conservador. Quiza ahora que el joven senor habia regresado a casa decidiera efectuar algunos cambios… a menos que fuera a regresar a la corte tras el nacimiento de su hijo.
– ?Habeis venido para quedaros, senor? -pregunto.
– Si, Browning -contesto Varian esbozando una amplia sonrisa-. Puedes decirselo a todo el mundo. Quiero llenar esta casa de ninos. ?Que te parece?
– ?Una idea excelente, senor! Voy a buscar a Smale. Cada dia suele regresar de los establos sobre esta hora. Durante los quince anos que lleva ocupandose de estas tierras no ha llegado tarde ni un solo dia. Es puntual como un reloj.
– Os traere galletas y un poco de vino, senora -se ofrecio la senora Browning saliendo tras su marido.
Nyssa paseo su escrutadora mirada por el amplio salon. El techo y el suelo de madera pedian a gritos ser pulidos de nuevo pero era consciente de que no podia encargar una tarea tan pesada a la anciana senora Browning. La mesa y las sillas tambien necesitaban desprenderse del polvo que habian acumulado durante anos.
– ?Donde estan los tapices?
– Mi madre bordo dos y los colgo en aquella pared, pero cuando mi padre murio los guarde en el desvan. Sabia que tarde o temprano volveria y no deseaba que el sol y el polvo los echaran a perder.
– ?Y quien te instruyo en el cuidado y la conservacion de los tapices? -pregunto Nyssa.
– La duquesa Elizabeth, mi abuela adoptiva.
Durante las semanas siguientes Nyssa comprobo que la casa se encontraba en un estado lamentable y que iba a tener que trabajar muy duro si queria tenerla en condiciones antes del nacimiento de su hijo. Habia dejado de sufrir mareos y se sentia llena de energia. Habia decidido empezar por pedir prestados a su madre algunos de sus mejores sirvientes para que estos instruyeran a los nuevos. La senora Browning era muy querida y respetada pero no tenia edad para ocuparse de una tarea tan pesada. Sin embargo, Nyssa no deseaba hacerle sentir incomoda y olvidada y le consultaba cada decision que debia tomar. La nuera de la anciana pareja empezo a realizar las tareas que su suegra habia de sempenado anos atras y la senora Browning paso a empunar un cucharon de madera y a ocupar un sillon junto a la chimenea de la cocina, posicion desde la que vigilaba a las cocineras.
El mobiliario se encontraba en buenas condiciones y las piezas mas deterioradas no tardaron en recuperar el esplendor perdido. Se confeccionaron almohadones, colchas y colgaduras y se bajaron los tapices del desvan. Nyssa encargo que trajeran alfombras de Londres.
– Solo las residencias mas pasadas de moda tienen esteras en lugar de alfombras -aseguro Nyssa-. Necesitamos alfombras.
– Pues yo vi muchas esteras en palacio -replico Varian-. ?Insinuas que el rey es un antiguo?
– ?Desde luego que si! Ademas, el dinero no te servira de excusa. Fuiste tan comedido en tus dias de soltero que tenemos de sobra. Uno de los deberes ineludibles de una esposa es despilfarrar el dinero de su marido.
El dia de Santo Tomas llego un paje trayendo un mensaje de palacio. Hacia mucho frio y el conde de March le invito a pasar la noche en Winterhaven.
– Manana os dare la respuesta al mensaje de su majestad -prometio.
El mensajero se retiro despues de agradecer la hospitalidad de los condes de March. El joven habia acudido a la corte en busca de fortuna, pero habia tantos como el que hacia falta un milagro para hacerle destacar por encima de los demas. Sin embargo, el no perdia las esperanzas y se habia afanado en cumplir al pie de la letra las ordenes de la reina Catherine: debia entregar el mensaje personalmente a los condes de March. Si la respuesta de estos complacia a sus majestades, quiza el fuera recompensado.
– El rey nos espera en palacio el dia de Reyes -comunico Varian a Nyssa cuando estuvieron solos-. Me temo que no estas en condiciones de viajar -anadio acariciando el abultado vientre de su esposa y estremeciendose al sentir a su hijo moverse en su interior-. ?Sientes no poder ir?
Nyssa cambio de postura y trato de acomodarse en la enorme cama de madera de roble con colgaduras de terciopelo rojo que compartia con su esposo. Sentia el cuerpo hinchado como una sandia e incluso los vestidos de embarazada que su madre le habia prestado le quedaban estrechos.
