restauracion de la casa. Casi al instante habia sabido lo que tenia que hacer. Despues de tantos anos por fin podria crear un hogar para su hijo. Dejar sus obligaciones en Los Angeles habia sido complicado, pero trasladar su trabajo habia sido sorprendentemente facil. Elaboro un curriculo con referencias falsas. Se compro una falda y un sueter en Talbots y se hizo con una diadema para recogerse su largo pelo rubio. Luego invento una historia que explicara su presencia en el este de Tennessee. La administradora de Dean la contrato a los diez minutos.

April mantenia una relacion de amor odio con la conservadora mujer que habia creado para ocultar su identidad. Susan O'Hara era una viuda que no necesitaba la ayuda de nadie. Era una mujer pobre, pero valiente, sin mas habilidades que las de sacar adelante una familia, llevar las cuentas de la casa, ensenar en la escuela dominical o ayudar a su difunto marido a rehabilitar casas.

Sin embargo, las ropas conservadoras de Susan eran otro tema. El primer dia de April en Garrison, habia decidido que la viuda seria una mujer nueva y vibrante, y habia renovado todo su vestuario. A April le encantaba mezclar todo tipo de ropa, la ultima moda con la de otras temporadas y ropa de diseno con modelos de tiendas mas economicas. La semana anterior habia ido al pueblo con un top de Gaultier y unos chinos de Banana Republic. Ese mismo dia, se habia puesto una camiseta marron oscuro de Janis Joplin, unos pantalones agujereados de color jengibre y unas sandalias de tacon con pedreria.

Tomo el camino que llevaba al bosque. Comenzaban a florecer las violetas blancas y las alegrias. Poco despues vio el reflejo del sol en la ondulada superficie del estanque a traves de las azaleas y los laureles. Llego a su lugar favorito junto a la orilla y se quito las sandalias. Al otro lado del estanque, al alcance de la vista, estaba la vieja casita de invitados donde se habia instalado.

Se sento en el cesped y se rodeo las rodillas con los brazos. Tarde o temprano, Dean descubriria su engano y en ese momento acabaria todo. No le gritaria. Gritar no era su estilo. Pero su evidente desprecio seria peor que cualquier grito o palabra. Ojala pudiera terminar la casa antes de que el descubriera su charada. Puede que cuando el llegara a su nueva casa notara al menos un poco de lo que ella queria dejar tras de si… amor y pena.

Por desgracia, Dean no creia demasiado en la redencion. Ella llevaba limpia diez anos, pero las cicatrices eran demasiado profundas para que la perdonara. Cicatrices que ella misma habia causado. April Robillard, la reina de las groupies, la chica que sabia como divertirse, pero no como ser madre.

«Deja de hablar asi de ti misma -le decia su amiga Charli cada vez que se acordaban de los viejos tiempos-. No has sido nunca una groupie, April. Tu has sido una musa.»

Es lo que se decian a ellas mismas. Tal vez para algunas habia sido cierto. Tantas mujeres fabulosas: Anita Pallenberg, Marianne Faithfull, Angie Bowie, Bebe Buell, Lori Maddoxy… April Robillard. Anita y Marianne habian sido las novias de Keith y Mick: Angie estuvo casada con David Bowie; Bebe se lio con Steven Tyler; Lori con Jimmy Page. Y durante mas de un ano, April habia sido la amante de Jack Patriot. Todas eran hermosas y mas que capaces de labrarse un lugar en el mundo. Pero habian amado a esos hombres mas de lo debido. A los hombres y a la musica que hacian. Esas mujeres ofrecian consejo y amistad. Adulaban sus egos, acariciaban sus frentes, pasaban por alto sus infidelidades, y les ofrecian sexo. Mas rock, por favor.

«No eras una groupie, April. Fijate a cuantos rechazaste.»

April habia rechazado a muchos hombres, a los que no le gustaban, no importaba su fama ni su lugar en las listas. Pero habia acosado a los que si deseaba, habia estado dispuesta a compartir sus drogas, sus ataques de furia; a compartirlos con otras mujeres.

«Eras su musa y…»

Pero una musa tenia poder. Una musa no desperdiciaba los anos de su vida entre alcohol, marihuana, peyote, mescalina y, finalmente, cocaina. Pero sobre todo, una musa no tenia que preocuparse por corromper a un nino al que practicamente habia abandonado.

