deseo.

Se movia de un modo sensual. Asad noto los dibujos de hena en su cuerpo y bajo la mirada hasta sus pies desnudos, que tambien se habia pintado.

Conocia perfectamente bien la danza de los velos, pero era la primera vez que alguien la bailaba para el. Habia oido muchas historias sobre su poder de seduccion y siempre habia pensado que la seduccion no se debia al baile, sino a la debilidad de los hombres. Sin embargo, su opinion cambio radicalmente. Habia algo primario en sus movimientos. Algo intenso que estallo en su interior cuando Kayleen giro y se quito un velo.

Tuvo que hacer un esfuerzo inhumano para seguir sentado y no saltar sobre ella y hacerle el amor sin mas. Kayleen siguio bailando y uno o dos minutos despues se quito otro velo y Asad pudo ver la tira de su sosten.

Aquello fue demasiado. Esta vez se rindio al deseo, se levanto y la beso. Quiso contenerse porque penso que a Kayleen no le gustaria tanto afecto; pero para su sorpresa, reacciono con la misma intensidad que el.

Kayleen estaba temblando, pero de placer. Zarina habia acertado plenamente. A pesar de su inseguridad inicial, habia conseguido que Asad se rindiera a sus encantos.

– ?Cuantos velos llevas? -pregunto, excitado.

– Muchos.

Ella empezo a desabrocharle la camisa.

– Date prisa, por favor…

Kayleen le quito la camisa y el se encargo del resto de su ropa.

– Te deseo -susurro Asad-. Quiero hacerte el amor.

– Entonces, tomame…

– Kayleen…

El principe la tumbo sobre los cojines y le quito los velos, el sosten y las braguitas. A continuacion, introdujo una mano entre sus muslos y noto su humedad.

– Me deseas -afirmo.

– Siempre te he deseado.

El sonrio y empezo a acariciarla.

– Quiero sentirte dentro de mi -afirmo ella-. Tomame. Hazme tuya.

Asad contuvo la respiracion, pero obedecio. Le separo las piernas y la penetro.

Kayleen siempre olvidaba de que modo la llenaba, como conseguia desesperarla de puro deseo. Normalmente se lo tomaba con calma y lo hacia con delicadeza, pero aquella noche hicieron el amor sin cuidado, de un modo salvaje y mas intenso que nunca.

Cerro las piernas alrededor de sus caderas y se arqueo contra el para sentirlo hasta el fondo. Despues fueron acelerando el ritmo hasta que Kayleen se encontro al borde del orgasmo.

El pronuncio su nombre. Ella lo miro.

– Eres mia.

Solo fueron dos palabras, nada mas que dos palabras, pero bastaron para llevarla al climax y para que gritara.

Asad dio dos acometidas mas y tambien llego al final de su viaje.

Las olas de placer los unieron y ellos permanecieron juntos, abrazados, hasta que la Tierra dejo de moverse y pudieron descansar.

Kayleen entro en la suite poco despues de medianoche. Se sentia tan feliz que casi podia flotar. Hasta habria sido capaz de repetir la danza del velo.

En lugar de encender la luz, camino hasta el balcon y salio a la terraza. Hacia fresco, pero no le importo. Ademas, su temperatura aumentaba rapidamente cada vez que pensaba en su prometido.

En ese momento oyo el ruido de una silla. Se giro y vio algo entre las sombras. Era su madre.

– Vaya, que sorpresa. Y yo que creia que solo eras una jovencita un poco atontada y con suerte… pero no, has resultado ser una lista. La unica diferencia con otras es que tu juego es diferente.

– No se de que estas hablando.

– De que tu apariencia inocente y timida es solo fachada. Seguro que tu principe se enamoro perdidamente de ella.

– No estoy fingiendo. Es real.

Darlene se rio.

– No me mientas. Yo invente ese juego. Solo estoy diciendo que respeto tus tacticas… conmigo no habrian servido, pero contigo son perfectas.

– Sigo sin entender lo que dices. Pero perdoname, es tarde. Me voy a la cama.

– Ya has estado en una cama. Lo que quieres decir es que ahora vas a dormir. ?Me equivoco? -pregunto.

– No pienso hablar de eso contigo.

– Pero has cometido un error. Te has enamorado de el y ahora eres vulnerable. Hazme caso, es mejor que mantengas las distancias. Es mas seguro.

– Voy a casarme con Asad. Se supone que debo amarlo.

Su madre volvio a reir.

– Bueno, pero no esperes que tu amor sea mutuo. Los hombres como el no aman a nadie. Nunca -afirmo-. Acepta el valioso consejo de tu mama, aunque temo que ha llegado demasiado tarde.

– Buenas noches.

Kayleen se giro y volvio a la suite.

El encuentro con Darlene la habia puesto de mal humor. Y peor aun, habia conseguido que empezara a dudar.

Cabia la posibilidad de que tuviera razon. Se habia enamorado de el y necesitaba que el la amara a su vez.

Entro en el dormitorio y se tumbo en la cama. Ya no sabia si podria casarse sin tener su amor.

Capitulo 13

Kayleen se sento en una silla del salon de Lina e hizo lo que pudo por seguir respirando. Habia descubierto recientemente que cuando estaba tensa, contenia la respiracion; luego empezaba a jadear y su nerviosismo empeoraba.

– Es horrible -gimio-. ?No le basta con haberme abandonado cuando yo era una nina? ?Tambien tiene que destrozarme la vida?

Lina le dio una palmadita en la mano.

– Lo siento tanto… Mi hermano solo queria ayudar.

– Lo se. La culpa es mia por no haberle dicho la verdad, pero odio hablar de mi familia biologica, odio decir que me abandonaron dos veces. Siempre pienso que me deja en mal lugar -le confeso.

– Tienes que superar tus temores, Kayleen. Ahora vas a formar parte de mi familia.

Kayleen sonrio.

– Eres muy buena conmigo.

– Gracias. Pero volviendo a tu madre…

– Esta por todas partes, espiandome, apareciendo sin advertencia alguna. Tiene aterrorizadas a las ninas. Anoche, Pepper se puso a llorar porque Darlene le dijo que ya que no era guapa, tendria que ser inteligente. ?Quien puede decir algo asi a una nina? Pepper es adorable… puedo perdonar a mi madre por las maldades que me dedica, pero no le puedo perdonar eso.

– ?Quieres que le ordene que abandone el pais? -pregunto Lina-. Lo hare si lo deseas. Se marchara en el primer avion que salga.

– Me gustaria aceptar tu ofrecimiento, pero es mi madre y no se que hacer. Tal vez deberia concederle una oportunidad. Puede que se lo deba.

– ?Que le debes? ?Que te diera a luz? Tu no pediste nacer. Fue eleccion suya. Si no queria tenerte, podria haberlo evitado. O haberte entregado en adopcion…

Вы читаете El amor del jeque
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату