algo un poco menos llamativo cuando lleguemos.
– Eres una chica un poco estirada, doctora Favor. ?Se debe a tu filosofia de vida: «Esfuerzate en ser la chica mas estirada del planeta»?
– No soy una estirada, sino que tengo principios. -El mero hecho de decirlo le hizo sentir remilgada, pero ella no era remilgada…, no realmente, no en esencia-. ?Que sabes de mi filosofia?
– No sabia nada hasta anoche, que estuve mirando cosas en internet. Interesante. Por lo que pude leer en tu nota biografica, levantaste tu imperio a base de esfuerzo. Al parecer, nadie te ha regalado nada.
– Oh, si que me han regalado cosas. -Pensaba en toda la gente que le habia inspirado durante anos. Siempre que se encontraba en un momento bajo, el universo le enviaba un angel de una forma u otra.
El pie de Isabel resbalo en el acelerador.
– Ve con cuidado -le advirtio el.
– Lo siento.
– Presta atencion a la carretera o dejame conducir -gruno-. Lo cual deberias haber hecho desde el principio, pues soy un hombre.
– Ya me he dado cuenta. -Ella aferro el volante con mas fuerza-. Seguro que la historia de mi vida resulta aburrida en comparacion con la tuya. Creo haber leido algo de tu madre. ?Pertenecia a la realeza o algo asi?
– Era condesa. Uno de esos titulos italianos sin importancia. Esencialmente, una irresponsable seductora internacional con demasiado dinero. Murio.
– Siempre me han fascinado las influencias de la ninez. ?Te importa si te hago una pregunta personal?
– ?Quieres saber como fue crecer junto a una mujer con el cerebro de una nina de doce anos? Me conmueve tu interes.
Ella se pregunto si no seria mejor guardar las distancias en lugar de mantener una conversacion. Pero ?que podia perder?
– Solo es curiosidad profesional, asi que no te pongas romantico -dijo.
– Veamos, influencia maternal… No puedo recordar la primera vez que bebi, pero creo que fue cuando creci lo suficiente para alcanzar los vasos que sus invitados acostumbraban dejar en la mesa. -Ella no aprecio amargura, pero debia de andar por algun lugar interior-. Fume mi primer porro cuando tenia diez anos. Habia visto un monton de peliculas pornograficas antes de cumplir los doce, y no creo que algo asi perjudique la sexualidad de un adolescente. Entre y sali de diversos internados por toda la Costa Este. Destroce mas coches de los que puedo recordar. Me arrestaron dos veces por hurto, lo cual no dejaba de ser ironico porque disponia de abultadas sumas. Pero, ya sabes, cualquier cosa con tal de llamar la atencion. Por cierto, esnife mi primera raya de coca a los quince. Oh, los buenos dias del pasado.
Habia mucho dolor tras su ironia, pero solo iba a dejarle ver un poco.
– ?Y tu padre? -pregunto Isabel.
– Wall Street. Muy respetable. Sigue acudiendo al trabajo todos los dias. La segunda vez se aseguro de casarse de forma mas responsable: una mujer de sangre azul que, sabiamente, me mantuvo lo mas lejos posible de sus tres hijos. Uno de ellos es un tipo decente. Nos vemos de vez en cuando.
– ?Hubo algun angel en tu infancia?
– ?Angel?
– Una presencia benefica.
– Mi
Por lo visto, habia creado su propia prision realizando unicamente papeles de villano, tal vez para reflejar la vision que tenia de si mismo. O tal vez no. Los psicologos tenian la mala costumbre de simplificar en exceso las motivaciones de las personas.
– ?Y tu que? -pregunto el-. Tu nota biografica decia que te has mantenido a ti misma desde los dieciocho. Suena duro.
– Forja el caracter.
– Has hecho un largo camino.
– No lo suficiente. Estoy arruinada. -Busco sus gafas de sol con la intencion de poner fin a esa conversacion.
– Hay cosas peores que estar arruinado -dijo el.
– Supongo que hablas por propia experiencia.
– Cuando tenia dieciocho anos, el cheque de mi asignacion se perdio por culpa del correo. Lo pase muy mal.
Ella siempre habia sentido debilidad por la gente que era capaz de reirse de si misma, por lo que sonrio, aunque no deberia haberlo hecho.
Media hora despues estaban en las afueras de Volterra, donde habia un castillo de piedra en lo alto de una colina. Por fin un tema de conversacion seguro.
– Esa debe de ser la
– Has estado leyendo tu guia de viaje, ?no?
– Unas cuantas guias. -Dejaron atras una gasolinera Esso y una pequena casa con una antena parabolica en las tejas rojas de la techumbre-. De algun modo, me habia imaginado a los etruscos como una especie de cavernicolas, pero eran una cultura bastante avanzada. Tenian muchas cosas en comun con los griegos. Eran mercaderes, navegantes, granjeros, artesanos. Extraian cobre de las minas y fundieron hierro. Y sus mujeres estaban sorprendentemente liberadas para la epoca.
– Amen a eso.
No habia nada como una leccion de historia para mantener las cosas en un terreno impersonal, penso Isabel. Deberia de haberlo hecho antes.
– Cuando llegaron los romanos, la cultura etrusca fue asimilada gradualmente, aunque algunos creen que el actual estilo de vida toscano guarda mas relacion con las raices etruscas que con las romanas.
– Cualquier excusa es buena para una fiesta.
– Algo asi. -Siguio las senales de aparcamiento avanzando por un bonito paseo flanqueado por bancos y encontro una explanada al final del mismo-. No se puede ir en coche por la ciudad, asi que tendremos que aparcar aqui.
El bostezo y dijo:
– Hay un bonito museo en la ciudad con un monton de objetos etruscos que satisfaran tu curiosidad.
– ?Habias estado aqui?
– Hace anos, pero todavia lo recuerdo. Los etruscos fueron uno de los motivos de que me especializase en historia antes de dejar la universidad.
Ella le miro con suspicacia.
– O sea que ya sabias todo lo que he estado diciendo, ?no?
– Si, aunque me has dado la oportunidad de refrescarlo. Por cierto, la ciudad etrusca original fue construida alrededor del siglo IX antes de Cristo, no del VIII. Pero, ?que importan cien anos mas o menos?
Lo suficiente como para presumir de sus conocimientos. Salieron del Panda, e Isabel reparo en que una patilla de las gafas de Ren estaba envuelta en cinta adhesiva.
– ?No llevabas un disfraz como este en una pelicula en que intentabas violar a Cameron Diaz?
– Creo que queria matarla, no violarla.
– No me gustaria parecer critica, pero ?todo ese sadismo no te molesta?
– Gracias por no ser critica. El sadismo me ha hecho famoso.
Ella le siguio por el aparcamiento hacia el paseo. Caminaba del modo en que lo haria un hombre mucho mas pesado que el, otra ilusion de su equipaje de actor. Se dijo que lo mejor seria callarse y dejarlo en paz, pero era dificil librarse de las viejas costumbres.
– Sigue siendo importante para ti, ?no es asi? -dijo-. A pesar de todos los inconvenientes. Me refiero a lo de ser famoso.
– Si hay un foco cerca, por lo general disfruto haciendo que me ilumine. Y no pretendas fingir que no sabes de que hablo.
– Crees que la atencion del publico es lo que me motiva? -pregunto ella.