– Bueno, vale, en cuanto me convierta en una deportista millonaria dejare de hacerlo.
El saco bruscamente la cartera, cogio un fajo de billetes y se los metio en los bolsillos de los vaqueros.
– Tu fortuna acaba de dar un giro inesperado. Ahora, ?donde esta la bicicleta? Tenemos cosas que hacer.
Ella saco el dinero. Un monton de billetes de cincuenta. Su mirada resentida se reflejo en las lentes amarillas de Dean.
– ?Para que es esto exactamente?
– ?Como que para que es? Es para ti.
– Eso ya lo tenia claro, pero ?que he hecho para merecerlo?
Dean sabia con exactitud a donde queria ir a parar, pero el era experto en hacer pases de
– Te has pasado el fin de semana en Knoxville eligiendo muebles para mi.
– Acompane a April a elegir tu mobiliario. Y me compensaron adecuadamente con grandes raciones de comida, un hotel de primera y un masaje. A proposito, gracias. Fue genial.
– Ahora eres mi cocinera.
– ?Cocinera? Si solo te has comido tres tortitas y algunas sobras.
– ?Me has pintado la cocina!
– Pinte parte de la cocina y el techo del comedor.
– Ahi lo tienes.
– Y tu a cambio me has dado, comida, casa y transporte durante una semana - dijo ella-. Eso nos deja a la par.
– ?Llevas la cuenta? ?Y que hay del mural que vas a pintar en el comedor? Murales. Quiero cuatro, uno en cada pared. Voy a hacer que Heath redacte hoy un jodido contrato.
Ella le metio los billetes en el bolsillo.
– Deja de intentar manipularme. No te importan nada esos murales. Eso fue idea de April.
– Si que me importan. Me gusto la idea desde el principio, y me gusta cada vez mas. Y es la solucion perfecta. Pero por alguna razon, te da miedo pintarlos. Explicamelo. Explicame por que te asusta tanto la idea de pintar unos murales para un hombre con el que estas en deuda.
– Porque no quiero hacerlo.
– Te estoy ofreciendo un trabajo digno. Tiene que ser mejor que trabajar para ese viejo murcielago loco.
– Ahorrate la saliva, ?vale? Hasta ahora, el unico servicio de verdad que te he proporcionado ocurrio anoche, e incluso un asno estupido como tu tiene que darse cuenta de que no puedo aceptar tu dinero despues de eso.
El tuvo la desfachatez de burlarse.
– ?Estabamos en la misma cama? Porque tal y como yo lo recuerdo, yo fui el unico que proporciono un jodido servicio. ?Quieres reducirlo todo a dinero? Maravilloso. Entonces deberias pagarme. De hecho, te voy a enviar la factura. ?Mil dolares! Eso es. Me debes un monton de pasta por los servicios prestados.
– ?Mil dolares? Si, ya. Cuando he tenido que fantasear con mis antiguos novios para poder excitarme.
No fue el golpe contundente que ella habia esperado dar porque el se rio. No era una risa pesarosa, que le habria levantado el animo, sino una risa absolutamente divertida.
– ?Chica!
Blue se sobresalto cuando Nita escogio ese momento para salir de la Peluqueria-Spa de Barb con las garras recien pintadas en color carmin aferradas al baston.
– ?Chica! Ven a ayudarme a cruzar la calle.
Dean le dirigio a Nita una sonrisa odiosamente alegre.
– Buenos dias, senora Garrison.
– Buenos dias, Senor Farsante.
– No soy farsante, senora. Soy Dean.
– No lo creo. -Le paso el bolso a Blue-. Chica, llevame esto, es muy pesado. Y mira mis unas. Sera mejor que no hayas malgastado la gasolina mientras estaba ahi dentro.
Dean engancho el pulgar en el bolsillo de los vaqueros.
– Me siento mucho mejor ahora que veo lo bien que os llevais las dos.
Blue agarro a Nita por el codo y la ayudo a cruzar.
– Su coche esta aqui.
– Ya lo veo.
– Pasare por su casa para recoger la bicicleta cuando vuelva a la granja -grito Dean-. Que tengan un buen dia.
Blue fingio no escucharlo.
– Llevame a casa -dijo Nita mientras se volvia a sentar en el asiento del acompanante.
– ?Y el banco?
– Estoy cansada. Te hare un cheque.
«Solo seran tres dias», se dijo Blue a si misma, mientras echaba un ultimo vistazo a la camioneta.
Dean habia apoyado un pie en la boca de incendio y una de las bellezas locales se le habia colgado del brazo.
Cuando regresaron a la casa de Nita, la anciana insistio en que Blue llevara a
Nita la manipulo para que le hiciera el almuerzo, pero primero, Blue tuvo que limpiar la cocina. Mientras secaba la ultima cacerola, una camioneta plateada aparco detras de la casa. Observo como Dean salia y recogia la bici que habia dejado en la puerta trasera. La tiro sobre la parte posterior de la camioneta y luego se volvio hacia la ventana donde ella permanecia de pie y la saludo con el Stetson.
Jack oyo primero la musica y luego vio a April. Era de noche, pasaban de las diez, y ella estaba sentada en el porche delantero de la casita de invitados encorvada sobre una lampara metalica, pintandose las unas de los pies. Los anos se evaporaron. Con el top negro y los pantalones cortos rosas se parecia tanto a la veinteanera que el recordaba que se olvido por donde iba y tropezo con la raiz de un arbol que sobresalia de la cerca de madera.
April levanto la vista. De inmediato volvio a bajarla. Se habia pasado de rosca con ella la noche anterior, y a ella no se le habia olvidado.
Durante todo el dia habia sido testigo de su implacable eficiencia mientras dirigia a los pintores que, al fin, habian aparecido, habia discutido con el fontanero, habia supervisado la descarga de un camion lleno de muebles y lo habia evitado con total deliberacion. Solo las miradas que le dirigian los hombres le eran familiares.
Se detuvo al pie de las escaleras de madera y senalo con la cabeza la musica estridente. Ella estaba sentada en una vieja silla Adirondack y apoyaba el pie en el asiento.
– ?Que estas escuchando? -pregunto Jack.
– Skullhead Julie -April mantuvo la atencion fija en los dedos de sus pies.
– ?Quienes son?
– Un grupo alternativo de las afueras de Los Angeles. -El pelo largo cortado en capas le cubrio la cara cuando se estiro para bajar el volumen. La mayoria de las mujeres de su edad se habian
