sus ojos. Un final perfecto para un dia de mierda. Courtney habia sido un autentico conazo, y habia sentido un enorme alivio cuando las otras mujeres la habian arrastrado de regreso a Nashville para ir de compras. Los tios se habian quedado un poco mas. Demasiado en realidad. Dean solo queria estar con Blue, pero cuando llego a casa de Nita Garrison, la casa estaba a oscuras. De todas maneras habia trepado hasta el balcon, pero la puerta estaba cerrada y a traves del cristal habia visto la cama vacia de Blue. Sintio una fuerte punzada de dolor antes de recuperar la cordura. Ella no se iria hasta el sabado, despues de la fiesta de Nita. Al dia siguiente arreglaria las cosas, o al menos lo intentaria.
Nada habia sido lo mismo desde la excursion del Cuatro de Julio. Algo se habia torcido en ese jueguecito sexual que habian disputado. Al principio, todo habia sido un entretenimiento erotico, incluyendo todos los comicos intentos de Blue por parecer una mujer aterrada. Pero al final, cuando estaban juntos, se habia sentido invadido por la ternura, y algo habia cambiado en su interior. Algo que no estaba preparado para analizar.
Riley recupero el aliento y se reincorporo al baile. Dean se mantuvo fuera del charco de luz. Lejos de ellos. Tal y como queria estar.
Jack se acerco a Riley, y ella empezo a pavonearse delante de el, mostrando todo un repertorio de movimientos torpes y caprichosos. April sonrio ampliamente mientras se alejaba bailando. Su falda formaba remolinos. Ladeo la cabeza. Giro. Y entonces vio a Dean.
Sin perder el ritmo, le tendio la mano.
Dean se quedo inmovil. Se acerco bailando hacia el, moviendo los brazos, incitandolo para que se uniera a ellos.
El se quedo paralizado, aturdido, prisionero de su ADN. La musica, el baile lo atraian a un lugar donde no queria estar. Esas helices de material genetico que habia heredado habian sido canalizadas hacia el deporte, pero ahora, esas estructuras entrelazadas lo arrastraban a sus origenes. Al baile.
Su padre bailaba.
Su madre bailaba y queria que el tambien se uniera a ellos.
Les volvio la espalda y se dirigio a paso vivo hacia la casa.
Jack se rio cuando April dejo de bailar de repente.
– Mira, Riley. Somos demasiado para ella.
Jack no habia visto a Dean. April forzo una sonrisa. Jack y Riley estaban aprendiendo a divertirse juntos, no iba echarlo a perder todo ahora con su tristeza.
– Tengo sed -dijo ella-. Ire a por algo de beber.
Al llegar a la cocina, cerro los ojos. Era dolor lo que habia visto en la cara de Dean, no desprecio. Habia querido unirse a ellos -lo habia sentido-, pero no habia sido capaz de dar el primer paso.
Se concentro en hacer un zumo de naranja para Riley y ella. No podia controlar los sentimientos de Dean, solo los suyos. «Que sea lo que Dios quiera.» Sirvio un te helado para Jack. El queria una cerveza, pero no era su dia de suerte. Ella no habia contado con el esa noche. Riley y ella habian estado sentadas en el patio trasero hablando de chicos y escuchando un viejo album de Prince cuando aparecio Jack. Antes de saber como, los tres se habian puesto a bailar.
Jack y ella siempre habian sido la pareja de baile perfecta. Tenian el mismo estilo y energia. Cuando se encontraba bajo el hechizo de la musica, no pensaba en la insensatez de tener cincuenta y dos anos y seguir fascinada todavia por Jack Patriot. Fuera, la musica trepidante dio paso a una balada. Ella salio con las bebidas y se detuvo en los escalones al ver como Jack intentaba convencer a Riley para que bailara esa cancion lenta.
– Pero si no se -protesto ella.
– Subete a mis pies.
– ?No puedo hacer eso! Soy demasiado pesada. Te aplastaria los dedos.
