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Blue se aplico un poco de colorete en los pomulos. El suave tono rosa se complementaba a la perfeccion con el nuevo lapiz de labios brillante y el rimel negro. Ademas se habia pintado los ojos con lapiz negro y lo remato con un poco de sombra gris. Estaba guapisima.
Vaya cosa. Esto era una cuestion de orgullo, no de belleza. Tenia que probarle algo a Dean antes de largarse de Garrison.
Cuando salia del cuarto de bano, vio la caja vacia de la prueba del embarazo que habia tirado a la papelera el dia anterior por la manana, justo despues de que Dean se fuera. No estaba embarazada. Genial. Mas que genial. No podia hacerse cargo de un nino, no con su estilo de vida nomada. Lo mas probable es que jamas tuviera un hijo, y eso tambien estaba bien. Al menos nunca haria que un nino pasara por todo lo que ella habia pasado. Simplemente era algo mas que tendria que superar.
Se dirigio a la habitacion de Nita. El dobladillo del vestido veraniego que se habia comprado para la fiesta le rozo las rodillas. Tenia el mismo amarillo del sol con el borde desigual y un
Nita se estaba echando un ultimo vistazo delante del espejo. Con su enorme peluca rubia platino, los pendientes de arana de diamantes y un caftan color pastel, parecia salida de un desfile de carrozas patrocinado por los jubilados de un burdel, pero de alguna manera lo llevaba con estilo.
– Vamos, Rayo de sol -dijo Blue desde la puerta-. Y recuerde, debe parecer sorprendida.
– Todo lo que tengo que hacer es mirarte a ti -dijo Nita recorriendola con los ojos de pies a cabeza.
– Es lo mas adecuado, eso es todo.
– Demasiado tarde. -Cuando Blue se acerco mas, Nita extendio la mano y ahueco el pelo de Blue-. Si me hubieras escuchado, habrias permitido que Gary te hiciera un corte asi hace mucho tiempo.
– Si la hubiera escuchado, ahora seria rubia platino.
Nita resoplo por la nariz.
– Era solo una idea.
Gary habia estado deseando poner las manos en el pelo de Blue desde la noche que la habia conocido en el Barn Grill. Una vez que la tuvo sentada en la silla de la peluqueria, le habia cortado el pelo en pequenas capas, justo por debajo de las orejas, y le habia dejado un flequillo desfilado que le resaltaba los ojos. El corte era demasiado bonito para que Blue se sintiera comoda, pero habia sido necesario.
– Deberias haberte arreglado asi para ese jugador de futbol americano desde el principio -dijo Nita-. Quiza entonces te habria tomado en serio.
– El me toma en serio.
– Sabes exactamente a que me refiero. Podria haberse enamorado de ti. Igual que tu lo estas de el.
– Estoy loca por el, pero no enamorada. Hay una gran diferencia. Yo no me enamoro. -Nita no lo entendia. Toda esa charada era la manera que Blue tenia de salir con la cabeza bien alta. Tenia que asegurarse de que Dean jamas volviera a sentir por ella ni la mas leve pizca de piedad.
Blue condujo a la anciana hasta el coche. Nita se miro el lapiz de labios en el espejo retrovisor mientras Blue salia marcha atras del garaje.
– Deberias avergonzarte de huir por culpa de ese jugador de futbol americano. Deberias quedarte en Garrison, y dejar de dar tumbos por la vida.
– No puedo ganarme la vida en Garrison.
– Ya te dije que yo te pagaria si te quedabas. Bastante mas de lo que puedes ganar pintando esos estupidos cuadros.
– A mi me gusta pintar esos estupidos cuadros. Lo que no me gusta es pasarme la vida siendo una sirvienta.
– Yo soy aqui la unica sirvienta -la contradijo Nita- por la manera en que me mangoneas. Eres tan terca que le estas dando la espalda a una oportunidad de oro. No vivire para siempre, y sabes que no tengo a nadie a quien dejar mi dinero…
– Vamos, usted es un vampiro. Nos sobrevivira a todos.
– Haz todos los chistes que quieras, pero valgo millones, y cada uno de ellos podria ser tuyo algun dia.
– No quiero sus millones. Si tuviera un poco de decencia, se lo dejaria todo al pueblo. Lo que quiero es irme de Garrison. -Blue freno en un stop antes de tomar la calle de la iglesia. Habia llegado justo a tiempo-. Recuerde -dijo-. Sea amable.
– Trabaje en Arthur Murray. Se comportarme.
– Pensandolo bien, limitese a mover los labios y yo sere la que hable por usted. Sera mas seguro de ese modo.
El bufido de Nita sono parecido a una carcajada, y Blue supo en ese momento que echaria de menos a ese viejo murcielago. Con Nita, Blue podia ser ella misma.
Igual que con Dean.
La pancarta adornada con globos cruzaba la calle de la iglesia y en ella se podia leer FELIZ 73 CUMPLEANOS SENORA GARRISON. Dean sabia que Nita tenia setenta y seis, y no le cabia duda de que Blue habia contribuido a esa mentirijilla.
En el parque se habian reunido cerca de cien personas. Habia mas globos entre los arboles, que se mezclaban con las serpentinas rojas, azules y blancas que habian quedado de la celebracion del Cuatro de Julio de la semana anterior. Un grupo de adolescentes con camisetas negras y lapiz de ojos a juego termino de cantar una version punk del «Cumpleanos feliz». Riley le habia dicho a Dean que era la banda de rock del sobrino de Syl, los unicos que cantarian ese dia.
En la parte delantera del parque, cerca de una pequena rosaleda, Nita habia comenzado a cortar una tarta de cumpleanos del tamano de un campo de minigolf. Dean se habia perdido todos los discursos de la celebracion, pero a juzgar por las caras de todo el mundo, no habian sido memorables. Habia mas serpentinas en las largas mesas donde estaban las jarras de ponche y te helado. Diviso a April y a Riley cerca de la mesa del pastel, hablando con una mujer con un vestido amarillo. Algunos de los habitantes del pueblo lo llamaron a gritos, y el los saludo con la mano, pero lo unico que queria era encontrar a Blue.
El dia anterior habia sido uno de los peores y mejores dias de su vida. Primero estaba aquel desagradable encuentro con Blue; luego su dolorosa y liberadora conversacion con Jack; y finalmente el maratonico baile con April. Despues, April y el no habian hablado demasiado, y no habia habido ningun «jodido abrazo», como Jack habia dicho, pero los dos sabian que las cosas habian cambiado. El no sabia como seria exactamente esa nueva relacion, solo que era el momento adecuado para que madurara y conociera a la mujer en la que se habia convertido su madre.
Escudrino el parque de nuevo, pero seguia sin ver a Blue, y queria hablar con ella. Tenia que arreglar las cosas de alguna manera. Nita se llevo un plato a la silla reservada para ella justo cuando Syl y Penny Winters comenzaba a repartir el resto del pastel entre la gente. Nita comenzo a senalar al cantante de la banda, que estaba imitando a Paul McCartney con un demencial «Tu dices que es tu cumpleanos…». Riley y la mujer del vestido amarillo seguian de espaldas a el, April senalo hacia la banda de rock, y Riley se fue con ella para acercarse mas.
Syl lo diviso cuando dejo caer un trozo de pastel en un plato de plastico.
– Ven aqui, Dean. Las rosas de azucar no tardaran en desaparecer. Blue, acompanalo hasta aqui. Tengo un pedazo de pastel con su nombre.
Dean miro a su alrededor, pero no vio a Blue por ningun lado. Luego, la