– Te quiero muchisimo, gamberrita. Prometeme que nunca volveras a hacer algo asi.

– Lo prometo.

Harry logro recuperar la voz.

– Y promete que la proxima vez que algo te preocupe nos lo diras.

– ?A pesar de que pueda herir vuestros sentimientos?

– Por supuesto.

La nina se coloco el osito bajo la barbilla y pregunto:

– ?Te iras… manana?

El no supo que decir y se limito a negar con la cabeza.

Tracy dijo que iba a echarles un vistazo a Connor y Brittany, que compartian habitacion, al menos hasta que se despertasen y acudiesen a la cama de su padre. Jeremy estaba aun en la planta de abajo, entretenido con un juego de ordenador. Harry y Tracy no habian estado a solas desde la desastrosa conversacion de la tarde, y el no queria estarlo ahora, pues se sentia indefenso, pero los padres no siempre pueden hacer lo que desean.

Ella salio al pasillo y cerro la puerta. Entonces se apoyo contra la pared, algo que solia hacer hacia el final de sus embarazos para aliviarla tension. Con sus otros embarazos Harry le habia hecho masajes, pero no con este ultimo. El rencor contra su marido crecio.

Coloco la mano sobre su vientre. La descarada y segura nina rica que habia conquistado a Harry hacia doce anos habia desaparecido, y una mujer dolorosamente hermosa con ojos hechiceros habia ocupado su lugar. En ese momento Harry salio al pasillo.

– ?Que vamos a hacer? -pregunto ella en voz baja.

?Que vas a hacer tu?, quiso preguntar Harry. Era ella la que se habia ido. Era ella la que nunca estaba satisfecha. Se quito las gafas y se froto los ojos.

– No lo se.

– No podemos seguir hablando.

– Si podemos.

– No, porque empezamos a insultarnos.

No era tal como el lo recordaba. Era ella la que tenia la lengua afilada y un temperamento explosivo. El solo intentaba esquivar sus golpes.

– Yo nunca te he insultado. -Volvio a colocarse las gafas.

– Por supuesto que no. -Lo dijo sin malicia, pero el nudo que Harry tenia en su interior se apreto.

– Creo que lo ocurrido esta tarde nos llevo mas alla de la fase de insultos, ?no te parece?

A pesar de sus buenas intenciones, las palabras de Harry sonaron a acusacion, y se abrazo a si mismo temiendo la replica. Pero ella se limito a cerrar los ojos y apoyar la cabeza contra la pared.

– Si, yo tambien lo creo -dijo.

Harry deseo estrecharla entre sus brazos y suplicarle que lo olvidase todo, pero ella ya se habia formado una opinion sobre el y nada de lo que dijese podria cambiarla. Y si el no podia hacer que ella entendiera, no tendrian oportunidad alguna.

– Lo que ha sucedido hoy prueba lo que vengo diciendo desde hace tiempo. Tenemos que hacer un esfuerzo. Creo que los dos lo sabemos. Es el momento de que nos pongamos manos a la obra y hagamos lo que tenemos que hacer.

– ?Y de que se trata? -repuso ella.

Parecia verdaderamente perpleja. ?Como podia ser tan obtusa? El intento ocultar su agitacion.

– Tenemos que empezar a comportarnos como personas adultas.

– Tu siempre te comportas como adulto. Soy yo la que parece tener problemas con eso.

Era exactamente lo que el estaba intentando decirle, pero la expresion de derrota que reflejo el rostro de Tracy le llego al corazon. ?Por que no podia ella adaptar las cosas para que pudiesen seguir avanzando? Busco las palabras adecuadas, pero sus sentimientos se entremezclaban. Tracy creia que habia que escarbar en esos sentimientos para saber adonde llevaban, pero Harry no lo creia. Nunca habia visto ningun beneficio en ello, sino mas bien lo contrario.

Ella cerro los ojos y hablo muy suavemente.

– Dime que puedo hacer para que seas feliz.

– ?Ser realista! Los matrimonios cambian. Nosotros hemos cambiado. Nos hacemos mayores y la vida nos atrapa. No puedo ser el mismo que era cuando empezamos, o sea que no lo esperes. Sientete satisfecha con lo que tenemos.

– ?Es eso lo que solucionara las cosas? ?Conformarse con lo que hay?

Todas las emociones de Harry fueron a reunirse en la boca del estomago.

– Tenemos que ser realistas. El matrimonio no puede ser claro de luna y rosas rojas para siempre. Yo a eso no lo llamaria conformarse.

– Yo si. -Se aparto de la pared-. Y estoy dispuesta a luchar para que nuestro matrimonio no sea una farsa, aunque a ti no te importe.

Ella habia alzado la voz, pero no podian volver a discutir, no teniendo a Steffie tan cerca.

– No podemos hablar aqui. -Harry la cogio del brazo y se la llevo pasillo adelante-. Nunca eres coherente. Nunca, ni una sola vez en todo nuestro matrimonio, te he visto hacer lo que tocaba.

– Eso es porque tienes un ordenador en lugar de cerebro -le recrimino ella cuando pasaron hacia otra ala de la villa-. No tengo miedo de luchar. Y lo hare hasta que los dos sangremos si es necesario.

– Estas intentando montar otro de tus melodramas. -Le horrorizo la rabia que reflejo su propia voz, pero no podia calmarse. Abrio la primera puerta que encontro, la metio dentro y encendio la luz. Era una habitacion grande. El dormitorio principal.

– ?A nuestros hijos no los van a criar unos padres unidos por un matrimonio fantasma! -grito ella.

– ?Ya vale! -Era rabia lo que sentia, se dijo a si mismo. Rabia, no desesperacion, porque la rabia era algo que podia controlar-. Si no paras… -Sentia crecer un monstruo en su interior-. No puedes hacer esto. -Gesticulo con las manos-. Tienes que parar de una vez. Parar antes de que lo eches todo a perder.

– Como voy a echarlo todo…

En la cabeza de Harry se produjo una explosion.

– ?Diciendo cosas de las que no podamos retractarnos!

– ?Como que? ?Que has dejado de quererme? -Lagrimas de indignacion anegaron sus ojos-. Que estoy gorda y que ya no supone ningun estimulo hacer el amor con una mujer embarazada con cuatro hijos. Que no logro hacer que cuadren las cuentas, que pierdo las llaves del coche, y que te levantas cada manana deseando haberte casado con una mujer ordenada y eficaz como Isabel. ?Es eso lo que se supone que no puedo decir?

El dejo que Tracy se desahogase, pero sintio deseos de sacudirla.

– Nunca podremos arreglar esto si no muestras un poco de logica -dijo.

– No puedo ser mas logica de lo que soy.

Harry aprecio en su voz la misma desesperacion que el sentia en su interior, pero ?por que deberia sentirse ella desesperada cuando no dejaba de decir estupideces?

Tracy nunca se acordaba de llevar consigo panuelos de papel, por lo que siempre tenia que sonarse la nariz en el dorso de la mano.

– Antes me preguntaste que podias hacer para que fuese feliz, y yo no te respondi lo que realmente queria decirte. ?Sabes que queria decirte?

El lo sabia, y no tenia ganas de oirlo. No queria que le dijese lo aburrido que era, que estaba perdiendo pelo, que ni siquiera se acercaba de lejos a ser el hombre que ella se merecia. No queria que le dijese que habia servido a su proposito de darle hijos y que ahora deseaba escoger a alguien 'diferente, alguien mas parecido a ella.

Las lagrimas trazaron lineas plateadas en las mejillas de Tracy.

– Amame, Harry. Eso es lo que queria decirte. Amame como me amabas antes. Cuando era especial para ti, no una cruz con la que tenias que cargar. Como cuando las diferencias entre nosotros eran algo bueno y no algo desagradable. Quiero que me ames como cuando me mirabas pensando que no podias creerte que fuese tuya. Cuando creias que yo era la criatura mas maravillosa del mundo. Se que no soy como antes. Se que tengo estrias por todas partes, y se lo mucho que te gustaban mis pechos, que ahora me llegan casi hasta las rodillas, pero no

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