Mas de lo que el podia imaginar.

– Siempre me hago preguntas sobre cosas que no son buenas para mi.

– ?Estas segura? No somos crios.

Ella se aparto.

– Ya no me atraen los rockeros guapos.

– April…

Sono el movil en los escalones. «Gracias, Dios mio.» Ella se apresuro hacia el porche.

– No iras a contestar… -dijo el.

– Tengo que hacerlo. -Mientras se acercaba a los escalones, se apreto los labios con el dorso de la mano, pero no sabia si era para borrar el beso o para conservarlo-. ?Si?

– April, soy Ed.

– Ed. Estaba esperando tu llamada. -Entro con rapidez en la casita de invitados.

Transcurrio media hora antes de que ella dejase de hablar por telefono. Salio para recoger las cosas y se quedo sorprendida al ver a Jack todavia alli, tumbado sobre la manta, mirando las estrellas. Tenia una rodilla doblada y el brazo bajo la cabeza. Se sintio demasiado feliz al ver que la habia esperado.

Jack le hablo sin mirarla.

– Hablame de el.

Ella oyo el tono aspero de su voz y recordo aquellos viejos ataques de celos. Si no hubiera dejado esos juegos hacia mucho tiempo, le habria dicho que se fuera al infierno, pero se sento en la manta y dejo que la falda formara pliegues alrededor de sus rodillas.

– Ellos.

– ?Cuantos?

– ?Ahora mismo? Tres.

Ella se puso rigida cuando el se giro para mirarla de frente. Pero no la ataco.

– Entonces no son tus amantes.

Fue una afirmacion, no una pregunta.

– ?Como lo sabes?

– Lo se.

– Esos hombres me llaman a todas horas.

– ?Por que lo hacen?

April solo percibio curiosidad en su tono. O a el no le importaba que estuviera con ellos, o habia comenzado a entender a la mujer en la que se habia convertido. Se recosto en la manta.

– Soy alcoholica y drogadicta rehabilitada. Llevo anos en Alcoholicos Anonimos. Ahora mismo soy la orientadora de tres hombres y una mujer, pero no resulta facil al no estar en Los Angeles, aunque ellos no quisieron cambiar de orientador.

– Comprendo que no lo hicieran. Seguro que eres muy buena. -Se apoyo en un codo para mirarla-. Jamas te he olvidado, ?lo sabes, no?

Ella tenia que recordar como eran las cosas realmente, y no como queria que fueran.

– No soy yo lo que no puedes olvidar. Es la culpabilidad que sientes por Dean.

– Conozco la diferencia, y eres la unica mujer que jamas he podido olvidar.

Mientras April lo miraba fijamente a los ojos, el inclino la cabeza y la beso otra vez. Su boca se volvio suave y maleable bajo la de el. Pero cuando sintio la mano de Jack entre las piernas, recordo que los sentimientos de Jack hacia ella siempre comenzaban y terminaban debajo de los pantalones. Salio de debajo de el y se puso de pie.

– Ya te lo he dicho. Ahora no hago estas cosas.

– ?Esperas que crea que has renunciado al sexo?

– Solo con los rockeros. -Se dirigio a los escalones para apagar la musica y recoger las cosas-. He mantenido tres largas relaciones desde que estoy sobria. Un policia, un productor de television y el fotografo que me introdujo en Galeria de Corazones. Todos eran tios estupendos, y ninguno cantaba. Ni siquiera en los karaokes.

A traves de la oscuridad, ella vio la suave sonrisa burlona de Jack cuando se puso de pie.

– Pobre April. Mira que privarte de toda esa pasion de los rockeros.

– Al menos, me respeto a mi misma. Que es mas de lo que tu puedes decir.

– Se que te sentiras decepcionada, April, pero hace mucho tiempo que deje los rollos de una noche. Ahora tengo relaciones de verdad. -Recogio la manta y la arrastro hacia ella-. Es lo unico que tu y yo no hemos intentado nunca. Quiza haya llegado el momento de que lo probemos.

Ella se quedo tan aturdida que no pudo mas que clavar los ojos en el. Jack le puso la manta en las manos, la beso suavemente en la mejilla, y la dejo sola.

A las siete de la manana siguiente, Dean llego al porche trasero de la casa de Nita. Odiaba saber que habia lastimado a Blue el dia anterior. La unica razon de que la hubiera mantenido al margen era que no queria contestar a las preguntas que sus amigos le harian. ?Como podia explicarles quien era ella cuando ni el mismo se aclaraba? Sabia como manejar a las mujeres como amante o como amigo, pero no como ambas cosas a la vez.

Una paloma sobrevolo el tejado de Nita cuando llego a la puerta trasera. Entro sin llamar. Nita estaba sentada a la mesa de la cocina con una enorme peluca rubia y una bata con flores de muchos colores.

– Voy a llamar a la policia -dijo ella, mas molesta que enfadada-. Te arrestaran por allanamiento de morada.

El se acuclillo para rascar detras de las orejas a un Tango semidormido.

– ?Puedo tomar antes un cafe?

– Son apenas las siete. Deberias haber llamado.

– No estaba de humor para hacerlo. Es lo mismo que cuando usted se presenta en mi casa sin molestarse en llamar.

– Mentiroso. Siempre llamo. Y Blue aun esta durmiendo, asi que vete y no la molestes.

El lleno dos tazas con el cafe cargado de Nita.

– ?Que hace en la cama tan tarde?

– Eso no te incumbe. -Finalmente la indignacion de Nita burbujeo hacia la superficie, y lo apunto con el dedo indice como si fuera una pistola.

– Le has roto el corazon. Y ni siquiera te importa.

– Blue esta enfadada, no dolida. -Miro a Tango-. Dejenos solos un rato.

La silla chirrio cuando ella se levanto bruscamente de la mesa.

– Un consejo senor Casanova. Si yo fuera tu, le echaria un vistazo a lo que ella oculta bajo el lavabo del bano.

Ignorandola, se dirigio arriba.

A Blue no le sorprendio oir a Dean hablando con Nita en la planta de abajo. Los rayos de sol entraban por las puertas del balcon mientras terminaba de subirse los vaqueros. No hubiera podido

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