– Lo comprendes -susurro ella.
El fingio no oirla.
– Llevo muchos anos en este negocio. Y he visto de todo.
Ahora ella comenzo a preocuparse.
– Pero aun puedo cantar para alguna gente, ?no? Ademas quiero aprender a tocar bien la guitarra.
– Eso es cosa tuya. Pero nunca dejes que nadie te juzgue solo por tu voz.
– Te lo prometo.
El le paso el brazo por los hombros y la atrajo hacia el.
– Te quiero, Riley.
Ella apoyo la mejilla contra su pecho.
– Yo tambien te quiero, papa.
Era la primera vez que ella se lo decia.
Se dirigieron hacia el coche agarrados por la cintura. Pero antes de llegar, ella le dijo:
– ?Podemos hablar de mi futuro? No me refiero al canto, sino a la escuela, donde voy a vivir y todo eso.
En ese mismo momento, el supo con exactitud como iban a ser las cosas de ahora en adelante.
– Demasiado tarde -dijo Jack-. Ya he tomado una decision.
La vieja mirada de precaucion aparecio en los ojos de Riley.
– No es justo.
– Yo soy el padre, y yo tomo las decisiones. Odio ser el portador de malas noticias, estrellita, pero no pienso dejar que te vayas a vivir con tu tia Gayle y Trinity por mas que me lo pidas.
– ?De veras? -Las palabras surgieron en un ahogado susurro.
– Aun no he resuelto todos los detalles, pero nos iremos a vivir a Los Angeles. Buscaremos alli un buen colegio para ti. Y ya te aviso de que no sera un internado. Te quiero lo suficientemente cerca de mi para poder vigilarte. Contrataremos a un ama de llaves que nos guste a los dos para que se quede contigo cuando tenga que viajar. Y por supuesto, veras a April… pero aun estoy trabajando en esa parte. ?Que te parece?
– ?Creo… creo que es lo mejor que podia pasarme!
– Eso mismo opino yo.
Cuando se subio al coche, Jack sonrio. El rock'n'roll podia mantenerte joven, pero habia algo maravilloso en madurar.
24
Blue llego a la granja una hora mas tarde de lo acordado. Se habia cambiado el vestido amarillo por un top blanco y unos pantalones cortos de color caqui que le quedaban como un guante. Dean esperaba que Jack y Riley no los interrumpieran tal como les habia pedido.
– No quiero hacer esto -dijo Blue cuando entro en el vestibulo.
Para no caer en la tentacion de besarla, Dean cerro la puerta principal.
– Lo mejor es hacerlo de una vez. Entra tu primero en el comedor y enciende todas las luces, asi me llevare el susto de golpe.
No consiguio arrancarle ni la mas leve sombra de una sonrisa. Era extrano ver a Blue tan deshecha.
– Sera lo mejor. -Ella y sus nuevas sandalias color purpura entraron con rapidez en el comedor delante de el. Dean queria tirar esos zapatos a la basura para hacerle poner esas horrorosas botas negras militares. Blue encendio las luces del comedor.
– Vas a odiar estos murales -dijo ella desde dentro.
– Creo que ya lo has mencionado antes. -Dean esbozo una sonrisa-. Tal vez deberias beber un trago para relajarte. -El se acerco y entro en el comedor. Su sonrisa se desvanecio.
Dean estaba preparado para un monton de cosas, pero no para lo que vio. Blue habia creado un bosque lleno de luz y fantasia. Palidos rayos de sol asomaban entre las hojas de los arboles. Un columpio hecho de vides en flor colgaba de una rama curva. Un monton de flores imaginarias crecian como si fueran una brillante alfombra alrededor de un carromato gitano asentado al lado de un estanque de fantasia. No se le ocurria nada que decir. Salvo lo que no debia.
– ?Eso es un hada?
– S… solo una pequenita. -Ella levanto la vista para observar la diminuta criatura que los miraba con atencion desde encima de la ventana principal. Luego enterro la cara entre las manos-. ?Lo se! ?Esta fatal! No deberia haberla pintado, pero el pincel se movio solo, cobro vida. Deberia haberla borrado. A ella y… y a todas las demas.
– ?Hay mas?
– Lleva un rato verlas. -Se dejo caer en una silla entre las ventanas y dijo con un tono bajo y afligido-: Lo siento. No tenia intencion de hacerlo. Esto es un comedor. Estos murales son para el dormitorio de… de un nino… o una nina. Pero las paredes eran perfectas, y la luz era exquisita, y no sabia que en realidad queria pintar algo asi.
Parecia que Dean no lograba asimilarlo. Donde quiera que mirara, veia algo nuevo. Un pajaro con una cestilla colgando del pico volaba por el cielo. Un arco iris por encima del marco de la puerta, y una nube con la cara de un anciana de mejillas sonrosadas mirando hacia el carromato gitano. En la pared mas larga, un unicornio metia el hocico en el agua de la orilla del estanque. No era extrano que a Riley le encantaran esos murales. Y no era extrano que April pareciera tan preocupada cuando el le habia preguntado por ellos. ?Como podia Blue, que era famosa por su dureza y testarudez, haber creado algo tan tierno y magico?
Tal vez porque ella no era dura en absoluto. La dureza de Blue era solo una armadura que se habia construido para poder sobrevivir. Por dentro era tan delicada y fragil como las gotas de rocio que habia pintado sobre unas campanillas.
Blue enterro la cara entre las manos, entrelazando los dedos en los rizos.
– Son terribles. Sabia que lo estaba haciendo mal mientras los pintaba, pero no podia detenerme. Fue como si algo se liberase en mi interior, y tuviera que plasmarlo. Te devolvere el cheque, y si me das unos meses, te reembolsare lo que te cueste repintar el comedor.
El se arrodillo delante de ella y le aparto las manos de la cara.
– Nadie va a repintar nada -dijo Dean mirandola a los ojos-. Lo quiero asi.
«Y tambien te quiero a ti.»
La certeza de amarla lo atraveso como un soplo de aire fresco,
Habia encontrado su destino cuando se detuvo en esa carretera a las afueras de Denver. Blue lo desafiaba, lo fascinaba, lo volvia loco… Dios, lo volvia loco siempre. Pero, sobre todo, ambos se comprendian mutuamente. Esos murales dejaban al descubierto a la sonadora que llevaba dentro, la mujer que estaba decidida a alejarse de el el lunes por la manana.
– No tienes por que fingir-dijo ella-. Te he dicho muchas veces cuanto odio que te hagas el simpatico. Cuando tus amigos vean esto…
– Cuando mis amigos vean esto, no tendre que preocuparme por que nos quedemos sin tema de conversacion en la cena, eso seguro.
– Pensaran que has perdido el juicio.
«No despues de que te conozcan.»
Con una mirada seria que el nunca le habia visto antes, Blue le paso una mano por el pelo.