sentirse halagado por ello.
– Sacaste a la luz un escandalo internacional -continuo Rachel-, y el hombre fue a prision.
– Si, Manuel Asada fue a prision, lo perdio todo: su gente, su imperio, todo. El… -Ben tomo aire-, prometio vengarse de mi por haber destrozado su mundo.
– ?Y? -pregunto Rachel, con los ojos abiertos como platos.
– Y durante el proceso de extradicion a los Estados Unidos, se escapo.
– ?Y…?
– Y ahora se ha desvanecido.
– Y quiere tu cabeza.
– No la mia exactamente, sino la de aquellos que me importan.
Rachel se quedo en completo silencio.
– Dios mio, Ben -lo miro fijamente, despues, se levanto, apoyandose con el baston. Cuando Ben intento ayudarla, le aparto las manos, lo miro fijamente y se aparto de el todo lo que pudo.
– Entonces… no has venido a South Village por mi, por esto -bajo la mirada hacia la escayola y el baston-. Has venido hasta aqui porque pensabas que tenias que proteger a Emily.
– Y a ti.
– ?Pero por que iba a pensar Asada que yo puedo importarte?
– Porque me importas.
Rachel volvio a mirarlo horrorizada.
– El accidente…
– Si. El problema es que no creo que fuera un accidente en absoluto. Oh, Rach… -?como expresar la culpa, el dolor, el arrepentimiento? Se acerco a ella y poso las manos en sus hombros-. Yo no queria que esto sucediera, lo siento. Ojala hubiera estado yo en tu lugar -dijo con voz ronca-. Y haria cualquier cosa, cualquiera, para mantenerte a salvo.
Rachel se llevo la mano a los labios.
– Podria haber sido Emily, nuestra hija…
Ben la abrazo y, por un instante, Rachel se aferro a el, haciendole perderse en aquella familiar sensacion de su cercania, haciendole sentirse sobrecogedoramente… en casa.
Despues, con una fuerza sorprendente, Rachel lo empujo para liberarse y se cubrio la cara con la mano.
– Quiero que te vayas -le dijo.
– No puedo.
– Querras decir que no quieres.
– Maldita sea. No pienso marcharme hasta que no hayan encontrado a Asada.
Rachel dejo caer la mano de su rostro y lo miro con aquellos enormes y expresivos ojos, haciendole odiarse a si mismo.
– Yo sabia que tenia que haber algo que estuviera atandote a esta casa. Algo mas que nosotras.
– Lo siento -dijo una vez mas, pero a el mismo le parecian pateticamente inadecuadas sus palabras.
– Yo tambien. Pero prometeme algo.
– Lo que quieras.
– En el momento en el que estemos a salvo, desapareceras.
Ben se quedo mirando fijamente a Rachel, apreciando el valor y la fuerza que de ella emanaban y cerro los ojos. Y despues hizo la promesa con la que sellaria su destino.
– Te lo prometo, en cuanto esteis a salvo, me marchare.
En Brasil, la noche caia repentinamente, sin previa advertencia. En cuestion de segundos, el canto de los pajaros y el zumbido de las abejas desaparecian en el negro silencio de la noche.
A Manuel siempre le habia gustado, pero en aquel momento de su vida, odiaba que el sol se pusiera porque eso lo obligaba a permanecer escondido como un topo hasta la manana siguiente.
Era tan poco lo que le habia quedado alli. Y aparte de unos cuantos subalternos que no tenian ningun otro lugar adonde ir, tampoco podia contar con nadie.
Y tanto el hecho de vivir escondido como el depender de los demas para todo, lo estaban volviendo loco. Durante todo el dia y toda la noche, lo unico que hacia era torturarse a si mismo pensando en como habrian sido las cosas si todo hubiera ocurrido de otra manera.
?Que habria pasado si hubiera matado a Ben Asher antes de que su articulo lo salpicara?
La necesidad de venganza era mayor a medida que iban pasando los dias. Volveria a levantar su imperio. Y nadie conseguiria arrebatarselo en aquella ocasion.
Nadie.
Capitulo 13
Ben permanecia en el balcon observando la noche. Habia imaginado que seria mejor que quedarse en la cama, donde lo unico que era capaz de hacer era clavar la mirada en el techo.
Pero en realidad no era muy diferente, porque mientras veia a la gente pasear por las calles, lo unico que era capaz de ver era el rostro de Rachel cuando habia descubierto el verdadero motivo de su vuelta.
Verla recomponer el rompecabezas, ser testigo de como iba comprendiendo el peligro en el que las habia puesto a ella y a Emily habia sido como una suerte de tortura.
Ben esbozo una mueca y se froto los ojos con las manos, pero nada cambiaba. Continuaba sintiendose como una basura. Habia llevado el peligro a la vida de su hija y a la de una mujer que le habia dado mas alegrias que ninguna otra cosa en la vida.
Empujado por la necesidad repentina de verlas, de tocarlas, de asegurarse de que estaban a salvo, entro en la casa. Y se sintio como si estuviera muriendo mil veces cuando al abrir la puerta del dormitorio de Rachel encontro la cama vacia. Tampoco estaba en el cuarto de bano, ni el estudio, en cuyo sofa estaba durmiendo Mel.
Con las manos empapadas en sudor, corrio a la habitacion de Emily. Al encontrarla en la cama, se apoyo contra la pared, presa de un alivio que no se merecia.
Su hija estaba alli, a salvo.
Y a su lado, en el rincon mas pequeno de la cama, tumbada sobre su lado sano, estaba Rachel.
Tambien a salvo.
?Como era posible que verlas juntas le hiciera desear sonreir, llorar y salir corriendo al mismo tiempo?
Volvio a arroparlas e, incapaz de resistirse, se inclino para darle un beso a Emily en la sien. En medio de su sueno, Emily se movio y musito un sonido inarticulado, despues suspiro y volvio a hundirse en el sueno.
Dios, era tan dulce… Y era suya.
Se inclino despues hacia Rachel, pero no se atrevio a tocarla. Si, tambien era muy dulce, pero no era suya. Y nunca lo seria; los propios actos de Ben se habian asegurado de ello.
Ben permanecio en la habitacion durante largo rato, contemplando a aquellos dos pedazos que conformaban su corazon. Nada, nada, podria hacerles dano. El estaba dispuesto a morir para evitarlo.
Rachel habia tenido que enfrentarse a muchos golpes a lo largo de su vida. De hecho, tratar con ellos era uno de sus fuertes. Asi que, sin grandes alharacas, consiguio controlar las nuevas pesadillas que se habian instalado en su vida desde su «cita» con Ben de dos noches atras. Habia vuelto a revivir todo el horror del accidente una y otra vez, sabiendo, ademas, que en realidad no habia sido un accidente, sino la cruel venganza de un loco.
Y habia sido capaz de asumir la verdadera razon por la que Ben estaba alli.
En cualquier caso, habia algunas cosas que por lo menos habian empezado a tener sentido. Las repetidas apariciones de la policia por los alrededores de la casa, o la forma en la que Ben se ocupaba de cerrar personalmente puertas y ventanas cada noche, asegurandose de ser siempre el ultimo en acostarse…
– Mama -entro gritando Emily en su estudio. Acababa de salir a dar un paseo con Mel y con la perra y estaba ya de vuelta, segura y salvo.
Rachel nunca habia considerado South Village un lugar peligroso, y menos los sabados por la tarde. Hasta ese momento. Habia muchas cosas en las que no habia pensado hasta que habia vuelto Ben. Dios, necesitaba sacarlo