su madre, la que tenia mas cerca, hacia ruido con las perchas en el vestidor.

Sukhvinder habia corrido las cortinas de la ventana y colocado un burlete con forma de perro salchicha contra la puerta. Como no habia pestillo, el salchicha obstaculizaba la apertura y le servia de aviso. Aun asi, estaba segura de que no entraria nadie. Se hallaba donde debia, haciendo lo que debia. O eso creian ellos.

Acababa de realizar uno de sus atroces rituales diarios: abrir su Facebook y borrar otro mensaje de aquel remitente desconocido. En cuanto bloqueaba el contacto que la bombardeaba con esos mensajes, este cambiaba su perfil y le enviaba mas. Nunca sabia cuando apareceria uno. Ese dia era una imagen en blanco y negro, una copia del cartel de un circo del siglo XIX.

La Veritable Femme a Barbe - Miss Annie Jones Elliot.

Mostraba la fotografia de una mujer con un vestido de encaje, de largo cabello oscuro y barba y bigote poblados.

Algo le decia que el remitente era Fats Wall, aunque podia ser cualquier otro. Dane Tully y sus amigos, por ejemplo, que lanzaban debiles grunidos imitando a un mono cada vez que ella decia algo en la clase de lengua. Se lo habrian hecho a cualquiera con su color de piel; en Winterdown casi no habia alumnos de tez oscura. Eso hacia que se sintiera humillada y estupida, sobre todo porque el senor Garry nunca los reganaba. Aparentaba no oirlos, u oir solo una chachara de fondo. Quiza tambien el creyera que Sukhvinder Kaur Jawanda era un mono, un mono peludo.

Boca arriba sobre la colcha, deseo con toda el alma estar muerta. Si hubiera podido suicidarse con solo quererlo, lo habria hecho sin vacilacion. El senor Fairbrother habia muerto; ?por que no podia pasarle lo mismo a ella? Mejor aun, ?por que no podian intercambiar su sitio? Asi, Niamh y Siobhan recuperarian a su padre y Sukhvinder podria deslizarse hacia la inexistencia: ser cancelada, eliminada.

Su autodesprecio era como un traje de ortigas, le picaba y escocia en todo el cuerpo. Tenia que hacer improbos esfuerzos para aguantar y permanecer inmovil; no queria precipitarse a hacer la unica cosa que la ayudaba. No podia actuar hasta que toda la familia se hubiera acostado. Pero era insoportable quedarse alli tendida, escuchando el sonido de su respiracion, consciente del inutil peso de su cuerpo, feo y repugnante, sobre la cama. Le gustaba imaginar que se ahogaba, que se hundia en unas aguas verdes y frias, y notar como era empujada lentamente hacia la nada…

«La gran hermafrodita permanece inmovil y callada…»

A oscuras, noto que la verguenza recorria todo su cuerpo como un sarpullido abrasador. «Hermafrodita.» Nunca habia oido esa palabra hasta que el miercoles anterior Fats Wall la habia dicho en la clase de matematicas. Sukhvinder no habria podido buscarla en el diccionario, porque era dislexica, pero el habia tenido el detalle de explicarle su significado.

«La peluda mujer-hombre…»

Era peor que Dane Tully, cuyos insultos carecian de variedad. En cambio, la lengua viperina de Fats Wall ideaba una nueva tortura, hecha a medida, cada vez que la veia, y ella no podia taparse los oidos. Cada uno de los insultos y pullas de Fats quedaban grabados en su memoria, asidos como ningun dato util lo habia estado en su vida. Si la hubieran examinado sobre las cosas que Fats la habia llamado, habria obtenido el primer sobresaliente de su vida. «La morsa tetuda. Hermafrodita. La tarada barbuda.»

Peluda, gorda y estupida. Fea y torpe. Perezosa, segun su madre, cuyas criticas y exasperacion le llovian a diario. Un poco lerda, segun su padre, quien lo decia con un afecto que mitigaba su desinteres. El podia permitirse el lujo de ser indulgente con sus malas notas. El tenia a Jaswant y Rajpal, siempre los mejores de su clase.

—Pobre Jolly —decia Vikram con displicencia despues de echar un vistazo a su boletin de notas.

Pero la indiferencia de su padre era preferible a la ira de su madre. Parminder parecia incapaz de comprender ni aceptar que uno de sus hijos no fuera superdotado. Cuando alguno de sus profesores insinuaba que Sukhvinder podia esforzarse mas, Parminder se aferraba triunfante a ese comentario.

«“Sukhvinder se desanima facilmente y necesita confiar mas en su capacidad.” ?Mira! ?Lo ves? Lo que quiere decir tu profesor es que no te esfuerzas lo suficiente, Sukhvinder.»

De informatica, la unica asignatura en la que Sukhvinder habia conseguido ascender hasta el segundo grupo —Fats Wall estaba en otro, asi que a veces ella se atrevia a levantar la mano para contestar las preguntas del profesor—, Parminder habia dicho quitandole importancia: «Con la cantidad de horas que os pasais en internet, me sorprende que no estes en el primer grupo.»

A Sukhvinder jamas se le habria ocurrido contarles a sus padres lo de los grunidos de mono y los incansables insultos de Stuart Wall. Eso habria sido como confesar que fuera de la familia la gente tambien la consideraba inferior y despreciable. En cualquier caso, Parminder era amiga de la madre de Stuart Wall. A veces, Sukhvinder se preguntaba por que a Stuart Wall no le importaba que sus madres estuvieran en contacto, pero llego a la conclusion de que el sabia que ella no lo delataria. Fats veia en su interior. Veia su cobardia, pues conocia hasta los peores pensamientos de Sukhvinder sobre si misma, y sabia verbalizarla para divertir a Andrew Price. Hubo un tiempo en que le gustaba Andrew, antes de comprender que ella no era digna de que le gustara nadie, antes de darse cuenta de que era rara y ridicula.

Sukhvinder oyo las voces de su padre y Rajpal, que subian la escalera. La risa de Rajpal llego a su punto culminante justo ante su puerta.

—Es tarde —oyo decir a su madre desde su dormitorio—. Ya deberiamos estar acostados, Vikram.

La voz de su padre, fuerte y calida, atraveso la puerta de la habitacion.

—?Ya duermes, Jolly?

Era su apodo de la infancia, cargado de ironia. A Jaswant la llamaban Jazzy, y a Sukhvinder, un bebe triste y lloron que casi nunca sonreia, Jolly, alegre.

—No —contesto Sukhvinder—. Acabo de meterme en la cama.

—Bueno, pues a lo mejor te interesa saber que tu hermano…

Pero lo que Rajpal hubiese hecho se perdio entre sus sonoras protestas y risas; Sukhvinder oyo alejarse a Vikram, burlandose todavia de Rajpal.

Espero hasta que dejaron de oirse ruidos en la casa. Se aferraba a la perspectiva de su unico consuelo como se habria abrazado a un salvavidas, y esperaba impaciente a que todos se hubieran acostado…

(Y mientras esperaba, recordo una noche, no hacia mucho, en que despues de una sesion de entrenamiento de remo caminaban junto al canal hacia el aparcamiento. Despues de remar se quedaba agotada. Le dolian los brazos y el abdomen, pero era un dolor limpio, agradable. Despues de remar, ella siempre dormia bien. Y entonces Krystal, que cerraba la marcha del grupo junto con Sukhvinder, la habia llamado «puta paqui».

Lo dijo sin ningun motivo. Iban todas bromeando con el senor Fairbrother, y Krystal debio de creer que tenia gracia. Usaba «puto» y «muy» aleatoriamente, y no parecia diferenciar ambas palabras. Esa vez dijo «paqui» como podria haber dicho «boba» o «tonta». Sukhvinder noto que se le demudaba el semblante y luego aquella familiar sensacion de vacio y ardor en el estomago.

—?Que has dicho?

El senor Fairbrother se habia dado la vuelta y miraba a Krystal. Ningun miembro del equipo lo habia visto nunca enfadado.

—No lo he dicho con mala leche —se defendio Krystal, entre sorprendida y desafiante—. Solo era una broma. Ella ya sabe que era broma, ?verdad? —insto a Sukhvinder, y esta, cobardemente, dijo que si, que lo sabia.

—No quiero oirte usar esa palabra nunca mas.

Todas sabian que al senor Fairbrother Krystal le caia bien. Todas sabian que le habia pagado el viaje de su propio bolsillo en un par de ocasiones. Nadie se reia de las bromas de Krystal mas fuerte que Fairbrother; a veces Krystal tenia mucha gracia.

Siguieron caminando, todos muy turbados. Sukhvinder no se atrevia a mirar a Krystal; se sentia culpable, como siempre.

Estaban llegando al monovolumen cuando Krystal dijo, tan flojito que ni siquiera la oyo el profesor:

—Lo he dicho en broma.

Y Sukhvinder se apresuro a replicar:

—Ya lo se.

—Vale. Lo siento.

Lo dijo deprisa y sin vocalizar, y Sukhvinder creyo que lo mas diplomatico era fingir que no habia oido

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