embarazada!
– Ya que vamos a ser parientes, no tendre en cuenta vuestras ofensivas palabras -contesto Varian de Winter con toda la dignidad con que puede hablar un hombre medio desnudo-. Me temo que la informa cion que habeis recibido de vuestra chismosa amiga, lady Marlowe, no es del todo exacta. Cuando nos conozcamos mejor os dare mi version de los hechos y confio en que sabreis distinguir la verdad de los comentarios malintencionados, lady Fitzhugh.
Bliss ahogo una exclamacion de asombro y Nyssa sofoco una risita. Conocia a poca gente que supiera poner a su tia Bliss en su sitio cuando esta era impertinente.
– Y tu, ?de que te ries? -la regano la dama-. Tus padres se llevaran un gran disgusto cuando conozcan lo ocurrido esta noche. ?Sal de esa cama inmediatamente! -ordeno recogiendo el camison del suelo y arrojandoselo a-la cara-. Debes prepararte para la ceremonia. ?Y vos, senor, sera mejor que empeceis a vestiros si deseais llegar a tiempo a vuestra boda!
El conde de March se envolvio en el edredon y desaparecio en el interior del vestidor donde guardaba sus ropas mientras Nyssa se ponia el camison y saltaba de la cama.
– Es un hombre muy atractivo -le susurro su tia al oido-. ?Y ademas es un Howard! Te felicito, sobrina: has cazado un pez gordo.
– Yo no he cazado nada -protesto Nyssa.
– ?Que te vas a poner? -siguio diciendo Bliss sin prestar atencion a las protestas de su sobrina-. ?El rey te espera en la capilla! ?Que vamos a hacer? No puedes presentarte delante de su majestad en camison. ?Ya lo tengo! Puedes ponerte mi abrigo encima. Es de terciopelo rosa y tiene el cuello de piel. El color te sentara bien pero primero debes cepillarte el cabello. ?Senor De Winter! -llamo-. ?Necesito un cepillo!
Envolvio a su sobrina en su abrigo con cuello de piel de armino y se lo abrocho antes de tomar el cepillo que Varian de Winter le tendia y empezar a desenredarle el cabello. Las lagrimas rodaban por sus mejillas.
– Tu madre nunca me lo perdonara -sollozo-. ?Le hacia tanta ilusion asistir a tu boda! ?Tony se pondra furioso, lo se! Sabes que te adora y que no queria que vinieras a la corte.
Nyssa guardo silencio y dejo que su tia se desahogara. Sabia que, una vez empezaba a hablar, era imposible detenerla. Toda mi vida he sonado con el dia de mi boda, penso, apesadumbrada. Pero nunca imagine que seria asi. ?Estoy sonando? Pero no era un sueno y el llanto de su tia la devolvio a la realidad.
– ?Lord De Winter! -exclamo Bliss Fitzhugh-. No pensareis bajar a la capilla con esa facha, ?verdad?
– No deseo llamar la atencion mas que mi bella esposa -replico Varian de Winter sin perder la calma-. No me lo perdonaria nunca. A menos que Nyssa diga lo contrario, asistire a mi boda vestido asi. ?Que decis vos, lady Nyssa?
Por primera vez desde que se habia iniciado aquella pesadilla, Nyssa admitio que Varian de Winter le gustaba. Por muy malvado que fuera, tenia sentido del humor y sabia hacerla reir. Observo a su prometido, quien, vestido con un camison de seda y una bata de terciopelo verde y descalzo, esperaba su veredicto.
– Yo os encuentro muy atractivo, senor -contesto ahogando una risita mientras Bliss Fitzhugh ponia los ojos en blanco y negaba con la cabeza-. Vuestra vestimenta va de acuerdo con la situacion.
– ?Que le vamos a hacer! -suspiro su tia, resignada-. Sera mejor que bajemos a la capilla. Si hacemos esperar a su majestad un minuto mas, nos cortara la cabeza a todos. ?Oh, Nyssa, no quiero ni pensar que diran tus padres cuando se enteren! -volvio a lamentarse-. ?Deprisa, deprisa! Tu tio nos espera fuera. No ha querido entrar para no avergonzarte pero no me parece que estes avergonzada en absoluto.
– ?Es toda vuestra familia asi? -susurro Varian de Winter al oido de Nyssa.
– No tardareis en descubrirlo -contesto ella-. Aunque no nos guste, me temo que vamos a tener que casarnos en contra de nuestra voluntad. Y cuando la ceremonia haya terminado espero una explicacion.
– Deseo confesar a lady Nyssa antes de la ceremonia -dijo el arzobispo de Canterbury-. Obispo Gar-diner, vos podeis ocuparos del conde.
– Preferiria acabar con esto de una vez -gruno Enrique Tudor. La capilla estaba helada a aquellas horas de la madrugada y le dolia la pierna enferma.
– Vuestra majestad no querra que una a esta joven pareja en matrimonio sin llevar a cabo todas las formalidades, ?verdad? -le reprendio Thomas Cranmer con suavidad-. Hemos prescindido de las amonestaciones y dadas las circunstancias en que les hemos encontrado creo que…
– Esta bien, esta bien -le interrumpio el rey-. ?Pero daos prisa! Y vos, senora -anadio volviendose hacia Nyssa-, recordad que habeis ofendido a Dios gravemente. Cuando os confeseis, no solo tendreis que contarle a este sacerdote que envidiais los vestidos de las otras damas y que a veces os dirigis a ellas de malas maneras.
Bliss se aferro al brazo de su esposo. ?Por que no habia escuchado las protestas de su hermana y su marido? Si no se hubiera ofrecido a llevar a Nyssa a palacio y a cuidar de ella, nada habria ocurrido. Su familia no se lo perdonaria nunca. Se prometio que a partir de ahora escucharia los sabios consejos de su marido y le obedeceria en todo. Le miro de reojo y trato de escudrinar su rostro serio, pero su atractivo marido permanecia impasible.
El conde de Marwood, que sabia que su esposa estaba inquieta y preocupada, tuvo que esforzarse para no sonreir. Te esta bien empleado, Bliss Fitzhugh, se dijo. A su testaruda mujercita le encantaba salirse con la suya y confiaba en que este pequeno susto le hiciera volverse mas razonable. El mantenia la calma porque habia estado haciendo averiguaciones sobre el conde de March durante las ultimas semanas; el interes de Varian de Winter por su sobrina no le habia pasado desapercibido. A juzgar por los informes que habia recibido, el conde no era el sinverguenza que todos creian. Solo se le conocia el escandalo relacionado con la hija del granjero y se decia que su abuelo, el poderoso duque de Norfolk, le adoraba. Pagaba sus deudas de juego religiosamente y los pocos encuentros amorosos que se le conocian los habia tenido con mujeres que se prestan a ese tipo de aventuras. Todo el mundo aseguraba que Varian de Winter no se habia casado todavia porque las damas de la corte seguian empenadas en no olvidar el desgraciado episodio de su juventud que habia arruinado su reputacion.
Owen Fitzhugh sospechaba que habia gato encerrado en el descubrimiento de su sobrina en brazos del conde y la precipitada boda de los, jovenes. ?Como habia ido a parar su sobrina a aquella cama? Nyssa no era una de esas cabezas de chorlito que se dejan seducir por cualquiera. ?Que hacia el rey vagando por los pasillos a medianoche y que le habia hecho pensar que encontraria a Nyssa en la habitacion de Varian de Winter?
El arzobispo de Canterbury acompano a la novia a una pequena habitacion y se dispuso a escuchar su confesion. Nyssa se arrodillo frente a el.
– El secreto de confesion te protege, pequena -dijo Thomas Cranmer tomando las manos heladas de la joven entre las suyas-. Nada de lo que digas esta noche saldra de esta habitacion pero, por el bien de tu alma, debes decirme la verdad. ?Como has llegado a la cama del conde de March y que hacias alli? -pregunto clavando su penetrante mirada gris en los ojos de
Nyssa.
– Juro que no lo se -contesto Nyssa sin apartar la mirada-. Me acoste en mi cama y me he despertado alli. Es la verdad. ?Lo juro por mi difunto padre, que en paz descanse!
– ?Lo juras por la salvacion de tu alma? -insistio el arzobispo. Nyssa asintio sin vacilar-. Cuentame todo lo que hiciste desde que llegaste a palacio anoche hasta que despertaste en la habitacion de lord De
Winter.
– Anoche solo habia cuatro damas de honor en el dormitorio: Cat, Bessie, Kate y yo. Hablamos un rato y jugamos a las cartas. Poco despues, lady Rochford entro trayendo un licor de cereza y nos pidio que no dijeramos a nadie que habiamos bebido antes de acostarnos. Solo nos dejo beber un poquito porque se trataba de un licor fuerte y podiamos terminar borrachas. Bessie queria tomar otra copa pero lady Rochford fue inflexible. A mi no me gustan los licores demasiado dulces y apenas habia probado el mio, asi que se lo di a Bessie aprovechand9 un descuido de lady Rochford. Luego nos desnudamos y nos acostamos. No recuerdo nada mas.
– Haz un esfuerzo, pequena -insistio el arzobispo.
– Me quede dormida enseguida y senti como si estuviera flotando en el agua. Cuando abri los ojos, lo primero que vi fueron unas colgaduras de terciopelo. En el dormitorio de las damas no hay colgaduras de terciopelo, asi que me incorpore de golpe. Habia un hombre tendido a mi lado y le pregunte si estaba sonando. El nego con la cabeza y dijo: «Perdonadme, lady Nyssa.» Luego me beso en la boca y en ese momento entro el rey hecho una furia -concluyo-. Eso es todo, senor. Debeis creerme. ?Yo no soy una perdida de esas que se meten en la cama de