– ?Pero? Me parece que no todo acaba ahi.

– Oh, no. Hay mas. Varias denuncias por asalto con agravantes.

– ?Condenado?

– No. Todas las denuncias se acabaron retirando. Pero si tenemos en cuenta eso, junto con el hecho de que en los cinco ultimos anos ha sido despedido de dos companias financieras por los mismos motivos, tambien sin denuncias, empezamos a ver otra imagen del ciudadano modelo. ?Conoces a ese tipo?

– Personalmente no -repuso Nick, sombrio-. ?Cual es la segunda cosa?

– ?Has pisado tu mis hortalizas recien plantadas en la pared este de la posada?

– ?Me tomas el pelo? ?Y arriesgarme a una muerte cierta? -Miro a la perra y luego a Maureen-. ?Seguro que son huellas de personas?

– No solo son de personas, son de hombre. Decididamente no son de Clint, no se atreveria. Ademas, son muy grandes -miro los pies de Nick.

– Inocente -juro este, levantando las manos-. ?Pero quien querria asomarse a las ventanas…?

?Ah, maldicion!

Ted, asalto con agravantes, maltratador de perros e imbecil integral.

Y Danielle estaba por alli sola.

Capitulo Quince

Danielle subio corriendo un sendero en cuesta con el afan de liberar parte de la tension acumulada. Los papeles de Laura Lyn llegarian ese dia.

Entonces seria libre de marcharse. De huir.

Que era exactamente lo que queria.

Mas o menos.

?Maldito Nick Cooper! ?Por que tenia que hacerle anhelar lo que no podia tener?

Se habia adiestrado para estar sola, para no depender de nadie ni confiar en nadie. Pero su amor brillaba como un rayo de luz, provocandole tentaciones que no habia sentido nunca.

Nick era muy distinto a la gente que habia habido en su vida. No era egoista, no miraba solo por si mismo.

?Como seria tener a alguien asi en su mundo? ?Alguien a quien le importaban sus esperanzas y suenos y que estaba a su lado mientras los hacia realidad?

?Pero que derecho tenia ella a pensar en romance y amor cuando su vida era tan desastrosa? Antes tenia que arreglar las cosas porque solo entonces seria libre de buscar lo que la satisfacia.

Y Nick Cooper la satisfacia, de eso no habia duda. Se sento en una piedra grande y se llevo la mano al corazon, que se habia desbocado de pronto. Si pudiera…

No. Acabaria con aquello. En cuanto recibiera los papeles iria directamente a la policia. Si todo salia bien, pronto podia estar empezando una vida nueva. Trabajaria y esa vez haria que valiera la pena. Iria a la universidad. Se haria veterinaria. Haria…

– Danielle.

Al oir aquella voz familiar, respiro hondo y se volvio. Era Nick, por supuesto, que jadeaba como si hubiera ido corriendo desesperadamente desde la posada.

La rodeo con sus brazos y la estrecho contra si. Con tanta fuerza que ella sintio los latidos de su corazon.

O quiza era el de ella.

– ?Dios mio! -exclamo el-. No podia encontrarte. Pensaba…

– ?Nick? -sorprendida por el modo en que la abrazaba, como si hubiera temido no volver a verla, lo abrazo a su vez, encantada con las sensaciones que eso le provocaba.

El hombre froto la mejilla de ella con la suya; en su expresion habia una mezcla de miedo y alivio.

– Tengo lo que necesitas -dijo-. Puedo ayudarte a volver.

– ?Los papeles de Laura Lyn? ?Han llegado ya? -Se aparto con una sonrisa, que borro de su rostro al ver la expresion seria de el-. Dime lo que ocurre.

– No son los papeles -le acaricio los brazos-. No han llegado todavia.

– ?Entonces que es? -la miraba con tal seriedad, que no supo que pensar-. Nick, me estas asustando.

– Le pedi a Maureen que investigara un poco a Ted.

– ?Que?

– Encontro asalto con agravantes. Lo despidieron de dos empresas distintas por eso. Danielle, es lo que necesitas para dar peso a tu testimonio.

– ?Oh, Dios mio! -La opresion que sentia en el pecho se relajo un tanto por primera vez en mucho tiempo-. Estaba aqui sentada, tomando la decision de volver a toda costa. Pasara lo que pasara. Multas. Carcel. Queria recuperar mi vida a cualquier precio.

Los ojos de el brillaron con fiereza.

– Las multas podemos pagarlas.

Otra vez hablaba en plural. Y curiosamente, ella se relajo aun mas.

– Y no iras a la carcel -siguio el con decision.

– Nick…

– Te quiero, Danielle. No lo olvides -le acaricio la barbilla con el pulgar-. Y creo que tu me quieres a mi.

La joven no podia respirar.

– Solo hace una semana que te conozco.

– Una vida entera -corrigio el-. En esa semana hemos vivido una vida entera.

– Pero hay cosas que no se de ti -podia oir el miedo en su voz-. Cosas que tu no sabes de mi.

– Se lo suficiente -se aparto, partiendole el corazon con aquel movimiento-. Pero al parecer tu no.

– Lo siento, yo…

– Ya -la miro con rostro inexpresivo-. Habia huellas de pies en el huerto de Maureen, al lado de la casa. Como si alguien la hubiera estado vigilando desde fuera.

Danielle lo miro y se aparto.

– Le di a Laura Lyn la direccion para que enviara los papeles. Otro error, ?eh? No debi confiar en…

– Danielle -empezo a acercarse de nuevo con un suspiro, pero en ese momento sono la radio que llevaba en la cadera-. Me la ha dado Maureen. Ha insistido -se la acerco a la boca-. La tengo. Sana y salva.

– Bien -la voz de Maureen lleno el claro; una voz donde se leia la preocupacion-. Sadie esta con vosotros, ?verdad?

– Esta dormida en el jardin al lado de los girasoles.

– No, no esta.

Nick miro a Danielle con ojos llenos de tension.

– ?Y en el huerto? ?Esta alli?

– No. Nick, no la encontramos por ninguna parte. Ha desaparecido.

– Enseguida vamos -coloco la radio en el cinturon y tiro de la mano de Danielle-. La encontraremos.

La joven penso en Sadie en manos de Ted y apenas sintio los dedos de Nick en los suyos.

– Al final le he fallado.

– Todavia no. Esto no ha terminado. Vamos.

A pesar de su tristeza, pudo captar tambien la de el, y lo miro sorprendida. Sus sentimientos por Sadie no eran fingidos. Ni tenian nada que ver con el valor que tuviera la perra o los premios que pudiera ganar. Simplemente la queria. Y por ello haria todo lo posible por ayudarla, por recuperarla.

Se pregunto si el amor que afirmaba sentir por ella significaba lo mismo.

Se pregunto si alguna vez podria estar la mitad de segura de ese amor de lo que estaba el.

Nick miro a Danielle desde el porche. La joven, un poco mas alla, miraba las colinas y llamaba a Sadie. El viento le apartaba el pelo de la cara, que habia tomado color con el sol. Sus piernas y sus brazos estaban

Вы читаете Por el amor de un hombre
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×