Capitulo 13
El lunes por la noche, Molly dejo el telefono movil en el mostrador. Como habia aprendido en los ultimos anos, la vida no era sino una sorpresa constante, pero no sabia que deducir de todo aquello.
– Por la cara que tienes, todavia no has tenido noticias del medico -dijo Dylan.
– No, pero habia otro mensaje de mi jefe.
– ?Todavia quiere que vuelvas?
– Si -fruncio el ceno-. Al parecer, es muy importante para ellos. Me esta ofreciendo un salario inicial mayor y un despacho mas grande.
Dylan se estiro en su silla y le sonrio.
– Genial. Si aguantas un poco mas, podras sacarles unas cuantas acciones.
Molly cruzo el suelo de linoleo y se sento en su silla. Estaban en la pequena mesa en el rincon de la cocina. Apoyo la barbilla en las manos y lo miro.
– Eso es lo extrano. No digo que no hiciera un buen trabajo, al contrario. Dirigia un departamento importante y lo tenia siempre todo organizado. Trabajaba para conseguir los mejores tratos y los creditos mas beneficiosos para ellos. Pero no es como si fuera la directora de ventas y despues de haberme ido estuvieran perdiendo a sus mejores clientes. Mi trabajo es solo interno.
– ?De que te quejas?
– No me quejo, solo estoy confundida.
– Las empresas suelen precipitarse cuando compran una compania mas pequena. Supongo que el viejo Harry despidio a demasiada gente y ahora esta tratando de recuperar a algunos de ellos. Es evidente que te considera valiosa para la compania.
Los argumentos de Dylan tenian sentido. Harry habia estado muy presionado cuando se produjo la fusion y ella misma habia preparado una memoria sobre los beneficios de esperar a ver como el negocio se veria afectado por el cambio de propiedad antes de empezar a prescindir de personal. Harry le habia dado las gracias por su opinion y luego habia tirado el documento a la basura. Al parecer, al final, habia tenido que leerlo.
– Es muy agradable volverse popular de repente -sonrio.
– Apuesto a que si. ?Que vas a hacer?
– No lo se. De momento, nada. Tal vez vuelva, pero no voy a tomar ninguna decision hasta que no tenga noticias del medico.
– Me parece sensato -le dijo Dylan mientras deslizaba un dedo por su antebrazo.
Le gustaba como trataba de fingir que todo saldria bien. Con Dylan no le importaba hablar de sus miedos, ni demostrar que estaba asustada. A veces el le decia que tambien tenia miedo, otras se limitaba a abrazarla.
– Me he prometido a mi misma no arrepentirme de nada -le dijo-, y no quiero olvidar esa leccion. Aunque las noticias del medico sean buenas, no quiero volver a mi vida de antes. Apostaba por lo seguro en todo y solo vivia la vida a medias. Merezco mas que eso.
– No tengo ninguna duda de que vas a empezar a dar guerra.
Su expresion corroboraba sus palabras. Dylan creia en ella y en su capacidad de cambiar y esa era solo una de las miles de razones por las que lo amaba. Y lo amaba de verdad. Y ese amor era lo mejor que tenia, porque le hacia desear arriesgarse y vivir la vida. De repente, se enderezo y puso las manos sobre la mesa.
– Ya basta de hablar de mi. ?Que me dices de esa oferta? Todavia no puedo creer que alguien de tu oficina viniera aqui en coche para traertela.
Dylan paso el dedo por el fajo de hojas que habia llegado durante su almuerzo.
– No lo se. Tiene buena pinta. Mi abogado dice que estaria loco si no acepto. Hay varias razones por las que aceptar y muy pocas por las que rechazarla.
– ?Pero? -lo insto Molly.
– Dimelo tu -Dylan se encogio de hombros-. Los numeros estan bien. Mis empleados tienen garantizado el trabajo durante cinco anos. No hay motivo para rechazar la oferta.
