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Mientras el conductor se alejaba, Dean metio los pulgares en los bolsillos traseros y examino el carromato como si se tratara de un coche nuevo y reluciente. Ella no le espero para subir la escalerilla y abrir la puerta.

El interior de color rojo oscuro era tan magico como el exterior. Los mismos unicornios que bailaban entre las vides y flores del exterior decoraban cada superficie de las vigas que sostenian el techo curvo, los costales de madera, y las paredes. En la parte posterior del carromato, se habia apartado a un lado una cortina de raso adornada con ribetes y flecos, dejando a la vista una cama que a Blue le recordo la litera de un barco. En el lado izquierdo habia una litera alta con un armario de doble puerta debajo. Los muebles pequenos, envueltos en papel de estraza, habian sido depositados en el suelo.

El carromato tenia dos ventanas diminutas, una en el centro de la pared lateral donde estaba la mesa, y otra sobre la cama de atras. Ambas tenian cortinas blancas de encaje con dibujos de casas de munecas, y estaban recogidas con un cordon trenzado de color purpura. Sobre un rodapie, un conejo moteado comia una sabrosa zanahoria. Era tan acogedor, tan absolutamente perfecto, que a Blue le habrian dado ganas de llorar, si no se hubiera olvidado de como se hacia.

Dean entro detras de ella y miro alrededor.

– Increible.

– Debe de haberte costado una fortuna.

– Hizo un buen trato.

No hacia falta preguntar quien.

Solo el centro del carromato tenia la altura suficiente para que Dean pudiera mantenerse completamente erguido. Comenzo a desenvolver una mesa de madera.

– Hay un tio en Nashville que esta especializado en restaurar este tipo de caravana gitana. Asi es como las llaman. Al parecer algun ricachon se echo atras despues de encargarla.

Caravana gitana. Le gustaba el nombre. Sugeria algo exotico.

– ?Como te convencio April para comprarla?

– Me dijo que seria un buen lugar para acomodar a los invitados que bebieran demasiado. Ademas, algunos de mis amigos tienen ninos, y pense que seria entretenido para ellos.

– Ya veo, y decidiste anadirla a tu coleccion. La unica caravana gitana de los alrededores y todo eso.

El no lo nego.

Ella paso la mano por las paredes.

– Hay muchas serigrafias, pero casi todo esta hecho a mano. Es un buen trabajo.

Dean comenzo a curiosear, abrio las puertas de la alacena y los cajones, y examino un aplique de hierro forjado con forma de caballito de mar.

– Tiene tomas electricas, asi que podremos tener luz. Tengo que decirselo al electricista.

Blue queria quedarse un rato mas, pero el mantuvo la puerta abierta para ella, lo que la obligo a seguirlo al jardin delantero. El electricista estaba en cuclillas ante una caja de conexiones, en la radio que tenia al lado sonaba una vieja cancion de Five for Fighting. April estaba a unos metros, con un bloc de notas, estudiando las losas que se colocarian en la parte posterior de la casa. La cancion de Five for Fighting termino y comenzo a sonar «Adios, hasta luego», una de las baladas de Jack Patriot. Los pasos de Dean vacilaron, el cambio de ritmo fue tan sutil que Blue no se habria fijado si April no hubiera levantado la cabeza de golpe al mismo tiempo. Cerro el bloc.

– Apaga la radio, Pete.

El electricista la miro por encima del hombro, pero no se movio.

– Olvidalo. -April se puso el cuaderno debajo del brazo y se metio dentro. Al mismo tiempo, Dean atraveso el jardin delantero para hablar con el electricista.

Blue echo un vistazo al descuidado jardin. En vez de buscar la manera de llegar a la ciudad para encontrar trabajo, penso en lo que acababa de suceder. «Adios, hasta luego», termino y comenzo a sonar una cancion de las Hermanas Moffatt, «Vidas doradas». Algunas de las mejores emisoras musicales del pais se dedicaban a poner canciones de las Hermanas Moffatt desde la muerte de Marli, generalmente junto con «Adios, hasta luego» de Jack Patriot, algo que Blue encontraba bastante vulgar ya que Jack y Marli llevaban anos divorciados. Siguio pensando en todo ello mientras entraba en la casa.

Tres hombres hablando en un idioma que no entendia colocaban las puertas superiores de los armarios. April estaba sentada en un rincon del comedor mirando con el ceno fruncido una hoja de su bloc.

– Tu eres artista -le dijo a Blue cuando entro-. ?Puedes ayudarme con esto? No se me da mal la ropa, pero con los detalles arquitectonicos me pierdo, en especial cuando no estoy segura de que es lo que quiero.

Blue habia esperado conseguir otro donut, pero en la caja solo quedaba azucar glaseado y un par de manchas de mermelada.

– Es el porche cerrado para la parte trasera de la casa -dijo April.

Blue se sento a su lado y miro el dibujo. Mientras los hombres charlaban, April le explico lo que habia imaginado.

– No quiero que parezca el porche de una cabana de pesca. Quiero grandes ventanales de suelo a techo para que entre mucha luz ymolduras en todo el perimetro, aunque no se de que tipo.

Blue lo penso unos minutos y comenzo a esbozar algunos adornos sencillos.

– Me gusta ese -dijo April-. ?Podrias dibujarme la pared? ?Con las ventanas?

Blue esbozo cada una de las paredes como April la habia descrito. Hicieron algunos ajustes y entre las dos llegaron a un acuerdo.

– Eres muy habil -dijo April cuando los trabajadores hicieron una pausa para fumarse un cigarrillo-. ?Te interesaria hacer algunos bocetos interiores para mi? A lo mejor estoy suponiendo demasiado. No se exactamente cuanto tiempo vas a quedarte ni que tipo de relacion tienes con Dean.

– Blue y yo estamos comprometidos -dijo Dean desde la puerta.

Ninguna de las dos lo habia oido acercarse. Dejo la taza vacia de cafe encima de la cocina y se acerco para coger el boceto de Blue-. Se quedara mientras yo este aqui.

– ?Comprometidos? -dijo April.

El ni siquiera levanto la vista del boceto.

– Exacto.

Blue apenas pudo evitar poner los ojos en blanco. Este era un claro ejemplo del desprecio que sentia hacia su madre. Queria recordarle lo poco que le importaba; tan poco, que ni siquiera se habia molestado en decirle que se casaba. Una crueldad hacia alguien que se suponia que estaba al borde de la muerte.

– Enhorabuena.-April dejo el lapiz sobre la mesa-. ?Cuanto hace que os conoceis?

– Lo suficiente -dijo el.

Blue no podia fingir que lo que habia visto April unas horas antes no habia ocurrido.

– Lo que paso anoche fue una equivocacion. Quiero que sepas que me acoste en la cama totalmente vestida.

April arqueo una ceja con escepticismo.

Blue intento parecer avergonzada.

– Hice voto de castidad cuando tenia trece anos.

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