– Arriba, debajo, de espaldas. Te pondre en mas posturas de las que puedas imaginar.
Una descarga erotica atraveso su cuerpo y encogio los dedos de los pies.
– Pero antes… -Con la linterna le froto la union de los muslos durante unos tentadores segundos, y luego la utilizo para levantar el borde de la camiseta. Al fin, el plastico frio se detuvo debajo de sus pechos, enviando un escalofrio por todo su cuerpo. Le ahueco un pecho por encima de la suave tela-. No puedo esperar mas a saborearlos.
Ella casi gimio. Obviamente su libido no estaba al corriente de su politica sexual.
– ?Por donde voy a empezar? -La luz de la linterna bailo sobre ella. Blue la observo como si estuviera hipnotizada, esperando ver donde aterrizaba el haz. Jugueteo entre sus pechos cubiertos, sobre el vientre desnudo y la tela de las bragas. Luego subio a los ojos de Blue. Ella entrecerro los ojos, el colchon se hundio a su lado y sus caderas se rozaron a traves de la tela de los vaqueros cuando el dejo caer la linterna encima de la almohada.
– Empecemos por aqui. -Sintio las palabras en la mejilla cuando Dean se inclino para amoldar su boca a la de ella, y Blue se sintio perdida ante el beso mas apasionado que jamas habia experimentado, suave un momento, brusco al siguiente. Dean bromeo y la atormento, le exigio y la sedujo. Ella se estiro para rodearle el cuello con los brazos, pero el se alejo de su alcance-. No hagas eso otra vez -le dijo el con un ronco jadeo-. Conozco todos tus trucos.
«?Ella tenia trucos?»
– Se que quieres distraerme, pero no te va a funcionar. -Le quito la camiseta por la cabeza y la dejo caer a un lado, dejandola solo con las bragas. Cogio la linterna y le ilumino los pechos. Tener poco pecho no era algo tan malo, decidio ella. Sus pequenos pechos estaban firmes y preparados para lo que vendria a continuacion.
Que era su boca.
El pecho desnudo de Dean le rozo las costillas mientras la lamia, y ella enterro los dedos en el colchon. El se tomo su tiempo, uso los labios y la lengua. El suave roce de sus dientes la estimulo hasta que ya no pudo soportarlo mas. Le aparto la cabeza con fuerza.
– No tan rapido -susurro Dean, acariciando con su calido aliento la piel humeda de Blue. Engancho los pulgares en las bragas y tiro hacia abajo, luego las dejo a un lado y se puso de pie. La linterna abandonada reposaba sobre las sabanas, asi que ella no podia ver lo que se ocultaba bajo los vaqueros. Intento coger la linterna, luego se detuvo. El era siempre el objeto del deseo, era perseguido y adorado. Dejaria que la conquistara.
Blue se cubrio con la sabana y deslizo la mano hacia la linterna para apagarla, dejando la caravana a oscuras. La novedad de ese juego erotico la dejaba tan debil como sus caricias, pero necesitaba asegurarse que en medio de esa oscuridad el sabia que estaba con Blue Bailey, no con alguna mujer sin rostro.
– Buena suerte -logro decir-. Es dificil conseguir que me quede satisfecha con menos de dos hombres.
– Eso sera en tus suenos mas pervertidos. -Los vaqueros cayeron al suelo con un suave frufru-. ?Donde esta la linterna? -La rozo con la mano mientras la buscaba. La encendio, y bajo la sabana, luego dejo que la luz se deslizara por el cuerpo desnudo de Blue, por los pechos, por el vientre y mas abajo. Se detuvo-. Abrete, carino -le dijo suavemente-. Dejame verte.
Era demasiado, y Blue casi se derritio alli mismo. El le abrio las piernas sin que ella ofreciera resistencia, y el plastico frio de la linterna le enfrio la piel suave del interior de los muslos.
– Perfecta -susurro el, observando como se humedecia.
Despues de eso, solo hubo sensaciones. Unos dedos abriendola e indagando. Unos labios buscando. Unas manos explorando todo lo que ella habia querido tocar y acariciar desde hacia tanto tiempo.
El pequeno cuerpo de Blue lo recibio ofreciendo la resistencia perfecta. Suave perfume y aspero terciopelo. Se movieron juntos La linterna cayo al suelo. El la embistio con dureza, se retiro y embistio otra vez. Ella se arqueo, exigente, se batio en duelo con el y, finalmente, se rindio.
Hacer el amor en una caravana sin agua no era tan romantico como parecia.
– ?Como hacian los pioneros? -se quejo Blue-. Necesito un bano.
– Usaremos tu camiseta. Puedes quemarla manana. Ojala, Dios mio.
– Si dices algo mas sobre mi camiseta…
– Damela.
– Oye, mira que… -ella contuvo el aliento cuando el le mostro un uso mas imaginativo de la camiseta.
Tampoco estuvo encima la segunda vez. Pero la tercera vez, sin embargo, logro invertir los terminos. O eso creia, ya que era ella quien estaba en posesion de la linterna. La verdad era que no sabia quien dominaba a quien y a donde conducia todo aquello. Solo tenia clara una cosa. No podria burlarse de el nunca mas llamandole
Se quedaron dormidos. La pequena litera de la caravana no era lo suficientemente larga para albergar la estatura de Dean, pero se quedo alli de todas maneras, rodeandole los hombros con el brazo.
Blue se desperto muy temprano y paso a gatas sobre Dean con tanto cuidado como pudo. Un sentimiento de ternura hizo que demorase un momento la mirada sobre el. La luz del amanecer entraba por la ventana de atras, esculpiendo cada curva de sus musculos y tendones. Durante toda su vida, Blue siempre se habia conformado con menos. Pero no habia sido asi la noche anterior.
Recogio su ropa y se dirigio hacia la casa donde se ducho rapidamente, se puso unos vaqueros y una camiseta y se metio todo lo que iba a necesitar en los bolsillos. Cuando volvio a salir, le echo una ultima mirada a la caravana gitana debajo de los arboles. Dean habia sido el amante desinteresado y audaz con el que siempre habia sonado. No se arrepentia ni en lo mas minimo de lo sucedido la noche anterior, pero el tiempo de los suenos habia llegado a su fin.
Saco la bicicleta mas pequena del granero y pedaleo hacia la carretera. Cada colina parecia una montana, y pronto comenzo a faltarle la respiracion. Cuando corono la ultima colina y comenzo a descender hacia Garrison, tenia las piernas como espagueti recocido.
Como suponia, a Nita Garrison tambien le gustaba madrugar.
Blue entro en la desordenada cocina y la observo prepararse unos gofres en la tostadora.
– Cobro cuatrocientos dolares por un cuadro de uno por uno -dijo Blue-, con un adelanto de doscientos dolares a pagar hoy mismo. Tomelo o dejelo.
– Trato hecho -dijo Nita-. Estaba dispuesta a pagar bastante mas.
– Ademas debe darme alojamiento y comida mientras hago el trabajo. -Aparto de su mente las imagenes de lo acontecido en la caravana gitana-. Tengo que conocer a
Nita volvio tan rapido la cabeza que Blue llego a pensar que se le caeria la peluca.
– ?Quieres hospedarte aqui? ?En mi casa?
Era lo ultimo que Blue queria, pero, tras lo sucedido, no tenia mas remedio.
– Es la mejor manera de pintar algo de calidad.
Un diamante y un rubi brillaron intensamente en el dedo nudoso de Nita cuando senalo hacia la cocina.
– No quiero ver ningun desorden en la cocina.
