presentaciones, aunque ella capto un nombre aqui y otro alla: Larry, Tyrell, Tamiza y… Courtney, una morena alta y hermosa que no parecia estar con ninguno de los hombres. Blue no tardo en averiguar por que.

– En cuanto acabe la concentracion de entrenamiento, voy a pedirle a Dean que me lleve a San Francisco un fin de semana -dijo Courtney con una sacudida de su pelo brillante-. Nos lo pasamos muy bien alli en San Valentin y me merezco un poco de diversion antes de regresar a dar clases de cuarto grado.

Genial. Courtney ni siquiera era una chica bonita y tonta.

Las mujeres comenzaron a quejarse del calor, a pesar de la brisa que proporcionaban los ventiladores del techo, recien instalados. Todos dieron por hecho que Blue formaba parte del servicio de la casa y comenzaron a pedirle cerveza, te helado, bebidas light y agua fria. Poco despues, Blue se encontro haciendo perritos calientes, cortando rodajas de queso y fiambre para picar. Uno de los hombres queria la programacion de la tele, otro un tylenol, y un guapo pelirrojo queria comida tailandesa, pero como muy bien le informo Blue, esa clase de comida aun no habia llegado a Garrison.

April llamo a Blue mientras esta estaba en la despensa buscando patatas fritas.

– He visto que Dean tiene compania, asi que nos vamos a la casita de invitados. Riley viene conmigo. Nos quedaremos alli hasta que no haya moros en la costa.

– No tienes por que esconderte -contesto Blue.

– Es lo mejor. Ademas, Jack quiere que escuche su nueva cancion.

Blue tambien deseaba poder irse con ellas y escuchar la nueva cancion de Jack Patriot en lugar de atender a los amigotes de Dean.

Cuando Dean finalmente aparecio, todos se levantaron para saludarle. Si bien olia a caballo y a sudor, Courtney, que habia estado quejandose de lo mal que olia el abono, se lanzo sobre el.

– ?Dean, mi amor! ?Sorpresa! Pensabamos que no aparecerias nunca.

– Hola, Boo. Bonito lugar te has agenciado.

Dean ni siquiera miro en direccion a Blue. Ella se retiro a la cocina, donde empezo a meter los productos perecederos en la nevera. Unos minutos despues el aparecio en la cocina.

– Oye, gracias por echar una mano. Me dare una ducha rapida y volvere enseguida.

Cuando desaparecio, Blue se pregunto si le habia sugerido que siguiera atendiendo a sus amigos o si esperaba que se uniera a la fiesta. Cerro de golpe la nevera. A la mierda. Iba a volver al trabajo.

Pero antes de poder escaquearse, Roshaun aparecio de pronto en la puerta pidiendo helado. Fue a llevar mas platos y quito los que habian usado. Mientras llenaba el lavavajillas, Dean volvio de darse la ducha.

– Gracias otra vez, Blue. Eres la mejor.

Momentos despues lo oyo en el porche con los demas, riendose con sus amigos.

Ella se quedo alli, observando la cocina que tanto amaba. Asi que eso era todo, ?no? Tenia que saberlo con seguridad. Con manos temblorosas, puso un par de Coca-Colas light en una bandeja, anadio la ultima botella de cerveza fria y lo llevo todo al porche.

Courtney estaba junto a Dean, con el brazo rodeando su cintura; un brillante mechon de pelo rozaba la manga de la camisa gris. Con los tacones era casi igual de alta que Dean.

– Pero Boo, tienes que volver a tiempo para la fiesta de Andy y Sherrilyn. Les prometi que iriamos.

«?Es mio!», quiso gritar Blue. Pero en realidad no lo era. Nadie le habia pertenecido nunca y jamas lo haria. Llevo la bandeja ante el. Los ojos de Blue se encontraron con esos familiares ojos azules que tan a menudo se habian reido de ella. Iba a decirle que habia reservado la ultima cerveza fria para el, pero antes de que pudiera abrir la boca, el aparto la mirada como si ella fuera invisible.

