sus sentimientos? Reyhan no era la clase de hombre que se casara por capricho. La habia elegido a ella… solo a ella. Y si ahora queria el divorcio no era porque amase a otra mujer, sino porque asi podria casarse por conveniencia y tener herederos. No queria volver a enamorarse… ?quiza porque aun seguia enamorado de ella o porque la primera vez las cosas habian acabado muy mal?
Penso en todo lo que habia pasado tiempo atras. En como se habia escondido de el, como una nina temerosa de ser castigada. En como habia dejado que sus padres la convencieran de que el no la queria.
Ahora decia ser una mujer muy distinta a aquella joven asustada, pero ?estaba dispuesta a luchar por lo que queria? Si amaba a Reyhan necesitaba decirselo. Si queria una oportunidad para que su matrimonio funcionara, tendria que luchar por el.
Dejo el informe y se puso en pie. No iba a esperar ni un segundo mas. Los dos se pertenecian mutuamente y ella iba a hacer que Reyhan lo viera. No importaba cuanto tiempo le llevase.
Corrio escaleras abajo. Al llegar a la planta baja, lo llamo a gritos y lo busco por todas partes. Al irrumpir en el dormitorio que habian usado, lo vio salir del cuarto de bano.
Solo llevaba una toalla envuelta a la cintura y el vendaje. A Emma se le hizo un nudo en la garganta al recordar la ultima vez que habian estado asi, cuando el la rechazo. Decidida a no dejarse vencer por el miedo al rechazo y al orgullo de Reyhan, se irguio y lo encaro.
– Tenemos que hablar -le dijo.
Los ojos de Reyhan ardieron con un fuego que ella reconocio, haciendola estremecerse.
– No.
La respuesta no la asusto. Reyhan no iba a salirse con la suya… ya no. Aquello era demasiado importante como para dejar que su orgullo ganase. Si de verdad no la amaba, Emma tendria que pasar por el momento mas humillante de su vida, pero tenia que arriesgarse si queria conseguirlo todo.
– Se que me deseas -dijo, atravesando la habitacion para detenerse frente a el.
– El deseo no significa nada -replico el, dandole la espalda-. Es solo una reaccion.
– ?Una reaccion a todas las mujeres o solo a mi? – se acerco por detras y le puso las manos en los hombros desnudos-. ?Que ocurre cuando te toco, Reyhan? Se lo que me ocurre a mi. Mi interior se derrite y todo mi cuerpo se estremece por un deseo que apenas puedo controlar -le acaricio la columna-. Mi respiracion se acelera y las llamas prenden por todas partes.
Reyhan tenia la piel suave y los musculos inflexibles, pero cuando los dedos de Emma llegaron al borde de la toalla, se estremecio.
– Eres tan hermoso y fuerte… -murmuro ella, y le dio un beso en la espalda-. ?Soy solo yo? Dimelo.
El se giro con un rugido que podria haber sido de furia o de pasion, o quiza de ambas cosas. La agarro y tiro de ella hacia el, sin preocuparse por su herida de bala.
Emma tambien estaba mas que dispuesta a ignorar la herida, y recibio el beso de Reyhan con una pasion voraz. No hubo besos preliminares ni dudas. El tomo posesion de su boca y presiono los labios contra los suyos con tanta fuerza que la hizo arquearse contra el.
Mas, penso ella freneticamente mientras se aferraba a el y le devolvia el beso. Lo queria todo.
La lengua de Reyhan le envolvio la suya mientras el intentaba quitarle la ropa. Emma solo llevaba una camiseta y unos vaqueros, pero suponian demasiado obstaculo cuando todo lo que tenia que hacer era tirar de la toalla para desnudarlo.
Y entonces el estuvo desnudo y ella no se preocupo mas por su propia ropa. No cuando podia deslizar la mano entre ellos y tocar su ereccion.
Cuando sus dedos se cerraron en torno al miembro, el gimio y maldijo en voz baja.
– ?Quitate esta maldita ropa! -exigio.
Ella lo miro a los ojos y se rio suavemente.
– ?Tan impaciente estas?
– Me morire si no te tengo ahora mismo.
– Bien. Porque asi es exactamente como me siento yo.