– ?Una pollita flaca y huesuda como tu? A mis dedos no les pasara nada. Venga. Subete. -El la tomo entre los brazos y ella subio sus pies desnudos encima de las zapatillas de lona de su padre. Se la veia muy pequena al lado de el. Y hermosa, con ese pelo rizado, los ojos brillantes y la piel dorada. April se habia quedado prendada de ella.
Se sento en los escalones y los observo. Cuando era nina, habia visto a una chica de su edad bailar con su padre de esa manera. Su propio padre, sin embargo, la habia tratado como si no fuera mas que un estorbo, y recordaba haberse encerrado en el bano para que nadie la viera llorar. Pero se habia vengado bien de el cuando se hizo mayor. Habia conocido a un monton de chicos a los que darle todo el amor que el habia rechazado. Uno de ellos habia sido Jack Patriot.
Riley tenia sentido del ritmo y finalmente se sintio lo suficientemente confiada para bajarse de los pies de su padre e intentar dar los pasos ella sola. Jack la guiaba con facilidad. Al final, la hizo girar sobre si misma y le dijo que era una campeona, dejando a Riley mareada y orgullosa. April sirvio las bebidas. Cuando terminaron, Jack anuncio que ya era muy tarde y que Riley debia acostarse, asi que la llevo de vuelta a la casa. April estaba demasiado intranquila para entrar en la casita y acostarse, asi que cogio una manta y se tumbo para mirar las estrellas. Blue se marcharia en cuatro dias, Dean en una semana y media, y ella volveria a Los Angeles justo despues. En cuanto estuviera alli, se dedicaria por entero al trabajo, al fin habia logrado su proposito en la vida.
– Dean esta en la casa con Riley -dijo una voz ronca y familiar -. No la he dejado sola.
Ella levanto la vista y vio que Jack se dirigia hacia ella a traves del cesped.
– Pense que te habias ido a dormir.
– No soy tan viejo. -Se acerco al radiocasete y busco entre los CD's dispersos en el escalon. Lucinda Williams comenzo a cantar «Like a rose»-. Se acerco a la manta y le tendio la mano-. Baila conmigo.
– Es una mala idea, Jack.
– Algunos de nuestros mejores momentos han sido el resultado de malas ideas. Deja de comportarte como una anciana.
A ella le sento fatal que le dijera eso -algo que el ya esperaba- y rapidamente se puso en pie.
– Si intentas meterme mano…
Los dientes de Jack brillaron cuando esbozo una amplia sonrisa de pirata, y la tomo entre sus brazos.
– Mad Jack solo se aprovecha de las mujeres menores de treinta anos. Aunque, ahora esta oscuro y…
– Callate y baila.
El solia oler a sexo y cigarrillos. Ahora olia a roble, a bergamota, y a la noche. Su cuerpo tambien era diferente al de aquel chico flaco que ella recordaba. Todavia era delgado, pero habia desarrollado musculo. Su rostro tambien habia perdido esa apariencia demacrada que tenia cuando habia llegado. La letra de la cancion de Lucinda los envolvio. Se acercaron mas hasta que solo una brizna de aire separaba sus cuerpos. De pronto ni siquiera fue eso. Ella le rodeo el cuello con los brazos. El le coloco los suyos en torno a la cintura. April se permitio descansar contra el. Tenia una ereccion, pero era algo que estaba ahi. Manifestandose sin exigir nada.
April se dejo llevar por la musica. Estaba muy excitada, sentia que flotaba en un mar humedo y resbaladizo. El le acaricio el pelo de la nuca y enterro los labios en el hueco de la oreja. Ella giro la cabeza y dejo que la besara. Fue un beso profundo, dulce, mucho mas excitante que otros besos de borrachos que se habian dado. Cuando por fin se separaron, la pregunta implicita en los ojos de Jack atraveso el estado de ensueno de April. Ella nego con la cabeza.
– ?Por que? -susurro el, acariciandole el pelo.
– Ya no tengo rollos de una noche.
– Te prometo que esto durara mas de una noche. -Le acaricio la sien con el pulgar-. ?Acaso no te preguntas como seria si nos dejaramos llevar?