pero tampoco se resistio. Dylan la rodeo con sus brazos y otro sollozo la convulsiono.
– Calla -murmuro-. No pasa nada.
– Claro que si. De eso se trata. No creo que pueda superarlo.
?A que se referia? ?A su trabajo? ?A Grant?
– Lo superaremos juntos esta noche -le dijo-. No te preocupes por manana, ?de acuerdo? Solo ocupate de esta noche.
Le puso una mano en la nuca y la insto a apoyar la cabeza sobre su hombro. Era tan pequena. Estaba acostumbrado a mujeres altas, pero le gustaba que Molly fuera distinta.
Tambien era suave. Al frotarle la espalda, sintio carne docil, no costillas. Los dos tenian las chaquetas abiertas y sus senos le presionaban el pecho. Estaban como los habia imaginado cuando habia pensado en ella durante el trayecto en moto. Calida y suave, curvas llenas que parecian fundirse con su cuerpo.
La necesidad lo invadio, un deseo que solo podia soportar mientras el calor y la sangre descendian a su entrepierna. Pero no la cino con mas fuerza, no queria que supiera que sus pensamientos se habian vuelto apasionados, sobre todo, porque todavia podia sentir las oleadas de dolor que la recorrian. Necesitaba mucho mas de lo que el podia ofrecerle.
– Lo siento -volvio a decir, porque no se le ocurrian otras palabras.
– No lo sientas -le dijo, y sorbio las lagrimas-. No has hecho nada malo.
– Pero yo…
Molly levanto la cabeza y se quedo mirandolo. A la palida luz de la luna, su rostro era bonito, comprendio con cierta sorpresa. La luz se reflejaba en los regueros de lagrimas.
– No pasa nada, Dylan -le dijo-. Tu solo estabas bromeando y yo reaccione incontroladamente -se seco el rostro con el dorso de la mano-. Te propongo una cosa. Tu dejas de sentirte mal y de disculparte y yo dejo de llorar, ?que te parece?
Tenia los ojos grandes, de un color avellana que en la noche eran oscuros y misteriosos. Dylan tenia la extrana sensacion de que podia perderse en esos ojos. Queria, no, necesitaba, estar junto a ella. En ella, no en el sentido de hacer el amor, aunque eso tambien le gustaria, sino dentro de la persona, una parte de lo que ella era.
El anhelo fue tan fuerte como inesperado. No lo comprendia y deberia haberlo asustado, pero no lo hizo. Cuando no hallo la manera de introducirse en su interior y ser parte de ella, hizo lo mejor que se le ocurrio. La beso.
Molly estaba advertida. Al menos lo habria estado si realmente hubiese creido que Dylan iba a hacer lo que parecia que queria hacer. Tan pronto la habia abrazado y consolado como a una nina pequena como habia tomado su rostro entre las manos y estaba bajando la cabeza. En aquella fraccion de segundo podria haber dado un paso atras o haber protestado, pero no creia de verdad que fuera a besarla. Despues de todo, aquel era Dylan y ella solo era… Bueno, Molly.
Sus labios se posaron en los suyos. Molly medio esperaba que el mundo se detuviese, y al ver que eso no ocurria, espero a que Dylan se diera cuenta de quien era ella y de lo que estaba haciendo y retrocediera con disgusto. Pero no lo hizo, sino que siguio apretando sus labios contra los suyos. Aquel contacto firme y calido le hizo estremecerse de pies a cabeza y hundio los dedos en la arena.
Trago saliva, sin saber que hacer. Un grito se formo en su interior, pero lo suprimio. Aquel no era el momento de gritar. Se sentia un poco extrana alli de pie con las manos atrapadas entre sus cuerpos. ?Realmente habia querido besarla?
Eso parecia, porque seguia sosteniendo su rostro entre las manos con suavidad, como si fuera alguien importante para el. Comprendio que tenia los ojos cerrados y, al abrirlos, se quedo atonita al ver que el tambien los tenia cerrados. Por extrano que pareciera, aquello hacia que el beso fuera todavia mas intimo, aunque no sabia exactamente por que.
Sus labios se movieron. Por un instante, tuvo miedo de que los retirara, pero no lo hizo, sino que siguio besandola hasta presionar suavemente su labio inferior con la punta de su lengua.
A Molly le dio un vuelco el corazon y las llamas prendieron por todo su cuerpo al verse invadida por la pasion. Sintio que se ponia a temblar y tuvo que agarrarse a su cintura para no caer. Era magia… no, mejor que magia, porque era real. Alli, en la playa, Dylan la estaba besando.
