– Yo soy Daphne Snowden.
– Hola -se presento la pelirroja-. Yo me llamo Emma y soy la mujer de Reyhan. Ella se llama Billie -anadio senalando a la embarazada.
– Vaya, ?no me he presentado? -se disculpo Billie.
– No -contestaron Cleo y Emma al unisono-. Billie se cree la bomba porque sabe pilotar aviones -suspiro Cleo-. Tampoco es para tanto.
– Por supuesto que es para tanto y, de hecho, ya hemos hablado de esto en otras ocasiones – murmuro Emma.
– Si, pero no se lo digas muy a menudo porque se le va a subir a la cabeza.
Daphne no sabia que decir.
– ?Te importa que me siente? -dijo la cunada de Murat que estaba embarazada.
– No, por supuesto -contesto Daphne-. Por favor, poneos comodas.
Las tres mujeres se sentaron y, en ese momento, aparecio una perrita que se sento a los pies de Billie.
– Creia que el rey solo tenia gatos -comento Daphne.
– Si, bueno eso fue hasta que conocio a Muffin. Ahora esta completamente enamorado de ella -contesto Billie.
– Lei sobre vuestras bodas en la prensa -dijo Daphne-. Bueno, sobre la tuya, no -anadio mirando a Emma.
– No, la mia fue todo un escandalo -contesto la pelirroja.
– ?Y tu estas casada con Jefri? -le pregunto Daphne a Billie.
La embarazada asintio.
– Admito que me hizo levitar cuando lo conoci. Si lo intentara ahora, con esta barriga que tengo, tal vez no le fuera posible -bromeo haciendo reir a las demas.
Daphne se dio cuenta de que entre aquellas tres mujeres habia una relacion maravillosa y sintio envidia pues ella jamas habia tenido una relacion asi con sus hermanas.
– Somos cinco mujeres, ?sabes? -la informo Cleo-. El rey tiene cuatro hijos y dos hijas. Tres de sus hijos estan casados con nosotras y, luego, esta Sabrina, casada con Kardal, y Zara, casada con Rafe. Zara no sabia que el rey era su padre. Se entero hace unos anos.
– Si, recuerdo haberlo leido. Me parece una historia preciosa.
– A mi tambien -contesto Cleo.
– ?Vivis las tres en palacio? -quiso saber Daphne.
– Ellas si -contesto Emma-. Reyhan y yo vivimos en el desierto-. Ellos cuatro viven aqui. Billie y Jefri son instructores de vuelo del Ejercito del Aire.
Daphne miro sorprendida a la embarazada. Lo cierto era que le costaba imaginarse a aquella mujer tan elegante y femenina pilotando un caza.
– No me lo puedo creer -comento.
– No subestimes jamas el poder de una mujer – sonrio Billie.
– Por supuesto que no.
– Reyhan tenia que hacer unas cosas en la ciudad y hemos venido a pasar unos dias con nuestra hija -le conto Emma.
– Nosotros tambien tenemos una hija -anadio Billie-. Seria genial que la proxima reina fuera una mujer, ?verdad?
Las demas sonrieron encantadas ante la posibilidad.
– Zara y Sabrina vendran dentro de unos dias a conocerte. Me han dicho que te saludaramos de su parte.
– Muchas gracias por venir a visitarme -contesto Daphne.
– Si, hemos venido porque queremos que nos cuentes todos los detalles. Esto de que hayais decidido casaros tan repentinamente nos ha pillado a todos por sorpresa -contesto Emma.
– Lo cierto es que no nos vamos a casar – contesto Daphne decidiendo que no queria mentir-. No se por que ha dicho que va a haber una boda porque no es cierto.
Las tres mujeres se miraron entre si.
– Vaya, eso cambia las cosas -comento Cleo.
A continuacion, Daphne les conto lo que habia sucedido hacia diez anos entre Murat y ella, como se habian conocido y como se habia ido sin casarse con el a pesar de estar prometidos. Tambien les hablo de Brittany y de como le habia abierto los ojos a la adolescente para que no cometiera un error casandose con Murat.
– Asi que mi sobrina se volvio a Estados Unidos sin salir del aeropuerto y yo me vine a hablar con Murat, al que no se le ocurrio otra cosa que encerrarme en el haren y anunciar que se va a casar conmigo.
– Que romantico -suspiro Emma.
– Esto es un secuestro -comento Cleo.
– Si, pero debe de estar completamente enamorado de ella para secuestrarla, ?no os parece? -insistio Emma.
– Murat nunca ha estado enamorado de mi – objeto Daphne-. Han pasado diez anos desde la ultima vez que nos vimos. Ni siquiera me conoce como persona.
– Entonces, ?por que ha anunciado que se va casar contigo? -quiso saber Billie.
– No tengo ni idea -contesto Daphne.
– Tiene que tener una razon -intervino Cleo-. ?Ha intentado ponerse en contacto contigo durante todo este tiempo?
– No, supongo que habra estado muy ocupado saliendo con otras mujeres -contesto Daphne.
– Es cierto que ha salido con otras, pero no ha tenido nada serio.
– Perdona por preguntarte algo tan personal, pero ?por que te fuiste? -le pregunto Emma.
Buena pregunta.
– Por muchas razones -contesto Daphne-. Las cosas estaban yendo demasiado deprisa. No me dio tiempo a pensar si casarme con Murat era lo que yo de verdad queria hacer y, de repente, me encontre prometida con el. Me entro miedo y me fui.
– Pero estabas enamorada de el, ?no?
– Si, pero yo era una chica muy joven y muy inocente por aquel entonces y Murat era el primer hombre que me tomaba en serio. No tenia muy claro lo que era el amor y eramos muy diferentes.
– Si pudieras volver a ser la Daphne de aquel entonces ?que te dirias a ti misma? -le pregunto Billie.
– No lo se.
– ?No elegirias quedarte y casarte con Murat? -quiso saber Emma.
– No.
– ?Por que no? -insistio Cleo-. Perdona si nos estamos metiendo en tu vida personal. A lo mejor, nos estamos pasando.
– No, no os preocupeis. Estoy bien. Me viene bien hablar de ello. No me hubiera quedado porque se lo que ocurrio despues. Murat no estaba enamorado de mi. Lo se porque no se molesto en ir a buscarme, ni me llamo por telefono ni me escribio una carta. Nunca se molesto en averiguar por que me habia ido y eso demuestra que nunca me quiso.
Daphne creia que las tres princesas se iban a sorprender, pero Cleo suspiro, Billie sacudio la cabeza y Emma se puso triste.
– Es su orgullo -le dijo Emma-. A todos les pasa lo mismo. Son hombres demasiado orgullosos.
– No se si fue por orgullo -objeto Daphne.
– Intenta entenderlo desde su punto de vista – le aconsejo Cleo-. El te habia ofrecido todo y tu lo rechazaste y lo abandonaste. Eso lo debio de dejar bastante abatido y los principes abatidos no van en busca de las mujeres que los han abandonado.
– No eras mas que una mujer -sonrio Billie.
– Si, resulta de lo mas comico ver a un principe en plan imperial -sonrio Emma.
Daphne no entendia nada.
– Daphne, no deberias juzgar los sentimientos de Murat porque no fuera detras de ti cuando te fuiste -le aconsejo Cleo-. Es el principe heredero y tiene un ego tan grande que no le permite actuar con naturalidad