– Claro que la hay. Debe de haber varias, si no, no te lo estarias pensando tanto. ?Cuanto control mantendras?
– Dirigire la seccion encargada del diseno. Cualquier innovacion les pertenecera y podran aplicarla a sus motos.
– Es decir, que perderas el derecho de patente, ?no?
– Claro, pero eso es normal en la industria. Si uno inventa algo como empleado de una compania, la invencion les pertenece a ellos. Despues de todo, estas utilizando sus recursos, sus locales, y ellos te pagan por tu tiempo.
– ?Eso te molestaria?
Reflexiono durante un par de minutos.
– Creo que no. He tenido que dejar unas cuantas ideas aparcadas por falta de tiempo. Me ocupo de muchas cuestiones del dia a dia que me quitan horas y no tengo tanto capital como necesitaria, o si lo tengo, creo que lo emplearia en otras cosas. Si vendo la empresa, tendria un presupuesto de diseno generoso y no tendria que preocuparme mucho por hacer la nomina.
– Tambien tendrias seguridad economica para el resto de tus dias.
– Eso tambien cuenta -dijo, y se recosto en su silla, maldiciendo en voz baja-. A veces me gustaria simplemente echar una moneda al aire.
Molly lo miro. Su pelo negro brillaba bajo la luz de la lampara del techo. Era el hombre mas atractivo que habia conocido. Sabia que estaba realmente sentada detras de aquella mesa con el, y que hablaban de algo importante y que el valoraba su opinion. Tambien sabia que mas tarde irian al dormitorio y harian el amor. Dylan la besaria y la abrazaria, tocandola de formas que nunca habia imaginado.
– Dime que te parece. ?Que harias tu en mi lugar? De verdad, quiero saberlo. No solo porque tienes buena cabeza para los negocios, sino porque se que realmente te preocupas por mi.
Sus dos cumplidos la emocionaron. Apoyo los codos sobre la mesa y se inclino hacia el.
– Al final se reduce a elegir entre la seguridad economica y la libertad profesional. ?Que es mas importante para ti?
– Las dos me parecen bien.
– Siempre has sido un espiritu libre -le recordo-. ?Crees que podras renunciar a tu libertad?
– Todavia no tengo la respuesta a esa pregunta -extendio el brazo y tomo la mano en la suya-. Pero gracias por escucharme -le dijo-. Eres una buena amiga.
Habia algo en sus ojos. Algo que, si pudiera apostar, habria dicho que era afecto, afecto amoroso. Pero no estaba segura y no se atrevia a preguntar. Tampoco se atrevia a hablarle del amor que la embriagaba. Amor por el. Asi que reprimio el sentimiento y las palabras. Tal vez llegaria el dia en el que tendria valor para ser sincera. Pero todavia no.
Dylan se enjabono lentamente bajo la ducha y luego se aclaro el champu del pelo. Era la primera ducha que tomaba solo en varios dias y echaba de menos la presencia de Molly. Sin embargo, el habia sido el unico que habia cortado lena despues de la cena, asi que era el unico que habia sudado. Molly se habia ofrecido a frotarle la espalda, pero habia declinado su oferta. Iban a sentarse junto al fuego y a ver una pelicula que habian alquilado. Estaba decidido a pasar un par de horas sin llevarla a la cama. No queria que pensara que era lo unico que le importaba.
Sus pensamientos derivaron a la conversacion que habian mantenido antes sobre su negocio. La oferta de compra era generosa. Cuando sumaba los pros y los contras, le parecia sensato vender, pero algo en su interior hacia que se resistiera. Recordo lo que Molly habia dicho, que no trabajaria bien para otra persona, y eso era algo que debia pensar muy seriamente. Si no tenia autonomia, tal vez acabara detestando su trabajo. No queria vivir asi.
Molly lo conocia bastante bien. De hecho…
La puerta del bano se abrio de golpe.