Era demasiado tarde para arreglar lo que le habia hecho a Dean, poro por lo menos podia hacer esto. Restaurar su casa y luego desaparecer otra vez de su vida.

April descanso la frente en las rodillas y dejo que la musica la inundara.

?Recuerdas cuando eramos jovenes

y viviamos cada sueno como si fuera el primero?

Carino, ?por que no sonreir?

La granja era parte del valle. Dean y Blue llegaron al atardecer, cuando los ultimos rayos de sol tenian las nubes de un tono entre naranja y amarillo y las colinas circundantes se llenaban de sombras como si fueran los volantes de la falda de una bailarina de cancan. Un camino curvo y lleno de baches conducia a la casa. Cuando Blue la tuvo ante sus ojos, todas las preocupaciones desaparecieron de su mente.

La casa grande y deteriorada por el tiempo hablaba de las raices de America; de sembrar y cosechar, del pavo del Dia de Accion de Gracias y de la limonada del Cuatro de Julio, de campesinas desgranando guisantes en cacerolas blancas, y de hombres sacudiendose las botas llenas de barro en la puerta trasera antes de entrar. La parte mas antigua y extensa de la casa estaba construida en piedra con un amplio porche delantero y ventanas de guillotina. Habia un anadido posterior de madera a la derecha. El tejado bajo tenia aleros, chimeneas y tejas. No habia sido una granja pobre, sino una muy prospera.

Blue dirigio la mirada a los enormes arboles y al patio con la hierba crecida, al granero, a los campos y los pastos. No podia imaginar a una estrella de la gran ciudad como Dean viviendo alli. Lo observo dirigirse al granero con largas zancadas, con la gracia de un hombre a gusto con su cuerpo, luego volvio a centrar la atencion en la casa.

Le hubiera gustado llegar alli en unas circunstancias diferentes para poder disfrutar de ese lugar, pero el aislamiento de la granja hacia la situacion mas dificil. Quiza podria encontrar trabajo en una de las cuadrillas de la casa. O buscar algo en el pueblo cercano, aunque aquel lugar no era mas que un punto en el mapa. Bueno, solo necesitaba unos cientos de dolares. En cuanto los tuviera, se dirigiria a Nashville, buscaria una habitacion barata, imprimiria unos cuantos folletos y empezaria una vez mas. Pero lo primero y mas importante era conseguir que Dean la dejara quedarse alli mientras volvia a reconstruir su vida.

No se hacia ilusiones sobre por que la habia llevado a la granja. Suponia que al no lograr quitarle la ropa la primera noche, ella se habia convertido en un reto para el…, un reto que olvidaria en cuanto una de las bellezas locales llamara su atencion. En definitiva, tenia que encontrar la manera de ser util para el.

Justo en ese momento, se abrio la puerta principal y salio una de las mas asombrosas criaturas que Blue hubiera visto nunca. Una amazona alta y delgada, con una cara llamativa, cuadrada y alargada, y una larga melena rubia con un corte en capas. A Blue le recordo las fotos de las grandes modelos del pasado, mujeres que estaban de moda en los anos sesenta y setenta como Verushka, Jean Shrimpton o Fleur Savagar. Esta mujer tenia una presencia similar. Los ojos azules humo llamaban la atencion en esa cara con la mandibula cuadrada, casi masculina. Cuando la mujer llego al escalon superior, Blue vio las debiles lineas que rodeaban esa boca ancha y sensual, y se dio cuenta de que no era tan joven como habia pensado al principio, aparentaba algo mas de cuarenta anos.

Los cenidos vaqueros dejaban a la vista los huesos de las caderas, afilados como cuchillas. Los estrategicos rasgones de los muslos y las rodillas no eran fruto del desgaste, sino del ojo calculador de un disenador. Unos hilos plateados ribeteaban los tirantes de ante de un sueter de ganchillo en color melon. Las sandalias de cuero tenian adornos de flores. Su apariencia era a la vez descuidada y elegante. ?Seria modelo?, ?actriz? Era probable que fuera una de las novias de Dean. Con esa espectacular belleza, la diferencia de edad era poco significativa. Aunque a Blue no le intereresaba la moda, en ese momento fue muy consciente de sus abolsados vaqueros y su enorme camiseta, y de su cabello despeinado que necesitaba con urgencia un buen corte.

La mujer miro al Vanquish y curvo su amplia boca pintada de carmin en una

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