Dylan enterro una de sus manos en su pelo, y la accion hizo que ladeara un poco la cabeza. Se movio para seguir besandola, y luego abrio la boca sobre la suya. Molly respondio sin pensar, separando los labios y luego diciendose que era una tonta. Dylan no querria besarla de esa manera, ?no?
Al parecer, si. Molly sintio la primera caricia de su lengua detras del labio inferior. Contuvo el aliento. Luego, el profundizo la incursion. Sabia a whisky y a pecado, combinados con una dulzura que tenia que ser su esencia. Se apoyo en el, dejando que la sostuviera mientras trabajaba exquisitamente con su boca.
Todo su cuerpo reacciono al beso. Sintio los senos llenos, anhelantes de caricias. Entre los muslos, el centro de su ser se humedecio para prepararse para todo lo que podia ofrecerle. Su piel se sensibilizo hasta notar el roce mas leve de tela o del aire. En su bajo vientre, el deseo se hizo necesidad.
Aquel no era el breve abrazo que le habia dado hacia diez anos, no era un beso entre amigos, sino entre un hombre y una mujer, un beso de pasion y promesa. La unica pregunta era por que.
Dylan se separo lo suficiente para susurrar su nombre y luego deslizo una hilera de besos por su mandibula. Desde alli trazo una linea humeda hasta su oreja. Molly se estremecio mientras el la mordisqueaba y la lamia. Se apreto mas a el, deseando mas, deseando que no parara nunca. ?Que importancia tenian los porques? De momento, era bastante que estuviera viva y que pudiera sentir.
Molly se apreto contra el, y al hacerlo, el se movio un poco. En las profundidades de su mente, penetro la realidad. Los pensamientos cobraron forma y, aunque trato de ignorarlos, persistieron. No se estaban tocando por debajo de la cintura. Molly se acercaba cada vez mas a el, pero Dylan se retiraba una y otra vez. Habia algo sobre lo que no queria que se apoyara. ?Por que?
Entonces lo supo. La verdad fue fria y brutal y casi le desgarro el corazon. Aquello no le importaba. No queria que se apretara contra el porque no queria que viera que no estaba minimamente excitado por lo que estaban haciendo.
El dolor fue tan intenso que se quedo sin aliento. Aun asi, el orgullo fue aun mayor. Tenia que salir de aquella situacion para poder estar sola. Una vez en su habitacion, hallaria la manera de sobrevivir a la humillacion y reuniria el valor para volver a enfrentarse a Dylan otra vez. O tal vez haria el equipaje y saldria corriendo.
Ni siquiera era culpa de Dylan, penso con tristeza. Solo estaba tratando de portarse bien y ofrecerle consuelo. Se enderezo y luego se separo de el. Dylan la solto, pero cuando lo miro, parecia aturdido.
– ?Molly? -parecia confuso y ligeramente abrumado.
Si no se hubiera percatado de la falta de evidencia fisica de su deseo, habria jurado que estaba tan absorto en el momento como ella.
– No tienes por que hacer esto -le dijo, y se alegro de oir que su voz parecia normal-. Te pedi que me llevaras a correr una aventura, pero los besos piadosos no son parte del trato. La compasion esta bien, puedo soportarla, pero no me gusta que me compadezcan. Asi que, ?por que no olvidamos lo que ha pasado?
Por segunda vez aquella noche, Molly desaparecio en la oscuridad. Dylan se quedo mirandola, preguntandose que habia ido mal. Estaba besando a Molly pensando que podia explotar de un momento a otro y, de repente, ella lo empujaba y hablaba de besos piadosos.
– Maldita sea, Molly, te he besado porque queria hacerlo, no por un retorcido sentido de la piedad -grito a sus espaldas, pero era demasiado tarde. Ya habia entrado en la casa.
Maldijo entre dientes y volvio a la hoguera para recoger sus pertenencias. Ojala hubiera sido piedad. Entonces no se sentiria tan incomodo en aquellos momentos, con la necesidad presionandole en la entrepierna. Empezo a apilar los platos. ?Por que pensaria que solo estaba fingiendo? ?Por que iba a hacerlo?
No encontraba las respuestas, ni a su comportamiento ni al de Molly. Se dijo que no importaba, pero no era cierto. ?Por que iba a desear a Molly? No era su tipo, al menos fisicamente. Era la hermana pequena de Janet, nada mas.
Pero no la habia sentido como una hermana pequena en sus brazos. Era toda una mujer y la deseaba. Habia accedido a hacer el viaje con ella porque necesitaba el descanso y penso que podian pasarlo bien juntos, pero las cosas ya empezaban a complicarse. Molly no era la mujer que habia creido que era, o tal vez era el el que habia cambiado.