– ?Que?
– No podemos hablar de ella.
– ?Por que no? Era tu esposa. La querias y ya no esta aqui. Deberias hablar de ello.
– Tal vez ya lo haya hecho -dijo el, mirando hacia el techo.
– Lo dudo mucho. Seguro que lo llevas todo dentro. Habla conmigo. Soy una apuesta segura.
– ?Que quieres decir?
– Que no te importo.
Kateb se giro hacia ella.
– ?Por que dices eso?
– No lo he querido decir como si me compadeciese de mi misma. En cuanto sepas que no estoy embarazada, me haras volver a la ciudad. Asi que me lo puedes contar todo. ?Como se llamaba? ?Como era?
El la miro a los ojos, como si quisiera probar su sinceridad. Ella no aparto la vista. Kateb se relajo por fin y sonrio.
– Se llamaba Cantara. La conoci cuando yo tenia diez anos y ella ocho. Ella no creia que yo fuese un principe, porque no tenia corona y porque montaba a caballo mejor que yo. Nos hicimos amigos. Eso nunca cambio.
– Que suerte. Debe de ser estupendo, ser amigo de la persona con la que te casas.
– Lo fue. Cantara entendia el desierto y me entendia a mi. A partir de los dieciseis o diecisiete anos, supimos que nos casariamos.
Victoria se pregunto como seria estar tan seguro de algo en la vida. Saber que era amada por un hombre al que ella tambien amaba.
– Esperamos a que yo tuviese veintidos -continuo el-. Mi padre pensaba que era demasiado joven, pero insisti y accedio. Nos casamos y vinimos a vivir aqui.
– Debisteis de ser muy felices.
– Yo lo era. Lo tenia todo. Unos anos despues, tuve que asistir a varias reuniones de las tribus. A veces duraban semanas y eran muy aburridas. Ella decidio irse a Europa con un par de amigas. Murio en un accidente de trafico.
– Lo siento.
– Yo tambien lo sentia, pero el tiempo lo cura todo.
– Todo, no. Vas a tener que casarte por obligacion, no por amor.
– Yusra habla demasiado.
– Es posible.
– Esperare a ser lider y luego escogere a una mujer fuerte, poderosa. Quiero paz y prosperidad para mi pueblo. Vendra bien una alianza con una de las mayores tribus del desierto.
– ?Y si no te gusta la mujer que te eligen? ?Y si huele mal o no tiene sentido del humor?
– Me casare por obligacion, nada mas.
– Tendras que acostarte con ella.
– No muchas veces, si yo no quiero.
Victoria se sento y lo miro fijamente.
– ?Solo hasta que la dejes embarazada? Que romantico.
– Es mas facil para un hombre que para una mujer -comento el, divertido por su reaccion.
– Claro, porque de noche todos los gatos son pardos, ?no? Que asco. ?Y que pasara con sus sentimientos?
– Si es la hija de un jefe de tribu, entendera la importancia de la alianza.
– Deja que lo adivine. Se sentira realizada con sus hijos y tu tendras el haren para que te hagan compania.
– ?Por que te enfadas en nombre de una futura mujer que todavia no existe?
– Porque si.
Kateb bajo la vista a su cuerpo.
– ?Sabes que estas desnuda?
– No cambies de tema.
– Estoy volviendo al tema con el que estabamos hace solo unos minutos.
En un movimiento rapido, la agarro por la cintura y la tumbo de nuevo en la cama. La acaricio, la beso y llevo los dedos al interior de sus muslos.
– Estas jugando sucio-se quejo Victoria mientras lo abrazaba.
– Quiero ganar -contesto el antes de volverla a besar.
Capitulo 9
Victoria volvio a casa de Rasha a la manana siguiente. Habia hecho varias copias del plan de negocio.
Rasha la saludo con mucho carino.
– Hemos estado muy emocionadas desde tu ultima visita -le dijo a Victoria-. Hemos ideado varios disenos nuevos. ?Te gustaria verlos?
Victoria estudio los disenos de tres pares de pendientes, un par de pulseras y un colgante. Todas eran piezas delicadas, pero solidas. Increibles.
– No se como lo haces -dijo, tocando el papel-. ?Hay algo que te inspire? Rasha rio.
– A veces. Otras, juego con las formas hasta que sale una que me gusta. Es dificil de explicar -miro el maletin que llevaba Victoria en la mano-. ?Son buenas o malas noticias?
– Buenas. Tengo un plan de negocio. Y a Kateb le gusta -le dio una carpeta a Rasha y dejo las otras encima de la mesa-. Podemos verlo juntas y luego lo discutes con las otras artistas. Cuando hayais tomado una decision, hazmelo saber y, si quieres, seguiremos adelante.
Victoria repaso su plan pagina por pagina. Rasha solo fruncio el ceno al ver las cifras.
– Es mucho dinero -murmuro-. No se cuanto vamos a tardar en ahorrarlo. Muchos anos.
– No se espera que obtengais vosotras el dinero. Kateb financiara la expansion. Como prueba de su apoyo, os ofrecera un prestamo a un interes muy bajo. Cree en ti y en las otras mujeres, Rasha. Aprecia vuestro talento y quiere que tengais exito.
– ?El principe nos financiara? ?Nos ofrece su apoyo?
Victoria sonrio.
– Asi os sera mucho mas facil venderselo a vuestros maridos, ?verdad?
– Mucho mas. ?Como lo has convencido? ?Que le has dicho?
– Le he ensanado las cifras y el mismo ha visto las posibilidades. Le interesa diversificar la economia del pueblo. Vais a traer mucho dinero al pueblo, y el lo respeta.
Rasha sonrio de oreja a oreja.
– El principe nos aprecia.
Tomo los papeles y corrio a la otra habitacion.
Las demas mujeres la rodearon. Ella les explico todo. Victoria deseo decirles que Kateb era como cualquier otro hombre, pero sabia que no la entenderian.
Al menos, era un buen lider. Los ancianos habian elegido bien.
?Se daria cuenta de ello la mujer que se casase con el por obligacion? ?Entenderia que estaba solo? ?Lo apoyaria y lo reconfortaria? ?Se daria cuenta de que podia ser muy bueno, pero que no queria que todo el mundo viese sus puntos debiles?
En cualquier caso, aquello no era asunto suyo. Para cuando el hubiese elegido esposa, ella estaria muy lejos de alli. Debia sentirse feliz por ello, pero no podia.
– Estamos encantadas -le dijo Rasha-. ?Como podemos agradecerte la ayuda?
– Me estoy divirtiendo mucho con todo esto. No te preocupes.
Rasha sonrio.
– Disenaremos una coleccion llamada Princesa Victoria.
– No soy una princesa -contesto ella, a pesar de gustarle la idea-. Solo soy… la chica del haren.