– Parece una situacion dificil. ?Crees que tendras problemas para encontrar otro trabajo?
– Ninguno en particular. Quiero decir que no hay garantias. No es mas que… -se encogio de hombros-. Eso no es todo lo que paso la semana pasada.
Dylan estiro sus largas piernas delante de el y las cruzo a la altura de los tobillos.
– Sigue.
Molly se sentia como un personaje de una pelicula de tercera, con demasiados problemas y sin ningun sitio a donde ir.
– El martes mi prometido… -Molly movio la cabeza-, mejor dicho, mi ex prometido, me llamo desde Mexico. Al parecer, el y su ayudante se habian quedado a trabajar hasta tarde y una cosa habia llevado a la otra… Huyeron juntos a Mexico. Grant confiaba en que lo entenderia -Molly sintio que se ponia tensa y hasta le costaba respirar. Tuvo que hacer un esfuerzo para relajar conscientemente los musculos-. Dijo que queria decirmelo lo antes posible porque valoraba la sinceridad en todas sus relaciones. Ah, y me llamo a cobro revertido.
– Ese tipo es basura.
– Eso pense yo -Molly vacio la copa de whisky. Lo cierto era que se sentia bastante orgullosa de si misma.
Habia conseguido decirlo todo sin derramar ni una sola lagrima. Claro que no iba a decirle a Dylan lo que le habia pasado el miercoles de aquella infame semana. No podia hablar de ello con un hombre como el, no habia posibilidades de que lo entendiera. Era demasiado perfecto.
– Hay algo mas, ?verdad?
Hizo la pregunta en voz baja y preocupada. Su perspicacia la sobresalto y la asusto. Seguramente, podria haberlo superado si Dylan no pareciese sinceramente preocupado. Molly empezo a sentir que le ardian los ojos y parpadeo freneticamente.
– ?Acaso no es bastante? -dijo, tratando de bromear-. ?O te gustaria algo mas sangriento?
– Solo tuve la impresion de que habia algo mas. Pero tienes razon, es mas que suficiente.
– Exactamente -mintio-. Asi que decidi desaparecer unos dias. Queria aclarar las ideas, pensar las cosas bien. Tal vez incluso elaborar un plan. Nunca he corrido riesgos en la vida, siempre he decidido lo mas sensato. Al final no importa lo que hagas, o lo cuidadosa que seas, al final la vida puede sorprenderte cuando menos te lo esperas. Por eso estoy ocultandome durante un tiempo, para poder lamer mis heridas. No soy valiente, como tu.
Dylan se puso en pie, tomo la botella de whisky y se sento junto a Molly.
– Soy muchas cosas, Molly, pero valiente no es una de ellas.
De repente, Dylan estaba muy cerca y podia inspirar su fragancia. Tuvo que concentrarse para poder decir una frase completa.
– Claro que lo eres. Mira todo lo que has hecho con tu vida, no has tenido miedo. Supiste lo que querias y has ido tras ello. Te admiro mucho.
– No te molestes. Es facil ser valiente cuando no tienes nada que perder.
Dylan no la toco, lo cual era bueno y malo. Por un lado, queria que la estrechara entre sus brazos y jurara que siempre la amaria. La idea casi le hizo soltar una risita. Como si eso fuera a ocurrir.
Recupero el sentido del humor y decidio que enamorarse de Dylan iba a sentarle bien. Permanecieron sentados en silencio durante un rato. Despues de que Dylan le sirviera un poco mas de whisky, Molly continuo saboreando el liquido oscuro. No sentia la necesidad de hablar o de explicarse, y aquella libertad era un cambio agradable. Con Grant, los silencios siempre la habian puesto nerviosa.
La noche continuo cerrandose en torno a ellos. Tal vez el resto del mundo habia desaparecido y eran los unicos que quedaban. La idea le dio valor para hacerle la pregunta que habia querido formularle nada mas verlo.
– Tengo una pregunta.
– Tal vez tenga una respuesta. Dispara.
– Se trata de Janet. ?Lamentas que lo vuestro no saliera bien?
Dylan estiro los brazos por encima de la cabeza, y luego se recosto en el tronco del arbol.
