penso Samantha decidiendo que no estaba preparada para una relacion seria.

– Gracias por dejarme jugar -se despidio Jack.

– De nada -contesto Phil.

– ?Os apetece que tomemos algo dentro de media hora en el bar de la esquina? -propuso Jack consultando el reloj.

– Estupendo -contestaron los demas volviendo a sus oficinas.

– Tu tambien te vienes, ?no? -le pregunto Jack a Samantha una vez a solas.

Samantha sabia que no deberia ir, que no era un movimiento inteligente por su parte, pero…

– Por supuesto -contesto.

– Bien -sonrio Jack.

Samantha sintio mariposas en el estomago y se metio a toda velocidad en su despacho.

«Un clavo con otro clavo se quita», se dijo.

Jack pidio bebidas y fuentes de aperitivos para todos y hablo con cada miembro del equipo de Samantha.

– Has contratado a gente muy valida -le dijo sentandose a su lado al cabo de un rato.

– Gracias -contesto Samantha-. ?Que tal la reunion?

– Bueno, los miembros del consejo estan mas interesados en protegerse que en saber exactamente que ha ocurrido. Vamos a hacerlo publico manana por la manana.

– Buena suerte -dijo Samantha dando un trago a su refresco.

– ?Sabes? Lo que no entiendo es por que mi padre no habia nombrado a un sucesor. ?Acaso creia que iba a vivir para siempre?

– A lo mejor, esperaba que uno de sus hijos quisiera hacerse cargo de la empresa.

– A lo mejor. Lo cierto es que no me imagino ni a Evan ni a Andrew instalados en Chicago y convertidos en hombres de negocios.

– Ya sabes que tu tampoco tienes que encargarte de la empresa si no quieres -dijo Samantha tocandole el brazo.

– Si, ya se que me puedo ir cuando quiera.

Samantha sabia que no lo haria, que Jack tenia un inmenso sentido de la responsabilidad.

De nuevo, su cuerpo le recordo que no se parecia en absoluto a Vance, pero su cabeza no estaba tan segura. Su ex marido tambien parecia ser un buen hombre, un profesional de exito que queria convertirse en padre. Si, eso habia sido hasta despues de la boda porque, luego, de la noche a la manana, todo habia cambiado.

Su padre habia hecho exactamente lo mismo, habia pasado en pocas semanas de ser un hombre carinoso y agradable a convertirse en una persona que habia abandonado a su mujer y no habia querido hacerse cargo de su unica hija.

Los hombres poderosos a menudo eran asi y Samantha se dijo que, a pesar de que la atraccion que sentia por Jack fuera muy fuerte, no debia dejar que su relacion fuera mas alla de los limites de lo estrictamente profesional.

No podia arriesgarse a sufrir otro reves emocional.

– Me tengo que ir -anuncio colgandose el bolso del hombro.

– Yo tambien me voy -contesto Jack-. ?Quieres que te lleve?

– No, gracias -contesto Samantha aunque la tentacion era terrible-. Tengo que hacer unos cuantos recados antes de volver a casa y prefiero ir andando.

– ?Estas segura? No me importa llevarte.

– Gracias, pero prefiero ir sola -sonrio Samantha.

Si, habia aprendido que lo mas seguro en la vida era estar sola.

Capitulo 5

Roger Arnet era un hombre alto, delgado y rubio de cincuenta y tantos anos. Jack le estrecho la mano y le indico que se sentara.

– ?Que tal lo llevas? -le pregunto Roger-. No debe de ser facil ocupar el lugar de tu padre porque tu padre era un hombre realmente magnifico, si, un hombre realmente magnifico.

?De verdad Roger seguia creyendo que George era un hombre magnifico despues de todo lo que se habia descubierto?

– Lo llevo como mejor puedo -contesto de manera ambigua-. Te he llamado porque queria comunicarte que estamos realizando grandes cambios.

– Si, al volver de vacaciones, he notado que la oficina estaba bullendo de actividad -contesto Roger.

– Efectivamente, tenemos muchas cosas que hacer.

– Si, Arnie me ha estado contando lo que quereis hacer. Muy ambicioso. Muy ambicioso. Para mi gusto, demasiado.

– ?Me estas diciendo que no podemos ampliar las paginas web?

– Expandirlas es una cosa y lo que vosotros quereis hacer es otra. Bueno, aunque ya se que no eres tu sino esa chica nueva, esa Samantha no se cuantos.

– Samantha Edwards -contesto Jack-. Quiero que sepas que tiene mi respaldo incondicional.

– Ya… Es una mujer con mucha energia. Yo prefiero ir mas despacio. La tecnologia esta muy bien, pero esta empresa se fundo en papel.

– Las revistas son muy caras y, ademas, van muy despacio -objeto Jack-. Ninguna de nuestras publicaciones tiene mas de un millon de ejemplares de tirada, asi que estamos perdiendo dinero. Internet es una parte muy importante de nuestra cultura, cada vez va a mas y sale muy barato.

Roger asintio.

– Arnie me ha contado todo. Es un buen chico, pero demasiado joven. A veces, se embala. Espero que no te haya llenado la cabeza de pajaros.

A Jack le gustaba ser respetuoso con sus mayores, pero tampoco estaba dispuesto a que lo trataran como a un idiota.

– Voy a ser muy claro -le dijo a Roger-. Esta empresa esta al borde de la quiebra financiera y seguir actuando como en los viejos tiempos no nos va a sacar del bache. Vamos a llevar a cabo grandes cambios y lo vamos a hacer rapidamente. Estoy convencido de que la tecnologia es nuestra mejor baza, asi que tienes dos opciones: quedarte en la empresa y respaldar los cambios o buscarte otra que te guste mas.

– A eso lo llamo yo ir directamente al grano -se indigno el director.

– Efectivamente, asi soy yo. Me han hablado muy bien de ti y me gustaria que te quedaras, pero, si lo haces, quiero que tengas muy claro en que direccion vamos a trabajar.

– No tengo nada en contra de la ampliacion de la empresa via Internet, pero creo que puede ser peligroso porque se va a trabajar con ninos y vamos a tener que proceder con mucho cuidado con el tema de la seguridad.

– Estoy completamente de acuerdo. De hecho, Samantha y Arnie ya estan trabajando en ello. Unete a su equipo, echale un vistazo a lo que han hecho hasta el momento y ven a verme siempre que quieras.

Roger asintio y salio de su despacho.

Intranquilo tras su reunion con Roger, Jack se dirigio al despacho de Samantha.

– ?Tienes un momento? -le pregunto al ver que colgaba el telefono.

Samantha asintio y Jack entro y le conto la conversacion que acababa de tener con el director del departamento de informatica.

– Yo creo que lo mas inteligente por nuestra parte seria admitirlo en tu equipo -le propuso.

Samantha lo miro horrorizada.

– ?No hay otra opcion?

– Si, por supuesto podemos dejarlo fuera y crearnos un enemigo, pero todos los informes que tengo sobre el son excelentes. Lleva muchos anos y conoce el trabajo. Podria sernos de ayuda.

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