– ?Como voy a presentarme en palacio con esta facha? -refunfuno-. Parezco una vaca a punto de parir. Ademas, no me apetece volver alli. Apuesto a que para cuando nuestro hijo haya nacido, yo me haya recuperado del parto y haya terminado de criarle, el rey habra echado a tu prima de su cama y la habra sustituido por otra rosa inglesa.
– Eso sera con el permiso de mi abuelo -bromeo Varian-. Recuerda que Thomas Howard es adicto al poder.
– Sin embargo, no pudo evitar que Ana Bolena perdiera la cabeza -replico Nyssa volviendo a cambiar de postura-. No tuvo ningun reparo en sacrificar a su sobrina para salvar el pellejo. ?Que te hace pensar que esta vez sera diferente?
– ?Por que estas tan irritable? -pregunto su marido-. ?Es porque no podemos pasar las Navidades en Riveredge? Tu madre asegura que no estas en condiciones de viajar. He pedido a Smale que redacte una nota para el rey. En ella dice que no te sientes con fuerzas de emprender un viaje tan fatigoso. El bueno de nuestro administrador se ha llevado un gran disgusto; esperaba que regresaramos a palacio.
– Es un buen hombre pero ha estado haciendo su voluntad durante demasiado tiempo y creo que ha llegado la hora de pararle los pies -opino Nyssa-. ?Que te parece si le sustituimos por su hijo la proxima primavera? Hemos hecho lo mismo con todos los criados demasiado mayores para desempenar sus tareas.
– Es una buena idea -asintio Varian-. Empiezo a cansarme de tener que dar explicaciones a todo el mundo. Soy el dueno de Winterhaven y se hara lo que yo diga.
El mensajero partio al dia siguiente llevando consigo la respuesta a la peticion del rey metida en una valija de cuero para protegerla de las inclemencias del tiempo. Llego a Hampton Court el dia de Navidad y corrio a entregar el mensaje al rey.
– ?Como que no pueden venir? -pregunto la reina Catherine torciendo la boca-. ?Me prometiste que estarian aqui el dia de Reyes? ?Como se han atrevido a desobedecer tus ordenes?
– El conde de March nos pide disculpas y dice que su esposa esta embarazada y no se encuentra en condiciones de emprender un viaje tan largo -explico Enrique Tudor-. El bebe nacera en primavera y esta preocupado por lady Nyssa. ?Ojala tu y yo tuvieramos las mismas preocupaciones!
– ?Pero yo quiero ver a Nyssa! -gimoteo Catherine obviando la indirecta-. ?La echo de menos!
– ?No'te he dado todo cuanto me has pedido? -replico Enrique Tudor haciendo ademan de abrazarla-. ?No he satisfecho cada uno de tus caprichos? ?Que mas quieres?
– ?Quiero ver a Nyssa! -repitio la testaruda joven apartandose-. ?Es mi mejor amiga! ?De que me sirve tener todo cuanto deseo si no puedo compartirlo con ella?
El rey hacia grandes esfuerzos por comprender a su esposa pero no siempre lo conseguia. Catherine era la reina de Inglaterra y tenia todo cuanto una muchacha de su edad podia desear. ?Por que no estaba nunca satisfecha?
– Quiero que venga en cuanto nazca el bebe -insistio Catherine-. ?La necesito a mi lado!
– No seas caprichosa, Catherine -trato de persuadirla el monarca-. Tendran que pasar varios meses antes de que pueda viajar. Tardara varias semanas en recuperarse del parto y supongo que, como toda mujer del campo, querra criar a su bebe durante dos o tres anos. Para entonces, lo mas probable es que vuelva a estar embarazada. Es muy posible que pasen unos cuantos anos antes de que vuelvas a ver a tu amiga -concluyo-. Pero no te preocupes, querida: nosotros tambien tendremos hijos y estaras tan ocupada cuidando de ellos que te olvidaras de Nyssa.
– Si Mahoma no va a la montana, la montana ira a Mahoma -dijo Catherine ignorando las sensatas palabras del rey-. ?No habias dicho que ibamos a ir de viaje el proximo verano? ?Podriamos aprovechar para acercarnos a Winterhaven!
– Para entonces, espero que tu tambien estes embarazada y tampoco te encuentres en condiciones de viajar -replico Enrique Tudor armandose de paciencia.
?Ninos, ninos!, se dijo la reina, irritada. ?Acaso los hombres no piensan en otra cosa? Thomas Howard no dejaba de importunarla preguntandole una y otra vez si esperaba un bebe y Enrique no hablaba de otra cosa, incluso en los momentos mas intimos en los que grunia y sudaba junto a ella. ?Ella queria aprovechar su juventud y disfrutar de la vida! Ya tendria tiempo de ocuparse de sus hijos cuando fuera mayor.