– Si me lo hubieras preguntado el dia de su boda, te habria dicho que si. Realmente pense que la amaba. Casi me muero al verla con el traje de novia.
Molly se dijo que no era mas de lo que esperaba, pero le dolia oir su confesion.
– Entiendo.
– La cuestion es que, despues de seis semanas, estaba de rodillas dando gracias a Dios por haberme ido de la ciudad. Supongo que debi sentirme agradecido porque Janet hubiera tenido la sensatez de cortar conmigo. Eramos unos crios. Por aquel entonces era divertido, pero no estabamos hechos el uno para el otro. Ahora lo se.
– ?No la echas de menos?
– En realidad, no. Me fui decidido a demostrarle que podia ser alguien, pero enseguida decidi demostrarmelo a mi mismo. Janet fue el desencadenante de que me fuera, y me alegro, pero no cambiaria el pasado. Con la experiencia de un adulto, creo que Janet y yo no nos queriamos de verdad. Fue una cosa de adolescentes.
Aquello le hizo sentirse mejor. Despues de todo, Janet estaba felizmente casada. Ademas, realmente le molestaria a ella, a Molly, que Dylan siguiera enamorado de su hermana.
– Cuando te fuiste, probaste suerte en las carreras, ?verdad? -le pregunto.
– No era mas que un insensato sobre dos ruedas. Tenia mas corazon y valor que talento. Despues de un tiempo me di cuenta de que estaria mejor disenando que corriendo.
– ?Ganaste con la moto o solo con las mujeres? -le pregunto, bromeando.
– Se me dio un poco mejor con las damas -sonrio-. El banderin de llegada siempre me rehuia. A decir verdad, las mujeres dolian mas que los golpes.
– ?Te caiste? -repuso Molly con gravedad.
– Un par de veces -se encogio de hombros-. Son gajes del oficio -dijo, y se inclino hacia ella-. Te propongo una cosa, Molly. Yo te ensenare mis cicatrices si tu me ensenas las tuyas.
Molly supo que Dylan no podia comprender lo que aquellas palabras significaban para ella, pero aun asi se sintio como si la hubieran abofeteado. Un sollozo emergio de su garganta, se cubrio la boca y se puso en pie. Tenia que salir de alli, enseguida. ?Como lo habia adivinado? Pero no se molesto en preguntarselo. Salio corriendo y se refugio en la oscuridad.
Capitulo 5
Dylan se quedo mirando a Molly hasta que desaparecio en la oscuridad. ?Que habia pasado? ?Que habia dicho? Pero lo que en realidad importaba era que era de noche en la playa y Molly estaba sola. No habia querido decir nada que la molestara y el nudo que sentia en el estomago le decia que mas le valia no volver a hacerlo.
Se puso en pie y fue tras ella. La luna irradiaba luz suficiente para distinguir su silueta. Se habia detenido junto a la orilla y estaba en cuclillas. ?Para desaparecer, se pregunto, o para contener el dolor?
El sonido de sus sollozos fue mitigado por el ruido de las olas, pero aun asi podia oir su llanto desgarrador. El estomago se le encogio un poco mas. Se maldijo. Era evidente que habia malentendido su broma sobre compartir cicatrices. Seguramente, pensaba que se estaba riendo de que su novio le hubiera dado calabazas. El hombre era un canalla, penso lugubremente. Cualquier hombre capaz de una bajeza asi era de la peor calana. Molly estaba mucho mejor sin el, aunque dudaba que lo creyese todavia. Con el tiempo, veria que habia tenido suerte de escapar, pero en aquellos momentos sufria y era por su culpa.
– Molly, lo siento -dijo, acercandose por detras y tocandole el hombro.
Ella se estremecio.
– Estoy bien. Vete.
– No estas bien y no voy a irme. No queria decir nada con lo que dije. Estaba bromeando, pero ahora veo que lo tomaste a mal. No pretendia comportarme como un idiota.
Molly movio la cabeza, pero no entendio que queria decir. ?Estaba rechazando su disculpa o diciendole que no importaba? Sin saber que mas podia hacer, la puso en pie y la atrajo hacia el. Molly se quedo inmovil, no se relajo