habia decidido esconderse y probablemente no volveria a actuar. Si eso era cierto, Ben podria marcharse pronto. Y siendo consciente de ello, pasaba todo el tiempo que podia con Emily. Le preparaba el desayuno cada manana antes de ir al colegio, y le hacia prometerle que se subiria directamente al autobus al salir del colegio. Esto siempre le hacia elevar los ojos al cielo, pero Ben pensaba que en el fondo le gustaba. Ben disfrutaba realmente de su compania, y, aunque Emily parecia sentir lo mismo, continuaba llevando el portatil a todas partes y seguia refiriendose a Alicia como a su unica amiga.
Cuando no estaba escribiendo, Ben se dedicaba a hacer fotografias, principalmente para entretenerse. Continuaba jugando al baloncesto todos los dias a la hora del almuerzo, pendiente siempre de la casa en la que estaba Rachel, persiguiendo a sus propios demonios.
Aquel dia, regreso a la casa sudoroso y agotado, con la mente todavia muy saturada. Sabia que Rachel habia ido a desayunar con Adam, que la llevaria despues a su cita con el medico, algo que le habria gustado hacer a Ben. Hizo una mueca mientras subia las escaleras. Se quito la camiseta y se dirigio a grandes zancadas hacia el dormitorio, pasando por delante de la habitacion de Rachel, y deteniendose tan en seco que casi hizo un surco en el suelo.
Rachel estaba sentada en la cama con solo dos toallas, una alrededor de la cabeza y la otra alrededor de su cuerpo.
Impulsado por aquella vision, Ben no se movio de donde estaba.
– Creia que estabas con Adam -el horror lo sobrecogio-. No estara en la ducha, ?verdad?
Rachel dejo escapar una risa.
– No, ha ido a su oficina para traer mis archivadores. Yo… estaba en el estudio.
– ?Trabajando?
– Todavia no he hecho muchos progresos en ese sentido.
«Corre, se decia Ben a si mismo, «sal corriendo y no vuelvas a mirar atras».
Pero sus pies, dirigidos por la parte de su cuerpo que se habia puesto a cargo de la situacion, y que no era precisamente el cerebro, se encaminaron hacia la cama, donde deslizo su hambrienta mirada sobre Rachel, preguntandose donde pensarian ir Rachel y el bueno de Adam, y deseando al mismo tiempo que no le importara. Pero de pronto, todos aquellos pensamientos volaron de su cabeza…
– Te han quitado las escayolas.
Rachel alzo el brazo y la pierna con una pequena sonrisa.
– ?Que te parece?
?Que que le parecia? Lo que le parecia era que la deseaba tan intensamente que estaba temblando.
Hubo otro tiempo en el que la habia amado salvajemente, con fiereza, con todo lo que tenia.
Pero no podia permitir que aquello volviera a suceder. No podia, pero le aterrorizaba sentir que todo aquel asunto se le habia ido de las manos. Lentamente, la ayudo a levantarse. Le estaba volviendo loco tenerla tan cerca y al mismo tiempo tan lejos. Cansado de aquella distancia, alargo la mano hacia la toalla que cubria su cuerpo pensando a medias en la posibilidad de tirarla, tumbar a Rachel en la cama y recordarle lo maravilloso que seria poder arrojar sus diferencias al viento, aunque solo fuera durante unos minutos.
Sintio que Rachel comenzaba a derretirse contra el, y no era ella la unica. El tambien se estaba derritiendo. Tenia el puno apretado delante de la toalla, a la altura de sus senos, cuando Rachel nego con la cabeza.
– Ben, no podemos hacer esto.
– Habla por ti.
– De acuerdo, no puedo -retrocedio un paso-. Tengo una reunion con Adam dentro de veinte minutos.
– Ah -asintio-. De acuerdo. Esto no estaba en tu agenda de hoy. Probablemente porque es un sentimiento al que no se le puede poner horario, ?verdad? Y si, ya se que odias ese tipo de cosas -sintiendose repugnante, mezquino, frustrado y condenadamente excitado, Ben tambien retrocedio y abandono la habitacion.
Capitulo 14
El sabado de la semana siguiente, Melanie condujo de nuevo a South Village. Se decia a si misma que tenia derecho a hacerlo, que queria ver como estaba Rachel y salir un poco con Emily.
Pero era mentira.
Lo que queria era que Garret la mirara. Se habia convertido en una cuestion de orgullo, porque odiaba lo mucho que estaba pensando en el. No entendia por que despues de aquella noche habia terminado todo entre ellos.
Quiza entonces ella solo necesitaba sexo.
Si, ella necesitaba sexo.
Su hermana no. Nunca lo habia necesitado. De hecho, le parecia injusto que su practicamente virginal hermana estuviera conviviendo con uno de los hombres mas atractivos del planeta.
Garret no estaba en el jardin cuando llego. Estupendo. En cualquier caso, no necesitaba verlo. De modo que se dirigio directamente a casa de Rachel.
A juzgar por el silencio que reinaba en la cocina, donde encontro a Rachel y a Ben, imagino que no habian hecho nada todavia. Su hermana parecia tan tensa y controlada como siempre.
Pero le dedico despues una segunda mirada y se quedo estupefacta. Al parecer, el motivo de la tension que reinaba en la habitacion no tenia nada que ver con el enfado.
Si, Rachel tenia las mejillas coloreadas, pero no estaba mirando a nadie a los ojos: una senal inconfundible de culpabilidad. Ademas, no llevaba la blusa metida por la cintura, algo casi impensable en Rachel, y el panuelo que llevaba en la cabeza parecia ligeramente corrido, revelando algunos mechones de pelo rubio que salian disparados en todas direcciones.
Mmm.
Ben no tenia mucho mejor aspecto. Llevaba la camisa semiabierta, como si se la hubiera tenido que abrochar precipitadamente cuando Mel habia entrado. Y tambien su pelo parecia haber sido atacado por una bandada de pajaros migratorios… o por unos dedos hambrientos.
Doble Mmm.
– No me digas que os habeis olvidado ya de lo mal que terminaron las cosas la otra vez -dijo Mel en medio del silencio.
– Melanie -le advirtio su hermana.
– ?Pero es cierto! Estabais locamente enamorados -senalo a Ben-, pero cuando te dijo que te marcharas, te marchaste. Y tu… -miro a Rachel-, dejaste que se fuera. ?Y eso que quiere decir? Eso quiere decir que seria una estupidez que volvierais a intentarlo otra vez. Especialmente cuando el unico motivo por el que estais juntos es que anda por ahi un loco suelto.
Ben apreto la mandibula y miro a Rachel.
– Se lo has contado.
– Tenia que hacerlo -sirviendose de su baston, Rachel se dirigio hacia la puerta, y estuvo a punto de chocarse con su atractivo vecino, que se mostro muy compungido.
El corazon de Mel comenzo a golpear alocadamente en su pecho, pero ella fue capaz de plasmar en su rostro una sonrisa de aburrimiento. Garret llevaba un monton de cartas para su hermana.
– Siento interrumpir -se disculpo.
– No interrumpes nada -Rachel dejo el correo encima de la mesa-. Nada en absoluto. Y ahora, si me perdonas… -y sin esperar respuesta, se desvanecio.
Ben le dirigio a Melanie una elocuente mirada que la hizo sentirse cinco anos mas vieja de lo que era y siguio a Rachel.
Lo cual la dejaba completamente sola con aquel hombre tan inquietante. Y tan atractivo. ?Que le iria a decir? No habian vuelto a hablar mucho desde su torrido encuentro y jamas habian mencionado lo que habia ocurrido entre ellos. Pero la verdad era que jamas habian vuelto a estar solos en todo ese tiempo.
Lo estaban en aquel momento. ?Sacaria el la conversacion? ?O quiza se acercaria a ella con aquellas manos tan sensuales y…?
– ?Por que haces eso? -le exigio Garret con un precipitado susurro-. ?Por que sacas a la luz el pasado, su