nocturnos.
Sabia que, en cuanto el Consejo de Administracion se enterara de lo ocurrido, le presionaria para que se quedara mas tiempo al mando de la empresa.
En aquel momento, llamaron a la puerta y Jack se giro.
– Trabajas hasta muy tarde -comento Samantha entrando en su despacho-. Desde luego, los ejecutivos siempre trabajando tanto. ?No os cansais de…? -se interrumpio al ver la cara de Jack-. ?Que pasa?
Jack habia intentado disimular su zozobra, pero no habia podido y se dijo que no servia de nada ocultarle la verdad a Samantha pues iba a convocar una reunion de emergencia a primera hora de la manana.
– He encontrado un segundo juego de libros de contabilidad -dijo-. Mi padre los tenia guardados en la caja fuerte. He estado comparando las cifras con las que yo tengo y las diferencias son increibles. La empresa hace aguas por todas partes.
– ?Fraude?- le pregunto Samantha con los ojos abiertos como platos.
– Si, vamos a tener que hacer una auditoria interna completa y no me extranaria nada que la Asociacion del Mercado de Valores quisiera hacer una investigacion aparte, lo que nos va a acarrear muy mala prensa y una bajada increible de nuestras acciones -contesto Jack volviendo a girarse hacia el ventanal.
– No se que decir.
– Yo, tampoco. Supongo que esto es lo ultimo que esperarias oir de mi. Entendere que quieras dejar el trabajo.
– Por supuesto que no -contesto Samantha-. ?Estas bien?
– Bueno, he tenido momentos mejores -contesto Jack-. Menos mal que mi padre esta muerto porque, de lo contrario, iria a la carcel.
– Tu padre no era un mal hombre -intento consolarlo Samantha.
– ?Vas a justificar lo que hizo?
– Por supuesto que no, pero, por lo que tengo entendido, tampoco era el diablo.
– Aunque no fuera el diablo no quiere decir que no se haya saltado la ley. Si quieres que te diga la verdad, no me sorprende que haya ocurrido algo asi. Mi padre se encargaba de varios departamentos a la vez y ahora empiezo a entender por que. Los numeros no cuadraban y eso no le gustaba, asi que los cambio. Ahora entiendo por que no queria grandes cambios a su alrededor. Por ejemplo, si hubiera introducido mucha tecnologia la verdad habria saltado a la luz mucho antes.
– ?Crees que lo sabia alguien mas?
– No se, pero le voy a preguntar a todo el mundo -contesto Jack.
– ?No crees que lo hiciera solo?
– No.
– ?Por que no le preguntas a Helen?
– ?Crees que estaria compinchada?
– ?Claro que no! -exclamo Samantha-. Helen no es asi. Te lo decia porque, a lo mejor, ella te puede decir si tu padre cambio de repente o si estaba mas estresado de lo normal.
– No necesito consejo sobre trapos.
Samantha se enfado al oir como insultaba a su amiga.
– ?Te crees que Helen es una mujer sin cerebro a la que solamente le importan la ropa y las joyas?
– La verdad es que no la conozco -contesto Jack encogiendose de hombros.
– ?Y eso? Forma parte de tu familia desde hace un tiempo. ?Por que no te has molestado en conocerla un poco?
– Porque conozco muy bien a las mujeres como ella.
– Helen es una persona que no tiene nada que ver con lo que tu te imaginas. Dices que tu padre hizo que la empresa fuera mal por tener ideas obsoletas en la cabeza, pero me parece que tu actuas exactamente igual.
Samantha termino de tomar notas tras la presentacion de un miembro de su equipo.
– Buen trabajo, Phil -lo congratulo sinceramente-. Me encanta la paleta de colores que has elegido para la nueva pagina.
– Si, los ninos pequenos responden mejor a los colores que a las instrucciones -sonrio su companero-. Se me habia ocurrido seguir el mismo esquema con ninos de mas edad e ir convirtiendo los colores claros en colores mas oscuros.
– Buena idea -contesto Samantha mirando a Arnie-. ?Seria muy dificil hacer eso?
– No, no hay problema -contesto el programador.
– Estupendo entonces.
– Tambien podriais, eh, meter menus. Asi, el nino puede hacer clic en el color que le guste y obtener no solo una pregunta sino una serie y, luego, dependiendo de la respuesta puede pasar a otro lugar de la pagina. Por ejemplo, si acierta la respuesta, podriamos meterle un pequeno juego -sugirio Arnie-. Ya sabeis, para motivarlos.
Samantha miro a su equipo, que parecia encantado con la idea.
– Estupendo -le dijo a Arnie-. Gracias.
Arnie se encogio de hombros y se sonrojo y Samantha se dio cuenta, por como la miraba, de que aquel hombre se habia enamorado de ella, lo que era un incordio porque, ademas de que ella no estaba buscando pareja, Arnie no era su tipo en absoluto. Justo en aquel momento, se abrio la puerta de la sala de conferencias y entro Jack, que no dijo nada y se limito a sentarse en silencio.
Al instante, el cuerpo de Samantha se tenso, por si su cerebro se habia dado cuenta de que Jack habia llegado. Samantha odiaba que, a pesar de que seguia enfadada con el, su cuerpo reaccionara asi ante su presencia.
Desde luego, el mundo siempre patas arriba. Arnie era un hombre soltero y agradable, inteligente y probablemente poco complicado, pero no le llamaba la atencion lo mas minimo mientras que Jack, que la sacaba de quicio con sus prejuicios sobre Helen, era irresistiblemente sensual.
Haciendo un increible esfuerzo, consiguio volver a concentrar su atencion en la reunion.
– Los juegos de premio tendrian que ver con el tema de la pregunta -propuso Sandy.
– Si, buena idea, la dificultad de los juegos iria en aumento dependiendo del curso en el que este el nino - anadio Phil.
– Vamos a tener que pasar mucho tiempo confeccionando los contenidos, pero creo que merece la pena - comento Samantha-. Tenemos que hablar con los de Investigacion y Desarrollo para contarles estas ideas y que se pongan en marcha con las preguntas y las respuestas.
– Ojala hubiera existido algo asi cuando nosotros estabamos en el colegio -apunto Jeff-. A mi me habria ayudado un monton con la Historia.
Y asi transcurrio la reunion, en la que se aportaron y se debatieron un monton de buenas ideas. Samantha tuvo siempre mucho cuidado de no mirar a Jack porque eran companeros de trabajo y sabia que tenia que dejar sus desavenencias personales a un lado.
– Bueno, chicos, estoy encantada con vuestro trabajo. Nos volvemos a ver el viernes -se despidio Samantha de su equipo.
Cuando sus companeros se pusieron en pie, Arnie se percato de que Jack no se iba, miro a Samantha y se fue.
– Vamos muy bien -le dijo Samantha a Jack una vez a solas mientras recogia sus notas.
– Ya lo veo, formais un buen equipo.
– Me alegro de que te lo parezca.
– ?Sigues enfadada conmigo?
– No entiendo por que tienes tan mal concepto de Helen. Por lo que tengo entendido, apenas la conoces. Si hubieras pasado mucho tiempo con ella y se hubiera portado mal contigo, entenderia que tuvieras una mala opinion de ella, pero solamente la has visto en un par de ocasiones y la tratas como si fuera la madrastra mala de los cuentos.
Aquello hizo sonreir a Jack.
– No es porque sea mi madrastra.
– Entonces, ?por que es?