Se quito la camiseta y las sandalias mientras el le desabrochaba los vaqueros. Lo siguiente fue el sujetador, y por ultimo las braguitas.
Al segundo siguiente Emma estaba en la cama y Reyhan encima de ella.
– Te deseo -murmuro el con voz jadeante-. Emma, te necesito.
Un deseo incontrolable tensaba su rostro. Emma sintio su necesidad, porque era la misma que sentia ella. Entendia el dilema de Reyhan, incluso mientras le agarraba el miembro y lo guiaba hacia su interior.
– No estas lista -protesto el, intentando resistirse.
– Si, lo estoy -respondio con plena seguridad. Estaba caliente, humeda y dispuesta.
Entonces el la penetro con facilidad y los dos gritaron a la vez. En pocos segundos estaban envueltos en un torbellino de emociones y pasion. Ella tiraba de el, deseando que llegara a lo mas profundo de su ser, y el la besaba en los ojos, las mejillas y la boca. A medida que el orgasmo se aproximaba, Emma lo rodeo con las piernas y tuvo que interrumpir el beso para tomar aire.
– Reyhan -susurro sin aliento, un segundo antes de que su cuerpo se tensara y se retorciera, sacudido por la liberacion absoluta.
El continuo empujando una y otra vez hasta que los temblores cesaron. Solo entonces grito el tambien su nombre y se quedo inmovil.
Emma cerro los ojos y se relajo en sus brazos. Su deseo por el no se habia apagado; tan solo se habia intensificado. Ahora queria que estuvieran conectados emocionalmente, tanto como fisicamente.
Reyhan se aparto y se tumbo de espaldas, tirando de ella para tenerla sobre el pecho.
– No deberiamos haberlo hecho -dijo el mientras le acariciaba el pelo.
– Porque te preocupa que pueda quedarme embarazada.
– Es una probabilidad a tener en cuenta. Si se juega con fuego, uno acaba quemandose.
Esa probabilidad ya habia sucedido. Emma sintio que retrocedia en el tiempo y de repente se vio con dieciocho anos, llorando en su habitacion, sola. El dolor la embargaba, pero no provenia de una fuente fisica. Sufria por estar sola y perdida, y por temer que jamas encontraria su camino.
– ?Que te pasa? -le pregunto el-. Veo la tristeza en tus ojos.
Ella nunca habia estado segura si debia decirselo. ?De que serviria? Pero ahora queria que lo supiera. No para hacerlo sentirse culpable, sino para que la comprendiera.
– Ya me quede embarazada una vez -susurro-. En nuestra luna de miel.
Se preparo para recibir la reaccion violenta de Reyhan. No creia que se pusiera furioso, pero si le haria muchas preguntas, y tal vez incluso acusaciones. Pero Reyhan permanecio tumbado, acariciandole el pelo y con la otra mano detras de la nuca.
– ?Que ocurrio?
Era una pregunta muy simple, pero fue como si se hubiera abierto una puerta escondida. Emma sintio como se le estremecia el corazon, mientras los recuerdos salian a la luz por primera vez en seis anos.
– El medico dijo que no era extrano perder un bebe en las primeras semanas de embarazo, especialmente en una mujer joven. Dijo que era el modo que tenia la naturaleza de hacer las cosas bien -parpadeo para reprimir las lagrimas, pero estas resbalaron por sus mejillas-. Estaba tan angustiada cuando te fuiste que me encerre en mi habitacion, en casa de mis padres, y estuve llorando durante dos semanas. Siempre me he preguntado si nuestro hijo no pudo soportar que su madre estuviera siempre triste y que por eso eligio no nacer.
– ?Te sientes responsable por lo sucedido?
Ella asintio.
– Entiendo -dijo el, acariciandole la mejilla-. Tal vez nuestro hijo no queria a un padre que desapareciera sin decir palabra.
– Tu no tienes nada que ver con la perdida del bebe.
– Ni tu tampoco -respondio el, mirandola a los ojos-. Entonces, fue por eso por lo que te negaste a verme. Estabas demasiado afectada.
– En parte si. Y tambien estaba avergonzada. Y asustada. Temia que te enfadaras conmigo.
El la abrazo y la beso con dulzura.
– Jamas -le susurro-. Ahora se que no te habria dejado atras cuando murio mi tia. Deberia haberte traido conmigo.