Se le hizo un nudo en la garganta. Dejo la bandeja con suavidad sobre la mesa, entro, y, a ciegas, se abrio paso hacia el comedor.

Hasta ella llegaron mas risas. Cogio los pinceles y comenzo a limpiarlos. Trabajaba mecanicamente, cerrando las tapas de los botes, guardando los utensilios, doblando las telas del suelo, decidida a acabar de limpiar todo para no tener que volver alli. El plastico de la puerta crujio y Courtney asomo la cabeza en el comedor. A pesar de haber dado a entender que era profesora, parecia que no sabia leer el cartel de «NO ENTRAR».

– Tengo una pequena emergencia -dijo ella sin dirigir una mirada a los murales-. Los choferes se han ido a comer y tengo una espinilla gigante. No tengo aqui ninguna crema correctora. ?Podrias ir hasta el pueblo y traerme Erace o cualquier corrector por el estilo? Y ya de paso, ?no te importaria traer unas botellas de agua mineral fria? -Courtney se alejo-. Voy a preguntar si alguien quiere algo mas.

Blue quito el carro de pintura de su camino y se dijo a si misma que le daria a Dean otra oportunidad. Pero fue Courtney quien regreso, con un billete de cien dolares entre los dedos.

– El corrector, el agua mineral y tres bolsas de Cheetos. Quedate con el cambio. -Solto el dinero en la mano de Blue-. Gracias, cielo.

Por la mente de Blue cruzaron varias opciones. Escogio la unica que le permitia conservar su dignidad.

Una hora mas tarde, regreso a una casa vacia y dejo caer la barra de corrector, el agua mineral, los Cheetos y el cambio en la encimera de la cocina. Sentia el pecho como si alguien le hubiera amontonado piedras encima. Termino de barrer el comedor, coloco las sillas, cargo el coche de Nita y desgarro el plastico de las puertas. No habia nada como el presente para poner fin a algo que nunca deberia haber empezado.

Cuando termino, le echo una ultima mirada a los murales y los vio como lo que eran. Mierda sentimentaloide.

22

Dean se detuvo al borde del camino. Estaban bailando. Los tres. Detras de la casita de invitados, bajo las estrellas, con la musica que salia a todo volumen del radiocasete que habian colocado en los escalones del porche. Al observar a su padre, Dean comprendio de donde provenian sus genes de deportista. Habia visto bailar a Jack en videos y en un concierto al que se vio forzado a asistir con los companeros del equipo de la universidad. Pero observarle aqui era diferente. Recordo que algun descerebrado critico del rock habia comparado la manera de bailar de Jack con la de Mick Jagger, pero Jack no tenia nada que ver con ese androgino baile contoneante y escurridizo. El era pura fuerza.

Riley, que a esas horas deberia de estar en la cama, bailo en torno a Jack con los movimientos torpes, pero llenos de energia, de un cachorrillo, algo que habria hecho sonreir a Dean si no se hubiera sentido tan infeliz.

April bailaba descalza. Una falda larga y vaporosa se arremolinaba en torno a sus caderas. Arqueo la espalda y se levanto el pelo. Cuando esbozo un mohin sensual, Dean vio a la madre imprudente y autodestructiva de su infancia, la mujer que habia sido esclava de los dioses del rock'n'roll.

Riley se quedo sin aliento y se dejo caer en el cesped al lado del perro. Jack y April cerraron los ojos. El respondio al shimmy de April con un movimiento de pelvis. La luz del porche arrancaba destellos de los brazaletes de su madre. Se movian al mismo ritmo, como si llevaran anos bailando juntos. April se contoneo, frunciendo los labios en un mohin humedo. Jack le respondio con el caracteristico gesto de mofa de los rockeros.

Dean no habria ido alli esa noche si April se hubiese dignado a contestarle los correos electronicos dias atras. Y alli estaba, observando a las personas que lo habian concebido bailando ante

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