– ?Para venderlos en otro sitio? No. Si te vas, los
A Jesse no le gusto aquella idea, pero entendia la preocupacion de Nicole. No queria vender algo durante seis meses en la pasteleria, para luego dejar de hacerlo y perder clientes.
Antes de que pudiera responder, Nicole dijo:
– Tambien puedo comprarte tu parte del negocio. Ahora tienes mas de veinticinco anos. Puedo pedir un prestamo y darte el dinero por la mitad de la pasteleria.
– No. Quiero que esto funcione -le dijo a su hermana-. Por eso estoy aqui.
– Me cuesta creer eso -admitio Nicole-, pero eres diferente. Es obvio.
– No me importa lo que tenga que hacer en la pasteleria. Tu siempre necesitas ayuda extra. Yo te la dare. No quiero decir que tenga que estar a cargo de las cosas, tu sigues siendo la jefa.
– Una idea interesante. Desde que tuve a las gemelas me esta resultando dificil ir mucho a la pasteleria. Precisamente, necesito a alguien que la dirija. ?Tienes experiencia en la direccion?
– He estado llevando un bar.
Nicole abrio unos ojos como platos.
– Estas de broma.
– No. Fui ascendiendo desde el puesto de camarera. Atendia las mesas y dirigia el local unas cuantas noches a la semana. He gestionado a los empleados y me las he visto con los clientes borrachos. Supongo que la gente que entre a tomar cafe y a comprar bolleria y pasteles sera mas facil. Ademas, tengo un graduado en empresariales.
– ?Fuiste a la universidad?
– Por las mananas. Trabajaba por la noche y hacia los deberes cuando podia.
– ?Y Gabe?
– Tambien lo he criado.
– Has estado muy ocupada.
Jesse asintio. Sintio un poco de orgullo, y tambien de satisfaccion, al ver que su hermana estaba impresionada. Pese a lo que creyera Nicole, a ella le importaba lo que pensara su hermana. Por eso estaba dispuesta a acabar con aquel momento de conexion, diciendo:
– Tenemos que hablar sobre Drew.
– No, no tenemos por que -respondio Nicole con tirantez.
– Muy bien. Tu puedes escuchar solo, si quieres. No me acoste con el. Nunca me acoste con el, ni tuve nada que se pareciera a una relacion inapropiada con el -Jesse hablaba rapidamente, por miedo a que Nicole se levantara y se fuera-. Soliamos hablar, nada mas. El escuchaba, y yo tenia mucho que decir. Una noche… -Jesse tomo aire-. Una noche, yo estaba muy alterada. Habia encontrado un anillo de compromiso mientras ayudaba a Matt a deshacer su equipaje. Sabia que iba a pedirme que me casara con el. Yo lo queria muchisimo, pero estaba aterrorizada. Tenia mucho miedo de estropearlo todo. Nunca habia tenido una relacion de verdad, y no sabia si podia tenerla con Matt. Lo deseaba, pero siempre me las habia arreglado para estropear todo lo bueno que tenia en la vida. No queria fastidiar las cosas con el.
Nicole hizo amago de ponerse en pie. Jesse le puso una mano en el brazo.
– Tienes que escucharme.
– No quiero oir eso.
– Yo necesito contartelo.
Nicole volvio a sentarse y se cruzo de brazos.
– Continua.
– Yo estaba llorando. Drew se sento en la cama y me dijo que no podia cambiar quien era. Que yo nunca podria conformarme con un solo hombre, y que las chicas como yo no podiamos sentar la cabeza.
Jesse tuvo que tragar saliva para intentar aliviar la tension que sentia en la garganta.
– Yo me quede aturdida, sin saber si tenia razon. No queria hacerle dano a Matt, y quiza no me lo mereciera.
Cerro los ojos, llena de verguenza. Sentia verguenza porque alguien pudiera pensar que valia tan poco.
– Entonces, Drew me beso, y yo le deje, porque siempre habia usado a los hombres para sentirme mejor. ?Por que iba a ser aquello distinto? Entonces, el me quito la camiseta y me acaricio, y yo sali de mi estupor. Sabia que no queria a nadie mas que a Matt. Que habia cambiado. Y comence a empujarlo. Entonces fue cuando tu entraste en la habitacion -susurro-. Drew se levanto de un salto y grito que yo lo habia provocado todo. Yo sabia que tu te lo ibas a creer.
Abrio los ojos. Nicole la estaba mirando, pero Jesse no podia descifrar su expresion. ?La creia su hermana?, ?la odiaba todavia?
– No me acoste con el -repitio Jesse-. No ocurrio nada, y no porque nos interrumpieras.
– Quiero creerte -dijo Nicole-. Por muchas razones.
– Pero no me crees.
– No estoy segura.
Jesse no deberia sentirse sorprendida.
– No puedo darte ninguna prueba. Algunas veces hay que tener fe. Yo estropee las cosas muchas veces, Nicole, lo se. Pero nunca hice nada, deliberadamente, que pudiera hacerte dano.
Nicole la observo sin decir nada.
Jesse lo habia intentado, y seguiria intentandolo, pero en aquel momento estaba muy cansada.
– Ire a la pasteleria manana por la manana -dijo mientras se ponia en pie-. Ya sabes como ponerte en contacto conmigo si necesitas algo antes de entonces.
Nicole asintio.
Jesse salio sin mirar atras.
Habia vuelto a casa con grandes esperanzas y muchos suenos. Hasta el momento, ninguno de ellos se habia hecho realidad, pero no estaba dispuesta a rendirse. Ya habia recorrido mucho camino, e iba a seguir hacia delante hasta que todo se arreglara. Durante los cinco anos anteriores habia aprendido a ser fuerte, y a luchar por lo que necesitaba. No tenia miedo del trabajo duro ni de los retos. Era una superviviente.
Esa tarde, un poco despues de las tres, Matt la llamo para disculparse por la conversacion que habian tenido durante la reunion del dia anterior, y para pedirle que cenara con el aquella noche en un restaurante italiano que habia cerca de su casa. Aunque Jesse se sentia dolida y confusa, y un poco triste por los cambios que habia visto en el, accedio. Matt era el padre de Gabe, asi que tenia que restablecer la relacion con el.
Cuando llego al aparcamiento del restaurante, un poco antes de las siete, estaba bastante nerviosa. Paro el motor y paso unos minutos respirando profundamente para calmarse. Despues salio del coche y entro en el local.
Matt la estaba esperando en el mostrador de recepcion, alto, guapo, vestido con una camisa de manga larga y unos pantalones de pinzas. Despues de que se saludaran, el
El le dio las gracias al camarero y estudio la carta de vinos.
– Tienen una buena seleccion de vinos italianos -dijo a Jesse-. ?Te apetece alguno en especial?
– No. Lo que tu elijas estara bien.
El asintio, sin dejar de mirar la carta.
Ella recordo la primera vez que habian ido a cenar juntos, a un restaurante llamado Olive Garden. Jesse habia pensado que era adorable. Todavia recordaba su sonrisa, y como se habia dado cuenta de que aquel chico era alguien por quien quiza tuviera que preocuparse.
– ?En que estas pensando? -pregunto Matt.
– En nada.
– Era algo. Tenias una expresion interesante.
Jesse no creia que decirle la verdad fuera buena idea, y le conto que la degustacion de
– Me alegro -dijo el-. ?Que tal estan las cosas con ella?