percato de las marcas en el suelo de tierra.

Ren tambien las vio y rodeo una mesa rota para mirarlas de cerca.

– Alguien aparto las cajas de la pared -dijo-. ?Por que no vas a la casa a buscar una linterna? Quiero ver mejor.

– Toma. -Ella le tendio una pequena linterna que llevaba en el bolsillo.

Enfoco la linterna hacia la pared, deteniendose para estudiar los lugares donde las piedras habian sido reforzadas con cemento.

– Mira eso.

Ella se acerco y aprecio aranazos en las piedras, como si alguien hubiese intentado arrancarlas.

– Bueno, bueno… ?Que opinas ahora de mi imaginacion? El recorrio las marcas con los dedos.

– Explicame de que va todo esto.

Isabel le echo un vistazo a aquel oscuro lugar.

– ?No intentaste matar a alguien una vez en un sitio como este?

– Si, a Brad Pitt. Tuve mala suerte, porque al final el acabo conmigo. Pero en un enfrentamiento entre tu y yo, Fifi, me llevaria yo el gato al agua, por si te interesa saberlo.

Aparto con la mano una telarana y camino hacia la pared opuesta para estudiarla.

– Se supone que Massimo y Giancarlo estan cavando un pozo en el olivar, pero esto a mi no me parece el olivar.

– Sin duda es un extrano lugar para un pozo.

Siguieron buscando mas pruebas, pero no encontraron nada sospechoso. Ella le siguio al exterior, donde el apago la linterna.

– Voy a tener una charla con Anna -dijo.

– Se pondra a la defensiva y lo negara todo.

– Esta es mi propiedad, y si esta pasando algo quiero saber de que se trata.

– No creo que enfrentarse a ella sea la mejor manera de conseguir informacion.

– ?Se te ocurre algo mejor? Que pregunta mas estupida. Por supuesto que si.

Ella ya habia pensado en ello.

– Seria mas util actuar como si no nos hubiesemos dado cuenta de nada extrano, y despues observar que esta pasando.

– Quieres decir espiar. Pues bien, eso implicaria violar las Cuatro Piedras Angulares y muchas otras cosas en las que ni siquiera habras pensado en tu vida.

– Eso no es del todo cierto. La piedra angular de las Relaciones Personales dice que persigas con ahinco tus objetivos, y la piedra angular de la Responsabilidad Profesional anima a pensar de manera alternativa. Ademas, aqui parece estar ocurriendo algo deshonesto, y la piedra angular de la Disciplina Espiritual aboga por la total honestidad.

– Y espiar, por descontado, es la mejor manera de ponerla en practica.

– Reconozco que las Cuatro Piedras Angulares no dan demasiado margen de movimiento.

El rio.

– Lo estas convirtiendo en algo demasiado complicado. Hablare con Anna.

– Adelante, pero te digo que no sacaras nada en claro.

– ?Tu crees? Bueno, olvidas una cosa, senorita Sabelotodo.

– ?El que?

– Hay muchas maneras de hacer hablar a la gente.

– Intentalo.

Por desgracia, sus maneras no tuvieron efecto en Anna Vesto y Ren regreso a la casa esa tarde con la misma informacion con la que se habia ido.

– Te lo dije -le dijo Isabel para castigarlo por la tarde que habia pasado sentada en la pergola pensando en el beso que se habian dado en el vinedo en lugar de empezar su libro sobre la superacion de las crisis personales.

El no quiso replicar.

– Me ha dicho que ha habido pequenos corrimientos de tierra y que los hombres no podran empezar a cavar hasta que la tierra de la colina se asiente.

– Es extrano que hayan entrado en el cobertizo, sin duda la parte mas estable de la vertiente, para reforzar las paredes.

– Eso es exactamente lo que yo pienso.

Estaban en la cocina, donde Ren habia empezado a preparar la cena. El se movia de un lado al otro, liandolo todo, y ella no podia hacer nada para impedirlo.

Bebio un sorbo de vino y se apoyo en la encimera para observar como sacaba del refrigerador el pollo que habia comprado. Ren cogio un cuchillo de aspecto siniestro que habia encontrado en un cajon.

– Cuando le dije a Anna que el almacen no parecia el lugar mas logico para colocar refuerzos, se limito a encogerse de hombros y sugerir que los trabajadores italianos saben mas sobre desplazamientos de tierra y correctas excavaciones que una ociosa estrella de Hollywood.

– Supongo que habra sido algo mas delicada.

– No mucho mas. Entonces aparecio corriendo la pequena exhibicionista de cinco anos y se desnudo delante de mi. Juro que no volvere a subir ahi arriba sin guardaespaldas… o sea tu.

– Brittany solo intenta llamar la atencion. Si todo el mundo ignorase su comportamiento negativo e insistiese en el positivo, dejaria de hacerlo.

– Eso es facil de decir. A ti no te acosa.

– Tu lo haces con las mujeres. -Sonrio y bebio otro sorbo de vino-. Como les va a Tracy y Harry?

– Ella no estaba, y Harry me ignoro. -Dejo a un lado un plato con las peras compradas en el mercado-. De acuerdo. Vamos a solucionar el asunto de la siguiente manera. Le diremos a todo el mundo que nos vamos a pasar el dia en Siena. Lo metemos todo en el coche y partimos. Despues damos la vuelta y yo busco un lugar en el olivar desde donde observar sin ser visto.

– Interesante plan. De hecho, ese era mi plan.

– La cuestion es que eso es lo que voy a hacer yo. -Corto la pechuga de pollo-. Tu te quedaras en el coche e iras a Siena.

– De acuerdo.

El alzo una de aquellas cejas de idolo de la pantalla.

– En las peliculas, en este momento la mujer liberada le dice al heroe macho que esta loco si cree que va a llevar a cabo la peligrosa mision sin ella.

– Por eso tu, el chico malo, puedes matar a esas cabezas de chorlito.

– No creo que tengas que preocuparte por Massimo o Giancarlo, no van a liquidarte. Confiesale al padre Lorenzo la verdad. No quieres comprometer tus principios espiando y prefieres que el trabajo sucio lo haga yo.

– Buena teoria, pero incorrecta. Si me das a escoger entre pasar el dia bajo el sol ardiente o recorrer las sombreadas calles de Siena, bueno, ?que crees que voy a elegir? -Por otra parte, pasear por Siena no representaba la misma tentacion que pasar las horas a solas con Ren. Aunque podia decirse que habia decidido tener una aventura con el, queria darse otra oportunidad para recuperar la cordura.

– Eres la mujer mas imprevisible que jamas haya conocido.

Ella tomo una aceituna del cuenco que habia sobre la encimera.

– ?Por que tienes tantas ganas de enviarme a Siena?

El corto un muslo de pollo con el cuchillo.

– ?Estas chiflada o que? En cuanto llevemos cinco minutos vigilando, te pondras a arrancar malas hierbas y a amontonar hojas secas. Y cuando acabes con eso, empezaras a arreglarme la ropa y tendre que dispararte.

– Se como relajarme. Puedo hacerlo si me concentro.

El solto una carcajada.

– Asi que has planeado quedarte aqui entreteniendome, o quieres aprender a cocinar?

Ella sonrio a su pesar.

– He pensado asistir a algunas clases de cocina.

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