bolsillos de los vaqueros.

– Claro. Disfruta del lugar.

A Blue se le partia el corazon ver de que manera se aferraba April a su dignidad. A la vez que se decia a si misma que esto no era asunto suyo, unas palabras, imprevistas e imprudentes, escaparon de su boca.

– Dean, tu madre se esta muriendo.

5

April abrio la boca en estado de shock. Dean se quedo petrificado.

– ?De que estas hablando?

Blue lo habia dicho en sentido figurado -ciertamente, April se estaba muriendo por dentro-, pero Dean se lo habia tomado al pie de la letra. No deberia haber abierto la boca. Pero, honestamente, ?acaso podian empeorar mas las cosas?

Blue bajo lentamente la escalera.

– Tu madre… esto… el medico… -intento arreglarlo-. Tiene un soplo en el corazon. Tu madre se esta muriendo, pero no queria decirtelo.

April agrando sus ojos azules.

Blue llego abajo y se agarro a la barandilla del pasamanos. Bueno, quiza se le habia ido un poco la mano, pero en lo que concernia a las relaciones maternas, se sentia demasiado implicada para comportarse de manera responsable.

El rostro de Dean habia adquirido un tono ceniciento. Miro a su madre.

– ? Es cierto?

April movio los labios, pero no emitio ningun sonido. Blue apreto la barandilla con mas fuerza. Finalmente, April salio de su estupor y trago saliva.

– Puede… que no sea tan grave.

– Pero los medicos no se arriesgan a dar un diagnostico favorable-dijo Blue con rapidez.

Dean le dirigio a Blue una dura mirada. -Y tu como lo sabes?

Buena pregunta.

– Tu madre no tenia intencion de contarmelo, pero tuvo un pequeno desvanecimiento alla arriba.

April se sintio ofendida.

– No tuve un desvanecimiento. Ni pequeno ni grande. Solo me senti algo indispuesta.

Blue la miro con tristeza.

– Que valiente eres.

April fulmino a Blue con la mirada.

– No quiero hablar de ello, y apreciaria que tu tampoco lo hicieras.

– Siento haber traicionado tu confianza, pero me parecia una crueldad no contarselo.

– No es problema suyo -replico April.

Si Blue habia abrigado alguna esperanza de que Dean tomara de inmediato a su madre entre los brazos para decirle que ya era hora de arreglar sus viejas diferencias, salio rapidamente de su error cuando el se encamino con paso airado hacia la puerta principal. Al desvanecerse sus pasos, Blue opto por mostrar una expresion satisfecha.

– Creo que las cosas han ido bien, ?no te parece? Bien mirado es lo mejor que podiamos hacer.

April parecia a punto de lanzarsele al cuello.

– ?Estas como una cabra!

Blue dio un paso atras.

– Pero aun sigues aqui.

April alzo las manos, los brazaletes tintinearon y los anillos brillaron.

– Lo has empeorado todo.

– Con franqueza, me parece que las cosas no podian ponerse peor de lo que estaban. Pero no soy yo la que tiene reservada una habitacion en un hotel de Nashville para manana por la noche, o ?es que me he perdido algo?

El motor del Vanquish rugio al cobrar vida, y las ruedas rechinaron en la grava. April perdio algo de fuelle.

– Se va a celebrarlo. Seguro que invita a todo el mundo en un bar.

– Y yo aqui pensando que la relacion que tengo con mi madre es retorcida.

April entorno los ojos.

– ?Y quien eres tu de todos modos?

Blue odiaba las preguntas de ese tipo. Virginia le habria contestado diciendo que ella era hija de Dios. A Blue le hubiera gustado que su padre, el Altisimo, se compadeciera de ella en ese momento y reclamara su presencia, antes de tener que explicarlo todo sobre Monty y el disfraz de castor. Por fortuna, April encontro su propia explicacion.

– No importa. El efecto que tiene mi hijo en las mujeres es algo legendario.

– Soy pintora.

April la recorrio con la mirada, desde la descuidada coleta hasta sus botas militares llenas de rozaduras.

– No eres el tipo de mujer con la que suele salir.

– Eso seguro, mi cociente intelectual tiene tres digitos y me distingue de todas ellas.

April se sento en el penultimo escalon.

– ?Que demonios voy a hacer ahora?

– Tal vez podrias intentar reconciliarte con tu hijo mientras esperas los resultados de las ultimas pruebas. Considerando los asombrosos avances de la medicina en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, estoy bastante segura de que recibiras buenas noticias.

– Era una pregunta retorica -dijo April secamente.

– Solo era una sugerencia.

April se marcho poco despues a la casita de invitados, y Blue vago por las habitaciones silenciosas y polvorientas. Ni siquiera la maravillosa renovacion de la cocina de la casa podia animarla. No importaba que sus motivos hubieran sido nobles, no tenia por que andar ejerciendo de hada madrina ni intentar arreglar los lios familiares de otras personas.

Al anochecer, Dean todavia no habia regresado. Cuando la oscuridad envolvio la casa, Blue descubrio, para desesperacion suya, que solo la cocina y los cuartos de bano disponian de luz. Esperaba sinceramente que Dean regresara pronto a la casa, porque habia pasado de ser un lugar acogedor a uno amenazador. El plastico que cubria el hueco de la puerta de la sala crujia como huesos secos. Los suelos rechinaban… Como no habia puertas, no podia encerrarse en un dormitorio, y sin coche, no podia ir al pueblo y buscar un autoservicio abierto las veinticuatro horas. Estaba atrapada. No podia hacer nada mas que irse a dormir.

Deseo haberse hecho una cama mientras todavia habia luz. Anduvo a tientas apoyandose en los respaldos de las sillas del comedor para llegar a la lampara portatil que los carpinteros habian dejado en una esquina. Unas amenazadoras sombras danzaron por las paredes del comedor cuando la encendio. Rapidamente la desenchufo y con cuidado subio por las escaleras, agarrandose al pasamanos mientras arrastraba

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