conversaciones? ?Ibas por la casa cuando me habia ido y recogias una servilleta usada o una galleta a medio comer que yo habia dejado? ?Intentaste cortarme un mechon de pelo?
Molly lo miro fijamente.
– Eras mi amor platonico, pero no queria hacerte ningun conjuro. Cielos, no hice nada de eso.
– ?Ni siquiera un pequeno rizo? -Dylan fingio decepcion.
– No, hacia otras cosas. Rondaba por ahi cuando venias a recoger a Janet.
– Lo recuerdo, soliamos hablar.
– Exactamente.
Molly dirigio la mirada al oceano. Dylan hizo lo mismo y vio que el sol estaba proximo al horizonte. El cielo estaba lleno de vivos colores: rosa, amarillo, naranja. El agua aparecia oscura y misteriosa.
– Janet siempre se retrasaba arreglandose -dijo Molly-. Eso me gustaba de mi hermana, y por aquel entonces, era lo unico. Solia pasar parte del dia pensando en cosas ingeniosas que decirte. O iba a la biblioteca, leia libros de chistes y los memorizaba.
– No…
– Si. ?A que resulta humillante?
– En absoluto -dijo Dylan. No iba a reconocerlo, pero le gustaba que se hubiese tomado tantas molestias.
– Tenia una fantasia -le dijo-. Solia pensar que un dia te haria ver que Janet era una perdedora y haria que te enamoraras de mi. Nos fugariamos juntos -arrugo la nariz-. Nunca supe a donde. La universidad me parecia importante, pero no sabia si querrias que fuera. Era un problema logistico y no pude resolverlo.
– Yo habria respaldado tus estudios.
– ?De verdad? -Molly se echo a reir-. Si lo hubiera sabido entonces, lo habria intentado con mas ganas.
?Como habria sido?, se pregunto Dylan. Si se hubiera enamorado de Molly en lugar de su hermana. Movio la cabeza. Se habia convertido en una mujer atractiva, pero era cierto que habia sido un patito feo en el instituto. A sus veintitres anos, la belleza le habia importado bastante.
Molly estaba contemplando la puesta de sol, pero su expresion indicaba que en realidad estaba recordando el pasado.
– No era solo tu atractivo -le dijo-. Me gustaba como siempre tenias tiempo para mi. Tambien sabia que eras inteligente. Mama no hacia mas que decir que no ibas a llegar a ninguna parte, pero yo creia que tenias mucho potencial. Me alegro de haber tenido razon. A pesar de la moto y de la pose, no eras el tipico gamberro.
A Dylan le sorprendio que hubiese visto mas alla de la fachada. Lo sorprendio y lo complacio. Se apoyo en los codos, imitando su postura. Nunca habia elegido bien en cuestion de mujeres, pero sabia que habia tomado la decision correcta respecto a Molly. Aunque solo fuera amistad, se enorgullecia de tenerla en su vida. Aun asi, cuando se tumbo boca abajo junto a el y le sonrio con dulzura, le costo recordar que solo eran amigos. Quiso acariciarle la mejilla con los dedos y tal vez los labios. Iba en contra de las reglas y lo echaria todo a perder, pero maldicion, era dificil resistirse a ella.
Por cierto… Dylan se incorporo y cambio de postura de modo que Molly no pudiera ver la manifestacion fisica de sus pensamientos.
– ?Estas bien? -pregunto-. Te has quedado muy callado.
Dylan centro la atencion en los ultimos rayos de sol.
– Si, solo estaba pensando.
– ?En que?
Penso en una docena de replicas graciosas, un comentario sobre el valor del dolar americano comparado con el yen japones, o algo sobre el deporte de vela, pero al final no pudo mentirle. Tampoco podia decirle exactamente en que habia estado pensando, asi que decidio mostrarselo.
Se tumbo de costado, se incorporo sobre un codo y se inclino sobre ella. No la toco, pero se movio lentamente, dandole numerosas pistas sobre sus intenciones para que pudiera echarse atras si queria. Pero no quiso. Molly se quedo exactamente donde estaba, y sus ojos se abrieron cada vez mas hasta que fueron lo unico que vio. Entonces, justo antes de besarla, cerro los ojos para poder sentir lo que pasaba entre ellos.
Era tan dulce y calida como recordaba. Sus labios cedieron a los suyos, como si ellos tambien lo anoraran. La beso con cierta presion y luego separo los labios. Un gemido surgio del fondo de la garganta de Molly. Era casi un grito. ?De placer? ?De conmocion? ?Le daba la bienvenida o queria salir corriendo?
