. Se detuvo ante el piano y se volvio hacia el publico.

Habia mas gente de lo que esperaba, un mar de caras expectantes. El aplauso la rodeo.

Tomo aire profundamente, una vez, y despues otra. Estaba nerviosa, pero eso le proporcionaria un impulso que la ayudaria a dar lo mejor de si misma. No habia terror, ni miedo que le atenazara el pecho. Tenia una sensacion de alegria, de orgullo.

Estaba a punto de sentarse cuando vio que alguien la saludaba desde el publico. Reconocio a Amy. A la izquierda de la nina estaba Wyatt. Sus ojos se encontraron, y el le sonrio.

A Claire se le acelero el corazon y se echo a temblar. ?Wyatt? ?Alli?

Era alto y estaba muy guapo con su esmoquin negro. Tenia un aspecto tan sofisticado como el del resto del publico, como si viviera en aquella ciudad en vez de en Seattle.

?Que estaba haciendo alli? ?Habia ido a oirla tocar? ?Por que no la habia llamado?

Tuvo ganas de bajar al patio de butacas y echarse a sus brazos. Queria que el la abrazara y no la soltara nunca. Queria saber por que habia ido a aquel concierto.

Entonces recordo a los otros cuatrocientos espectadores que habian acudido a verla. Se inclino una vez y camino hacia el piano. Se sento.

El publico quedo en silencio. Ella noto que la expectacion se aduenaba de la sala. Poso las manos en el teclado y comenzo a tocar.

La musica era familiar, una vieja amiga que la saludo con una combinacion de notas perfecta. El fluir de la pieza paso por su cuerpo y despues se escapo y la transporto a otro plano, en el que solo existia una belleza increible en forma de sonido. Olvido a la gente, olvido los nervios. Se habia encontrado a si misma de nuevo en aquel lugar. Era como si nada hubiera cambiado.

Era consciente de la atencion de Wyatt. Sin embargo, solo sintio su apoyo, y eso le proporciono energia y concentracion. Movio el cuerpo mientras tocaba, entregandose, y cuando pulso la ultima nota, estaba agotada como nunca.

Al final hubo silencio, como al principio, pero de un modo distinto. Alzo la vista, y vio asombro en las caras. Parecia que habia dejado anonadado hasta al mas experto de los patrocinadores. El publico se puso en pie y comenzo a aplaudir. Algunos gritaron su nombre. Unos cuantos se secaron las lagrimas.

Ella tambien se puso en pie. Estaba exhausta y le temblaban las piernas, pero tambien estaba llena de satisfaccion y de orgullo. Sonrio y se inclino.

Cuando se levantaba, su mirada se cruzo con la de Wyatt y percibio algo. Necesidad. Quiza incluso esperanza.

Se permitio creer que seria posible cualquier cosa.

– ?Oh, Dios mio! -exclamo Lisa cuando se cerro el telon por cuarta y ultima vez-. Ha sido asombroso. Nunca te habia oido tocar asi. La gente va a hablar de esta interpretacion durante semanas. Hicieras lo que hicieras en Seattle, funciono.

Claire sonrio.

– Parece que necesitaba unas vacaciones.

– Es mas que eso. Has cambiado como artista. Eres mas… -su representante fruncio el ceno-. Quiero decir madura, pero esa no es la palabra correcta. Has encontrado algo dentro de ti, que no estaba ahi antes. Eres una con la musica.

– Gracias.

Lisa suspiro.

– Ah, ahi vienen. Tus admiradores. Hare lo que pueda por alejar a los locos.

Claire se volvio a saludar a quienes tenian acceso a las bambalinas. Recordaba los nombres y agradecia las palabras amables, pero su atencion estaba en otra parte, y esperaba ver a Wyatt y a Amy.

– Deslumbrante. Nunca habia oido tocar tan bien esa pieza.

– Es lo mejor que he escuchado en mi vida.

– Increible.

– Extraordinario.

Claire les dio las gracias a todos. Tras unos minutos, vio a Lisa hablando con Wyatt y Amy, y senalandoles el camino a su camerino. Entonces se relajo, porque sabia que estarian alli esperandola cuando pudiera, por fin, retirarse.

Media hora despues se escapo y fue hacia su camerino. Abrio la puerta con el corazon acelerado, y con el estomago encogido de impaciencia.

Amy se lanzo a sus brazos.

– ?Te he echado de menos! -dijo por signos.

Claire la abrazo.

– Yo tambien -le respondio. Despues miro a Wyatt.

Estaba junto al tocador, impresionante con su esmoquin. Lo habia echado de menos con todas sus fuerzas; queria ir junto a el, pero sabia que debia esperar a saber para que habia ido el a Nueva York. Quiza solo quisiera entregarle los papeles que ella le habia dejado.

Alguien llamo a la puerta. Lisa asomo la cabeza por el resquicio.

– Le he prometido a Amy que le ensenaria la orquesta -dijo, y le tendio la mano a la nina-. Tardaremos unos veinte minutos.

– Gracias -dijo Wyatt.

Amy sonrio a Claire, y despues salio.

Cuando la puerta se cerro, Claire dijo:

– A Lisa no se le dan muy bien los ninos, pero creo que podra dirigir bien la visita.

– Amy ha dicho que quiere tocar el tambor cuando se haga el implante -dijo Wyatt.

– En una orquesta, se llama la percusion.

– Creo que Amy esta pensando mas en un grupo de rock.

– Ah. Entonces sera la bateria.

Wyatt se metio las manos en los bolsillos del pantalon.

– Has estado increible.

– Gracias.

– Te habia oido tocar mas veces, en el estudio de casa de Nicole y en la escuela de Amy. Esto ha sido distinto.

– Tenia acompanamiento.

– No solo por eso. Es algo diferente.

A Claire le latia el corazon con fuerza. Queria creer que las cosas iban a salir bien, pero no estaba segura. El no la miraba. Eso no podia ser bueno.

– Esto es lo que eres -dijo Wyatt-. Sabia que eras una pianista famosa, pero no entendia el significado. Iba a pedirte que volvieras conmigo a Seattle -anadio, y por fin, la miro-. Que te instalaras alli. Iba a intentar convencerte de que tu sitio esta alli, con tus hermanas, conmigo y con Amy. Iba a decirte que he sido un imbecil con respecto al bebe y a nosotros. La unica disculpa que tengo es que me asustas, Claire. Haces que sienta cosas. No puedo jugar con unas reglas en lo referente a ti, porque no me importan. Tu eres exactamente la persona a la que he estado esperando durante toda mi vida.

Вы читаете Dulces Palabras
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату