– ?Te apetece banarte, Blaze? -pregunto de repente haciendole un guino travieso-. Si Nyssa acaba convirtiendose en una mujer tan bella y buena como su madre, Varian de Winter sera un hombre muy afortunado.
– Vamos a banarnos -contesto Blaze poniendose en pie y tendiendole la mano.
Nyssa y su marido se quedaron en Riveredge mientras los criados de Winterhaven se afanaban por ultimar los preparativos necesarios para recibir al conde y su nueva esposa, que habian anunciado su llegada para finales del mes de agosto.
Las noticias del matrimonio de Enrique Tudor y Catherine Howard llegaron a oidos de los habitantes de Riveredge a finales de la primera semana de agosto. La pareja se habia casado el 21 de julio en el pabellon de caza de Oatlands y Thomas Cromwell, el antiguo primer ministro, habia sido ejecutado en la Torre el mismo dia en que los Howard habian saboreado su triunfo.
– Deberiamos hacerles un buen regalo de bodas -dijo Nyssa a su marido.
Los recien casados iniciaron un viaje que debia llevarles a Windsor a traves de Surrey, Berkshire, Graf-ton, Dunstable y More. Se aseguraba que el rey era feliz como un nino con zapatos nuevos y que parecia veinte anos mas joven. Se levantaba al alba, asistia a misa de siete y cabalgaba hasta las diez. Entonces comia, jugaba una partida de bolos o practicaba el tiro con arco y por la noche bailaba con su recien estrenada esposa. Apenas le dolia la pierna y estaba de un humor excelente.
La tranquila situacion internacional no requeria la atencion del monarca por el momento. El reino de Cle-ves habia aceptado de buen grado la nueva situacion de lady Ana e incluso el duque William habia comentado que su hermana habia salido bastante mejor parada que sus antecesoras. Por su parte, Francia y el Sacro Imperio Romano seguian pinchandose el uno al otro, pero no habia peligro de que la sangre llegara al rio, por lo que aquel caluroso verano de 1540 se presentaba muy agradable para Enrique Tudor. Los duques de Suffolk y Norfolk aseguraban que hacia mucho tiempo que no veian al rey tan contento.
Nyssa se sentia indispuesta y el conde de March se vio obligado a posponer la marcha en dos ocasiones. Empezaba a pensar que se trataba de un truco para no abandonar Riveredge y asi se lo hizo saber a su suegra.
– Sera mejor que espereis hasta mediados de septiembre -le aconsejo Blaze-. Para entonces Nyssa se sentira mejor y correra menos riesgos. Los primeros meses son los mas delicados.
– ?Menos riesgos? -se extrano Varian-. ?De que estais hablando, senora?
– Entonces, ?no te lo ha dicho?
– ?Decirme que?
– Apuesto a que ella tampoco lo sabe. Ven conmigo, Varian -dijo Blaze corriendo en busca de Tillie. Encontro a la doncella de su hija en el vestidor remendando unas enaguas-. Tillie, ?cuando fue la ultima vez que mi hija tuvo la regla? -pregunto-. Piensalo bien antes de contestar.
– Fue en junio -aseguro la joven.
– ?Y te parece normal que no haya vuelto a tenerla desde entonces? -exclamo la condesa de Langford-. ?Por que no me lo dijiste en cuanto llegasteis?
Tillie parecia desconcertada. ?Por que tendria que haber comentado algo asi con su senora? De repente, abrio unos ojos como platos y se llevo una mano a la boca.
– ?Oh…!
– ?Si, oh! ?Donde esta Nyssa, Tillie?
– Esta acostada -contesto la doncella-. Se ha vuelto a marear.
Blaze entro en la habitacion de su hija seguida de Varian de Winter. Nyssa estaba muy palida y aspiraba el aroma de un panuelo empapado en agua de lavanda.
– ?Como es posible que hayas vivido en esta casa durante diecisiete anos y ni siquiera sospeches lo que te ocurre? -espeto-. Por el amor de Dios, Nyssa, ?tienes siete hermanos!
– ?De que estas hablando? -repuso Nyssa con voz debil.
– ?Como he podido criar a una hija tan despistada?
– se exaspero Blaze-. ?Estas embarazada, Nyssa! Esta mas claro que el agua. Si mis calculos son correctos tendras un bebe hacia finales del mes de marzo. ?Que alegria! ?Voy a ser abuela!
Nyssa palidecio todavia mas. Busco a tientas la palangana que habia dejado junto a la cama y vacio el contenido de su estomago en ella.
– Me siento tan mal… -gimio dejando la palangana en el suelo y enjugandose el sudor que perlaba su frente con el panuelo-. Nunca te vi mareada cuando estabas embarazada. Pensaba que me habia sentado mal el pescado que cenamos ayer. No puede ser -anadio negando con la cabeza-. Es demasiado pronto.
– Teniendo en cuenta las horas que pasais juntos en esta cama, es lo mas natural -replico Blaze-. Lo extrano seria que no estuvieras embarazada. Las mujeres de esta familia tenemos fama de ser las mas fertiles de la comarca. Tu abuela tuvo gemelos cuando tu tenias tres meses.
– Vamos a tener un hijo -murmuro Varian, fascinado-. Nyssa, ?como podre agradecertelo?
– Entonces, ?estoy…?
– Ya lo creo -aseguro su madre-. Creeme, se de que estoy hablando.
– Esperaba que mi primer hijo naciera en Winter-haven, pero prefiero que Nyssa no viaje en su estado
– dijo el conde de March-. Me temo que tendremos que abusar de vuestra hospitalidad durante una buena temporada.
– ?Tonterias! -replico Blaze-. Dentro de un par de semanas dejara de sentirse mareada y estara en condiciones de viajar. Ya es hora de que conozca su nuevo hogar y de que empiece a ocuparse de los quehaceres propios de una esposa. Winterhaven ha permanecido cerrada durante tanto tiempo que tendra que instruir a los criados y decorar la casa.
– ?Pero yo nunca he estado embarazada!-protesto Nyssa-. No quiero estar sola en Winterhaven. Por favor, mama, deja que me quede aqui -suplico.
– Estare a tu lado cuando llegue la hora -prometio su madre-. Ademas, Winterhaven esta muy cerca de Ashby y si hay alguien que conoce a la perfeccion los secretos del embarazo y el parto, esa es tu abuela. Ahora debo dejaros solos -anadio abriendo la puerta y saliendo de la habitacion-. Tengo que dar las buenas noticias a Tony.
– ?Lo has hecho a proposito! -acuso Nyssa a su marido.
– Te juro que no es asi. Yo soy el mas sorprendido. ?De verdad no sospechabas nada?
– No -confeso ella-. Nunca preste atencion a mama cuando estaba embarazada. Un dia aparecia de repente con un estomago enorme y nos decia que pronto tendriamos otro hermanito. Durante ocho anos Philip y yo solo nos tuvimos el uno al otro. Los perros, los gatos y mi caballo eran mis unicas preocupaciones.
– A mi me ocurria lo mismo. Nunca me fije en lady Elizabeth, la segunda esposa de mi abuelo. Si alguien me hubiera preguntado si estaba embarazada o no, no habria sabido que responder.
– ?Tengo que preguntar tantas cosas a mama! -exclamo Nyssa animandose de repente y bajando de la cama-. ?Crees que tendremos que dejar de hacer el amor? No me gustaria, pero no quiero hacer dano al bebe. Por lo menos no tendremos que regresar a la corte -sonrio-. Por muy pesada que se ponga Cat, el rey no permitira que pongamos en peligro la vida de nuestro hijo.
– Tienes razon -rio Varian-. Cuando te encuentres mejor nos encerraremos en Winterhaven como dos conejitos en su madriguera. Solo recibiremos las visitas de tu familia y no volveremos a palacio si tu no quieres. Cat estara tan atareada con sus obligaciones como reina que se olvidara de nosotros.
– ?Varian, soy tan feliz! -dijo la joven abrazando a su marido y besandole apasionadamente-. Eres el mejor marido del mundo.
Varian sonreia radiante de felicidad. Aquella era la primera vez que Nyssa expresaba sus sentimientos. Estaba convencido de que aprenderia a quererle pero de momento se conformaba con aquella expresion de afecto. Nyssa le consideraba un buen marido e iba a tener un hijo suyo.
– Si es un nino, ?podemos llamarle Thomas?
– ?Ni hablar! -contesto Nyssa-. No permitire que mi hijo lleve el nombre de un hombre tan cruel y desalmado como tu abuelo. Si es un nino se llamara Ed-mund Anthony de Winter, como sus abuelos maternos. Estoy segura de que mi familia estara de acuerdo.
– Si te empenas en consultar a la familia, salta a la vista que los Wyndham sois muchos mas que los De Winter -rio Varian-. Llamaremos Thomas al segundo, ?de acuerdo?