A pesar de que se moria por abrazarla, vacilo, dandole tiempo para cambiar de idea. Entonces, Molly hizo la cosa mas increible: cambio de postura hasta quedar de costado frente a el y le puso la mano en la mejilla. Con un gemido ahogado, Dylan la rodeo con los brazos y la atrajo hacia el.
Molly oyo lo mismo que sintio el gemido de Dylan. Su pecho vibro con aquel sonido mientras ella se debatia entre besarlo y gritar de placer. No habia hecho nada para que la besara, el habia empezado todo. Seguro que un hombre como Dylan no daba besos piadosos mas de una vez. Tal vez, solo tal vez, la deseara.
Que la deseara solo un poco seria suficiente, se dijo mientras se apretaba contra su cuerpo. Era tan fuerte. Sus piernas largas y musculosas, la amplitud de su pecho. Dylan tiro de ella para colocarla un poco sobre el, de modo que la cadera de Molly quedo apoyada en su estomago. Estaba cerca, pero no lo bastante cerca como para saber si estaba tan excitado como ella.
Entonces, Dylan le toco el labio inferior con la lengua y ya nada tuvo importancia, excepto sentirlo a su lado. Su calor humedo, el placer que despertaba en su cuerpo. No la invadio, sino que introdujo su lengua lentamente, torturandola, entrelazandola con la suya. Exploro su boca, encontrando lugares que le hicieron jadear de placer. Luego se retiro y ella lo siguio para descubrirlo y sentir la pasion que se desataba entre ellos.
Penso vagamente que estaban en la playa y que todavia no habia anochecido. La ultima vez que habia mirado a su alrededor, estaban solos. Se pregunto si seguirian estandolo. Tampoco importaba, Dylan no iria mas alla. No solo porque estaban en una playa publica, sino porque no estaba interesada en ella de esa forma. Aun asi, sus besos le bastaban.
Dylan rompio el beso y deslizo la lengua por su mandibula. Luego paso varios minutos jugando con su oreja. Despues de hacerle temblar y susurrar su nombre, le aparto el pelo y le mordisqueo la nuca. Molly creyo que iba a morir alli mismo. Seria la forma perfecta de irse.
Mientras que con una mano le apartaba el pelo del cuello, con la otra trazo una linea desde el hombro, bajando por la espalda, hasta la cadera. Despues rodeo su trasero y lo apreto. Molly nunca se habia sentido a gusto con su figura, pero cuando Dylan la tocaba, lo unico que le importaba era como le hacia sentir.
Se arqueo contra el, instandolo a que continuara, deseando mas. Deseandolo todo. Molly deslizo las manos por su espalda, maravillandose al sentir el movimiento de sus musculos. No importaba por que hacia todo aquello, ni si era un terrible error. ?Y que si no eran una pareja y no iban a acabar en la cama juntos…? aquello era maravilloso y eso bastaba. Se merecia un descanso del trauma que era su vida.
– Molly -susurro su nombre como una oracion-. Te deseo.
Las palabras eran magicas, un encantamiento destinado a derrumbar sus ultimas defensas. Molly se separo un poco y lo miro fijamente.
– ?De verdad?
Dylan rio entre dientes, un sonido jadeante que delataba un apice de dolor.
– ?Que creias? Y no vuelvas a hablar de besos piadosos. No puedes decirlo en serio.
– No -repuso Molly, sin saber lo que creia.
Dylan maldijo entre dientes.
– Te estoy besando y acariciando como un adolescente, en mitad de la playa. Si eso no es perder el sentido, tu me diras.
Molly sonrio y le toco el labio inferior. La piel estaba humeda por los besos.
– Gracias.
– Ni las espero ni las merezco.
Dylan la atrajo hacia el y, mientras la besaba, se movio de modo que Molly quedo practicamente encima de el. Entonces fue cuando sintio su ereccion contra el muslo.
Habia confiado, lo habia deseado, pero no habia estado segura. Sin pararse a pensar, bajo la mano y la puso sobre el. Sintio como se agitaba por debajo de la tela vaquera y como su respiracion se aceleraba. Dylan profundizo el beso, ladeando la cabeza para poder llegar mas alla. La pasion se intensifico y Molly arqueo las caderas. Notaba como se humedecia su entrepierna para recibirlo.
Dylan subio la mano de su cadera a su cintura, y luego hasta sus senos. Tenia los pezones duros, Molly podia